Últimamente he estado leyendo mucho sobre todo lo relacionado con los pronósticos, diagnósticos, tomas de decisiones, etc... Señores de la talla de Taleb, Tetlock ,Silver o Kahneman han ocupado mi tiempo de lectura y reflexión.
Quizás por ello no he tenido demasiado tiempo para escribir ningún post. Aunque probablemente esto sólo sea una excusa, por lo que pido perdón a mis pocos seguidores. Dicho esto vamos directamente al tema que nos ocupa:
El pronóstico (en un sistema) de cómo un determinado hecho afecta a ese sistema. ¿Que hechos?¿Que sistemas? Bueno se podría cubrir un amplio abanico, pero dado que esto es un blog relacionado con los mercados, podemos pensar en hechos que pueden (o no) acabar teniendo un efecto en los mercados: la deuda de países o corporaciones, el consumo, los tipos de interés, la valoración de los activos, el envejecimiento de la población, la producción, problemas del sistema financiero, problemas de los recursos naturales....Como he dicho un amplio abanico...
Partimos de que hay un “momento cero”; no es que el hecho no existiera pero antes de ese momento su influencia en el sistema no era relevante. A partir de ese momento el “problema” se va desarrollando y alcanzando más o menos importancia en el sistema de una forma más o menos rápida. En un punto dado de ese desarrollo nosotros somos capaces de realizar un pronóstico. Aquí no entro en cómo y con qué fiabilidad realizamos el pronóstico, simplemente doy por hecho un pronóstico correcto, en un punto determinado.
El sistema tiene dos niveles claves
.-Un nivel en el hecho se manifiesta en el sistema (síntomas)
.-Un nivel en el que estos efectos desestabilizan el sistema (nivel crítico)
Pongamos todo esto en un gráfico para entenderlo mejor y examinar varios casos según la rapidez con la que progresa el hecho:
1.- El hecho se desarrolla muy rápidamente:
Nos enfrentamos a un concepto que pienso cercano al “cisne negro” de Taleb. No es que el hecho no existiera, es que no hemos sido capaces de hacer un pronóstico.
El problema es que cuando aparecen los síntomas tenemos muy poco tiempo para reaccionar antes de alcanzar el nivel crítico para el sistema.
Yo pondría en esta categoría la pérdida de la confianza en el sistema financiero que fue explosivo en la crisis del 2008 (sólo estoy hablando de este hecho no de todo lo que causó la crisis)
2.-El hecho se desarrolla pausadamente:
En este caso el pronóstico es eficaz. Lo hemos detectado antes de los síntomas aparezcan el sistema y por tanto podemos tomar medidas preventivas. Sin embargo la utilidad del pronostico es relativa, ya que también pasará un tiempo desde que los síntomas aparecen y estos son críticos para el sistema. Por tanto se podrían tomar medidas reactivas para evitar llegar a ese punto crítico.
Yo pondría en esta categoría las “burbujas”. Son pronosticables, pues las valoraciones se disparan fuera de los rangos normales y los síntomas se manifiestan mientras alegremente se dejan crecer.
3.-El hecho se desarrolla muy lentamente.
¿Pero qué ocurre si pronosticamos un problema pero este se desarrolla muy lentamente?Pues que puede ser que el problema jamás alcance el nivel en el que afecta al sistema.
¿Por qué?Pues porque es muy probable que antes de que llegue a ese nivel otro hecho haya alcanzado el nivel crítico desestabilizando todo el sistema y haciendo inútil el pronóstico realizado.
Pondría en está categoría la disminución de los recursos naturales (sin entrar en las diversas causas). Sin duda un problema que podemos pensar acabará desestabilizando el sistema. Sin embargo es un problema tan obviamente conocido que el propio sistema se encarga de solucionar (progreso) y son otros eventos los que acaban desestabilizando.
4.-El hecho no progresa
Una extensión del caso anterior.
En está categoría pondría por ejemplo el envejecimiento de la población. Es cierto que ocurre en los países occidentales, pero también es cierto que en la aldea global en la que vivimos es compensada con aumento de la joven población de los emergentes.
Estos dos últimos supuestos pueden producir lo que yo he llamado “sobrepronostico”
Es decir aunque el pronóstico sea correcto (aquí no entro en los errores cometidos al realizar el pronóstico) no es válido, pues recuerda que lo que se busca con el pronóstico su efecto en el sistema y este nunca se produce.
Basándonos en este tipo de sobrepronostico podemos tomar decisiones erróneas. Como invertir en petróleo porque se están acabando y encontrarnos con las caídas como las que están ocurriendo. O sobreponderar la inversión en emergentes por su mejor pirámide poblacional con respecto a occidente lo cual tampoco hubiera sido una buena idea.
La conclusión que creo debemos obtener es que no basta con pronosticar un hecho, sino que es importante saber con qué velocidad se desarrolla para actuar en consecuencia.
Nota:
Este post está inspirado en información de la NCI Division of Cancer Prevention sobre el problema de “sobrediagnostico” en que muchas veces derivan las pruebas de detección temprana que se realizan.Puedes leer un artículo en español en el instituto nacional del cáncer.