Se avecina una semana caliente en los mercados. Mantén la cabeza fría

Finalmente, cuando Alexis Tsipras ha tenido que elegir llegada la hora de la verdad, ha tomado la vía partidista en vez de buscar una solución responsable para todo el pueblo heleno. La profundad deslealtad, insinceridad y ocultismo del "líder" griego hasta hace buenos a sus manirrotos antecesores. 

Ha elegido la unión de una coalición de izquierdas antes que el bienestar de sus conciudadanos. Un ejemplo más de la extrema miseria que traen las ideologías de extrema izquierda.

Ya saben las noticias, Tsipras rompió la baraja el vienes convocando un absurdo referéndum para el día 5 de julio en el que el "sí" sería a favor de una propuesta de los acreedores que en realidad no es oficial y carece de validez después del día 30 y en el que el "no" no se sabe muy bien que es. A pesar de ello, probablemente el "sí" significaría alguna oportunidad para Grecia y el "no" un abismo de obligada austeridad, forzosa salida del euro, devaluación del nuevo dracma, inflación y pobreza a la albanesa. 

Hoy mismo el Banco Central Europeo ha confirmado que no corta las líneas de liquidez que mantienen a los bancos griegos con vida, pero tampoco las ha aumentado. Grecia se ha visto forzada a cerrar sus bancos -aún por confirmar fechas- y en todo caso limitar hasta solo 60€ el disponible por persona y día cuando reabran. Como consecuencia de la errática política del gobierno y el corralito, las colas empiezan a ser kilométricas en los pocos cajeros que aún disponen de dinero. 

A pesar de esto, aunque todo pinta mal, nunca se sabe que puede ocurrir. Hoy mismo, domingo noche, Tsipras ha enviado una nueva petición de extensión del rescate y el gobierno griego dice que si se alcanza un acuerdo apropiado según sus intereses votarían "sí" en el referéndum. 

Aunque las informaciones dicen que la bolsa de Atenas no abrirá al menos el lunes, lo cierto es que cualquier inversión en bonos y en acciones griegas corren un elevadísimo riesgo de perderse al completo. En el mejor de los casos saber el resultado de esas inversiones se parece más a un juego de lotería que a un juego ganador. Es absolutamente imposible saber cuál será el desarrollo de los acontecimientos. 

Afortunadamente, hace días deshice una posición reciente que tenía en la bolsa griega (un ETF) al no entender la racionalidad con la que estaba operando el gobierno heleno. 

Como explica la genial obra del economista Carlo Maria Cipolla, uno puede tratar con personas inteligentes, que son aquellas que generan un beneficio para ellas y para los demás, con los incautos, que son aquellos que generan un beneficio para los demás pero no para sí mismos, y hasta con los malvados que se apropian de los bienes de los demás, porque todos esos agentes actúan desde el principio de la racionalidad. Pero jamás uno se ha de juntar con los estúpidos que son aquellos que no solo se generan una pérdida para sí mismos sino también para los demás. 

Y así es como hace unos días llegué a la conclusión de que había cometido un error claro invirtiendo en Grecia durante las pasadas semanas. No vi indicios claros de racionalidad y me salí. Gracias Carlo María, allá donde estés.

Pero la pregunta clave no es que va a ocurrir con los activos griegos, sino con el resto de mercados financieros, con el mercado de bonos y con el de acciones de todos los países de los que siempre hablamos.

En mi opinión, como he expresado en muchos artículos desde enero, el riesgo griego es muy limitado. Por supuesto que lo probable es una apertura a la baja mañana lunes y habrá nervios y volatilidad. ¿Cómo no? Los bajistas tienen la mano fuerte en el corto plazo y los alcistas no van a lanzarse a comprar, puesto que no son idiotas. 

Pero hay que recordar cómo funcionan los mercados. Éstos son un mecanismos de descuento de expectativas y lo que todo el mundo sabe, lo que todo el mundo ha temido y ha discutido ya está cotizado en gran medida en los precios. 

Los mercados reaccionan muy positiva o negativamente a las grandes sorpresas, a lo que no se sabía y que por tanto hay que poner precio. Sin embargo, el riesgo de contagio financiero de Grecia apenas existe y los acreedores actuales básicamente son los Estados europeos, una deuda que todo el mundo conoce al milímetro.

Muchos hablan de un nuevo Lehman Brothers europeo, pero esa idea es incorrecta en mi opinión. Lehman Brothers fue una auténtica sorpresa (que no se salvara) pero sobre todo, lo que generaba ansiedad, incertidumbre y desconfianza extrema era que nadie sabía cuanto dinero se estaba perdiendo por la opacidad y complejidad del balance de la banca americana. Nadie quería prestar a los demás y, adicionalmente, las nuevas normas contables exigían valorar el balance de los bancos a precios de mercado en todos estos productos oscuros, norma que posteriormente se abolió. 

Hoy hablamos de Grecia, un caso que hemos tenido hasta en la sopa durante 5 años como muestran estas más de 10 portadas de The Economist (la siguiente portada es de 2010). Los mercados han tenido tiempo de digerir las noticias, los acreedores privados tiempo de huir y aminorar el riesgo, los nuevos inversores de tomar solo riesgos limitados. ¿Creen posible el pánico post Lehman si se hubieran anunciado durante 5 años sus problemas? Claro que no, además entonces todas las economías estaban en recesión, lo cual era bajista y ahora tenemos la situación contraria, de expansión.

Por ello, porque las economías europeas siguen creciendo y además a un ritmo acelerado (factor nº1 en las bolsas a medio plazo, 1 año), porque el riesgo de Grecia está limitado por su propia naturaleza y difícilmente puede sorprender al mercado y porque el tamaño de Grecia es minúsculo comparado al de Europa, no lo veo un factor bajista más allá de un retroceso del mercado.

Por supuesto que me planteo realizar un movimiento táctico si se traspasan los puntos donde el mercado se volvería peligroso, pero esos movimientos tácticos ya los tenía previsto con Grecia y sin Grecia. 

Mi consejo es sangre fría ya que nadie ha conseguido nada en los mercados reaccionando al golpe de las noticias que además generan unos estúpidos. 

Si la historia es alguna guía -aunque no son ejemplos iguales-, recuerden como apenas afectó el corralito de Chipre a las bolsas en 2013, el mercado alcista continuó y continúa. De momento un 32% al alza. Y es que un mercado alcista no acaba más que cuando el ciclo cambia.