¿Sobrerreacción en Turquía y Rusia?

12 de agosto, 2018 3

En un contexto de alto crecimiento en Estados Unidos, estabilidad en Europa a pesar de la incertidumbre y suave desaceleración en China hacia tasas de crecimiento más normales, por el momento solo algunas economías emergentes nos están dando titulares pesimistas en los últimos meses. Habrá que esperar para ver si con la subida de los tipos de interés empiezan a verse afectados en los países desarrollados y las empresas sobrevaloradas y excesivamente endeudadas.

Antes de los años setenta la economía era diferente, menos financiera y más real, y las divisas se devaluaban cuando el país importaba más de lo que exportaba. Tras el Nixon Shock y el paso de dinero mercancía al dinero fiduciario que tenemos en la actualidad, cada vez importa menos en el corto y medio plazo la balanza comercial y lo que más se tiene en cuenta es las entradas y salidas de capitales en los distintos países. Creo que esto es algo que todos sabemos, pero leyendo algunos artículos estos días a veces se olvida: Si la lira turca se deprecia no es por cómo esté Turquía hoy, es por la falta de confianza en el futuro del país.

Macri y Erdogán no se parecen en nada, pero ambos han hecho las cosas mal: Macri liberalizó nada más llegar al poder y los argentinos aprovechan para deshacerse de sus pesos, Erdogan parece que pondrá controles de capitales y los turcos aprovechan para quitarse de encima sus liras antes de que sea tarde, como ya lo es en VenezuelaPueden buscarse muchas causas a las depreciaciones en Argentina y Turquía, pero la causa última es la Ley de Gresham. Mientras, en Venezuela la situación se parece más a la Alemania de la República de Weimar o al Zimbabwe postagrario de 2009 y se aplica la Ley de Thiers, que indica que la peor moneda es tan rematadamente mala que ya nadie la quiere.

Neymar se lanza al suelo gritando al enterarse de que Erdogan no quiere subir tipos

Turquía: ¿Demasiado castigada?

A mediados de junio escribí en Cinco Días:

El impacto de la fuerte depreciación sufrida por las economías argentina y turca dependerá de la importancia de estos países para las empresas españolas y de cómo sigan evolucionando ambas economías este verano. Argentina frenará su crecimiento en los próximos trimestres y solo mejorará su situación si cayera la inflación. Turquía presenta un escenario más complicado que incluso podría requerir la puesta en marcha de controles de capital como ya se hizo tras la crisis de las economías emergentes a finales de los años noventa.

Argentina controlaba la depreciación a duras penas manteniendo un régimen de flotación sucia con el dólar hasta que llegó Macri al poder en diciembre de 2015. Tras la liberalización y la devaluación de facto del peso (1) los mercados dieron un poco de tregua pero el tipo de cambio continuó su ascenso. En primavera de 2018 se intentó mantener el tipo de cambio cerca de 20 pesos por dólar (2) y como siempre pasa en estos casos, cuando se pierde el control el movimiento es rápido y violento. Tras la petición de ayuda al FMI parecía que el tipo de cambio se había estabilizado pero estos días ha vuelto a depreciarse el peso por el contagio de la inestabilidad de la lira turca.

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El sábado escribí este texto sobre los emergentes en Cinco Días. Podríamos hablar largo y tendido sobre la deriva autoritaria de Erdogan, su ultranacionalismo, su papel en la guerra de Siria o las purgas en el sector público. Sin obviar que todos esos y otros factores debilitan la lira, creo que la depreciación reciente es demasiado elevada. Cada vez que ha habido un movimiento en el tipo de cambio ha tendido a corregirse después. Esta vez no tendría por que ser diferente.

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Muchas veces la incertidumbre es casi peor que cualquier solución a una crisis, aunque la medida adoptada no sea la más adecuada. Llegados a este punto incluso un control de capitales podría dar estabilidad a Turquía.

Turquía tiene por delante muchos desafíos y la política económica del presidente Erdogan no parece la más oportuna para afrontarlos. Las dos únicas opciones para atajar la crisis son la concesión de un préstamo por el FMI o el establecimiento de un control de capitales. En el primer caso se exigirían medidas liberalizadoras y en el segundo se agudizaría la política conservadora y aislacionista del Gobierno turco. En cualquier caso la adopción de una u otra medida haría que la crisis remitiera, al menos de forma temporal.

Además, no solo es posible comprar liras sino que hay empresas turcas que se dedican en gran parte a la exportación y no tienen demasiada deuda como leí aquí. La acción sube en liras y con la depreciación se queda prácticamente igual, lo que sería una señal de que la empresa es interesante:

en el castigado mercado bursátil turco se encuentran empresas que exportan la mayor parte de su producción como es el caso del fabricante de refrescos Soda Sanayi, cuyas acciones aumentaron en lo que llevamos de 2018 el 57%, por lo que el valor de la acción en euros es solo ligeramente menor que en el comienzo de enero.

Rusia: ¿Podría seguir empeorando?

Por último, en el caso de Rusia la depreciación del rublo con respecto al euro desde comienzos del año en curso es del 13% y en el último mes, del 4%. De nuevo, como en el caso de Irán, las declaraciones de Trump sobre sanciones en uno o en otro sentido condicionan los movimientos del tipo de cambio, pero dejando a un lado la inmediatez de los titulares, un país en el que petróleo, carbón y gas suponen la mitad de las exportaciones debería mejorar en un contexto de subidas del precio de la energía. Si finalmente las sanciones no se materializan o son menores de lo esperado el rublo estaría siendo excesivamente castigado.

Es cierto que el rublo llegó a estar mas depreciado hace tres años, pero el petróleo estaba en el entorno de 30 dólares por barril y las guerras de Crimea y Ucrania estaban en su apogeo. En la situación actual no tiene mucho sentido volver a ver al rublo en esos niveles, y si lo hiciera sería solo de forma temporal ya que en su banco central ya tienen la experiencia reciente de éxito sobre cómo revertir esta situacion.

Me parece posible e incluso probable que la lira turca y el rublo sigan depreciándose un tiempo más, pero no encuentro motivos para que la caída de la lira haya sido tan súbita y fuerte, y para que el rublo le haya acompañado como si Rusia se tratase de Argentina. El tiempo dirá si el mercado tenía o no razón en la tal vez exagerada variación del tipo de cambio de los últimos días.

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Este artículo tiene 3 comentarios
Muy interesante. Pienso igual sobre el rublo. Y el otro día comentaba algo al respecto sobre la ruptura de correlación entre el rublo y el petróleo. No parece mala idea tener algo de exposición a esta divisa.
14/08/2018 10:42
antiguo usuario
En respuesta a Ángel Martín Oro
Debería corregir parte del último movimiento igual que lo hizo desde marzo, pero me parece demasiado arriesgado para el posible beneficio
14/08/2018 16:15
Adjunto esta nota de Nordea: https://e-markets.nordea.com/#!/article/45556/rub-sanctions-from-hell
El artículo de MacroYield también es interesante: https://inbestia.com/analisis/de-nuevo-europa-paga-mas-caros-los-conflictos-geopoliticos-de-eeuu
En su opinión dada la cercanía de las elecciones midterm en EEUU Trump seguirá presionando a países como Rusia por lo que continuaría la presión en estas divisas. Veremos...
14/08/2018 12:59
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