Durante la última semana he expresado mi opinión de que ha llegado la hora de ser salvajemente alcista en el Ibex y porque creo que la renta variable europea continuará subiendo desde los mínimos marcados en verano (ver: el caso alcista para Europa, saliendo de la recesión). Se puede decir que este artículo cierra la serie de análisis sobre la renta variable europea y española en particular. Si hasta ahora he hablado prácticamente del cambio de la tendencia macroeconómica que percibo en Europa y en España, hoy vamos a hablar en términos de trading y market timing que no de inversión (y espero que sea del gusto de aquéllos que demandan análisis más concretos y “menos macro”).
Lo primero de todo, observo cierta similitud entre el final del mercado bajista de 2007-2009 y el actual mercado bajista del Ibex:
¿Estoy diciendo que va a ocurrir igual tal y como pudiera parecer de lo que señalo en el gráfico y la opinión que he expresado los días pasados? Rotundamente no. Las analogías están bien como ejercicio intelectual pero hay que cogerlas con pinzas. De hecho, en agosto, muchos analistas decían que el mercado americano estaba comportándose igual que el principio del mercado bajista de 2007 y que estábamos abocados a la hecatombe. Pero el consenso se equivocó:
Lo que me interesa de esta aparente analogía en el IBEX, es que me hace recordar como viví los eventos del final del mercado bajista de 2007-2009 en el mercado americano y que lecciones se puede extraer en términos de trading, market timing y psicología para la situación que el IBEX enfrenta estos días de desasosiego.
Todos recordamos el fuerte mercado bajista global de esos años de plomo bursátil y especialmente el crash bursátil de finales de 2008 que se sucedió tras la quiebra de Lehman Brothers y que fue la guinda del pastel de la burbuja inmobiliaria norteamericana:
Y mientras se desarrollaba este rango lateral (con sesgo bajista si se quiere) algunos datos macroeconómicos adelantados empezaron a girar al alza. Los primerísimos datos macro en girar fueron en noviembre y otros fueron girando durante los siguientes meses, especialmente en febrero y marzo. A continuación vemos el indicador líder agregado de EEUU desarrollado por la Reserva Federal de San Luis y que giró en marzo pero, como digo, otros indicadores líderes ya estaban avisando de la posible vuelta al alza de las condiciones económicas y por eso, en mi caso, ya era alcista (o como a mi me gusta decir, salvajemente alcista) para febrero de 2009:
Pero ¿qué ocurrió? Simplemente que desde el mismo febrero y hasta el 9 de marzo el mercado entró en una especie de psicosis descendiendo violentamente e instalando la desidia en la grandísima mayoría de los operadores. Por aquél entonces ser alcista era ser un hereje, un aturdido mental o un idiota.
Y he aquí el punto de la cuestión de hoy. Las tendencias macroeconómicas duran normalmente años. Las expansiones duran años y las recesiones algo más de un año. Años. Sin embargo, el mercado que a corto-medio plazo sigue las tendencias macroeconómicas, a muy corto plazo puede hacer lo que quiera, porque no hay razón fundamental alguna que lo gobierne sino sola pura psicología de masas. Por eso predecir una tendencia macroeconómica de medio plazo es relativamente fácil comparado con discernir porque las masas un día lloran y otro ríen sin ningún cambio importante de fondo. En la primera tienes unos datos objetivos, sí, que hay que interpretarlos, pero en el segundo caso no tienes ningún tipo de dato objetivo, es todo pura subjetividad. Cuando alguien grita fuego en el teatro, no hay lógica, solo un “sálvese quien pueda”.
Observen como se comportó el IBEX al final del anterior mercado bajista de 2007-2009. En diciembre hubo un primer giro. Si el operador consideraba que la tendencia macroeconómica ya era alcista, era una primera oportunidad para buscar largos en el índice u acciones españolas. Si no tenía convicción alcista en lo que a la tendencia macroeconómica se refiere, lo mejor era ignorar el giro alcista. En todo caso, el segundo giro, ya en marzo de 2009 fue el giro válido.
¿Sencillo? sí. Y lo sencillo siempre es superior. ¿Usar este método para encontrar el suelo definitivo? un error grave. Pero sí es un buen método cuando uno detecta la tendencia macreoconómica correcta, porque, normalmente, si el primer giro en velas heiken ashi semanales no funciona, es altamente probable que el segundo o tercero funcione. Y a partir de ahí, ya todo es disfrutar los largos mercados alcistas que suelen ser propios de la bolsa.
¿Qué está ocurriendo estos días en el IBEX? Yo personalmente pensé que el doble suelo en velas heiken ashi semanales formadas durante el verano funcionarían. Pero lamentablemente si mi análisis ha sido correcto para EEUU y para Europa, no lo ha sido para el IBEX. De hecho, ese doble suelo roto no se dió con una condiciones macroeconómicas al alza en España, pero juzgué que los demás índices “tirarían del carro” español. En cualquier caso, eso es pasado y como he analizado recientemente, ahora sí que la tendencia macro ha empezado a girar al alza, tanto en Europa como en España, por eso el próximo giro en semanal en velas heiken ashi, me parece de sumo interés.
Por último, no quiero decir que esta forma de analizar y operar el mercado es para mercados bajistas, no. Es para todas las ocasiones. Observe el Eurostoxx 50 que lleva subiendo desde verano y del que espero que siga subiendo porque creo que Europa está saliendo de la recesión:
En los últimos días ha caído porque, primero, los mercados fluctúan y segundo porque el mercado ha disfrutado de unos días de psicosis con la vuelta de los europroblemas. Cuando se produce una oscilación a la baja importante, sea en este caso de un indice que ya viene subiendo o sea en el caso de un índice que viene bajando y del que cree que la tendencia macroeconómica es alcista, puede aprovechar los giros en velas heiken ashi semanales para tomar posiciones. Esto es el mismo Eurostoxx con algo de zoom:
Para mí luce como un buen intento. Y cuando el IBEX ofrezca algo similar, creo que será un buen intento y que por fin se podrá materializar (al menos por primera vez) mi idea de que ha llegado la hora de ser salvajemente alcista en el índice Ibérico.
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