El 23 de agosto de 2015 publiqué una “lista negra“ compuesta por las empresas no financieras del IBEX-35 con peores ratios de solvencia en base a los balances del primer semestre de 2015. En los cinco meses justos transcurridos desde el cierre del viernes 21 de agosto de 2015 hasta el 21 de enero de 2016, la evolución de los valores del IBEX-35 es la que queda recogida en la tabla siguiente. En la columna “Pagos“ figuran los dividendos y derechos de suscripción generados durante el período.
ACS y Telefónica fueron consideradas “grises“ al presentar niveles de solvencia algo mejores, pero se incluyen en la lista negra a efectos de valorar el comportamiento conjunto de las empresas de menor solvencia del IBEX-35.
En el período indicado, la rentabilidad media (dividendos y otras remuneraciones incluidas) de las 27 empresas no financieras que en agosto de 2015 formaban parte del selectivo, ha sido negativa en un 14,88%. De estas, las 12 empresas incluidas en la lista negra han perdido un 28,25% mientras que la rentabilidad media de las 15 empresas no financieras restantes (las que pueden considerarse con una solvencia correcta) ha sido negativa en solo un 4,18%, a pesar de que tres de esas 15 empresas (Acerinox, Mediaset y Técnicas Reunidas) han perdido entre el 16% y el 27%.
Las 8 entidades financieras del IBEX-35 tampoco han salido bien paradas, pues han perdido de media un 23,39%.
A lo largo de estos cinco meses, la impresión entre muchos inversores era que los valores más penalizados no podían bajar ya más. Sin embargo, han continuado deteriorándose de tal modo que el diferencial de rentabilidad entre el grupo de empresas menos solventes respecto al de empresas con solvencia correcta ha sido del 24% en ese período. Salvo Acciona y Ferrovial, los diez valores restantes de la lista lo han hecho peor que la media de las 15 empresas solventes.
El razonamiento de que “no puede bajar más porque ya ha bajado mucho“ falla a menudo cuando se aplica a valores de entidades con dificultades financieras. Ante esta situación, los inversores quieren vender pero creen que es mal momento. Cuando los valores siguen bajando, más quieren vender pero peor consideran el momento para hacerlo, lo que supone una situación angustiosa.
No vale la pena pasarlo mal manteniendo acciones de valor dudoso. Hay que tener valor, pasar a la acción y vender sin dudar.