El presente artículo-biblia está inspirado por el "Melancolía de dos años de desgaste perdidos". de D. Miguel Navascues, a quien no tenía el gusto de conocer, y cuyo punto de vista, experiencia y aportaciones tengo el placer de disfrutar desde su primer post aquí en inBestia.com. Mil gracias, D. Miguel.
He escrito lo mismo desde el primer día y de manera recurrente desde entonces, pero a día de hoy me declaro insaciable ante el placer de contrastarme con el delirio de iluminati que la conjunción del momento histórico español e internet han convertido en cotidiano. Creo haber escrito ya antes que hoy en día hasta el pastor del pico más alto del más recóndito país se ha convertido en público objetivo para alguien. Cualquier día las cabras, celosas, se ponen en huelga de leche. O se las corta la idem. por falta de atención.
La izquierda española contemporánea ha terminado por convertirse en un sistema binario. Pero en vez de basado en el cero y el uno y sus innumerables combinaciones, nuestra progresía patria ha conseguido finalmente no poder realizar combinación alguna que no sea entre "basura" o "detritus".
Cualquiera diría que ante la perspectiva cierta de que la gente pudiera estar empezando a enterarse de qué va esto de la democracia, la responsabilidad y el cuento del gratis total -- como en su día se enteraron p.e. los alemanes, los daneses, los canadienses o los suecos -- todos los marxistas españoles vivos, tanto los que nos contaron que habían salido del armario como los que también se quedaron dentro pero callados, estuvieran viviendo después de décadas de larga agonía un ataque de pánico tan coral como la famosa imagen de "Novecento", película de Bernardo Bertolucci. Imagen y secuencia esta que los dirigentes de Podemos no se cansan de representar una y otra vez, bebé de Bescansa en brazos incluido. Es como si soñaran que a fuerza de representarla una y otra vez van a ser capaces de conseguir que aquella época del 1900 vuelva a rodar.
Tanta antigualla intelectual, tanto lelísmo universitario y tanto peterpan de papi rico estructurado; tanto temor tan larga y cobardemente reprimido y tanta ignorancia imberbe ha terminado finalmente en desembocar en un torrente diario de presentadores, periodistas, opinadores, tertulianos, políticos y mamporreros de todo género gritando a todas horas un día sí y otro también y en todas las televisiones aquello tan chupi de "que paren el mundo, que me bajo". Lo miso que otros en su misma situación de indigencia mental e intelectual gritaban un poco más arriba de los Pirineos hace un par de fines de semana. Por faltarles, a estos pobres mentecatos por convicción les falta hasta el blanco y negro de aquellas evocadoras fotos de París.
Así que imagínense qué mayonesa podía salir de ahí si los ingredientes introducidos en la batidora por estas vacas locas en estampida se reducen por esas cosas de la vida a basura y detritus, acompañados a última hora de un agónico de "ahora o nunca". Pues exacta y matemáticamente ésa, la que está saliendo. Repito: son matemáticas. Punto.
Si Mariano Rajoy no hubiera hecho lo que hizo desde el mismo día de su llegada a la Presidencia del Gobierno, España sería hoy Venezuela desde hace tiempo. Además de por la enorme proporción de iluminados, lerdos y tarados funcionales que ha producido nuestra Historia reciente -- una pandemia en toda regla --, porque en ese hipotético caso, y ante ningún clavo ardiendo al que agarrarse, aquella falta de esperanza cierta, real y visible ante el futuro hubiera convertido inexorablemente a España en otro bebé indefenso como aquel en manos de Michael Jackson.
En aquel hipotético caso, decía -- si Rajoy no hubiera conseguido reducir el Déficit Público un 50% en cuatro años, pasando a la vez de perder puestos de trabajo por millones a crearlos también por millones( ¡¡¡ una vuelta en "V" única en la Historia económica mundial !!! como Vd. bien conoce), los españoles nos habríamos despeñado sin remisión por el mismo precipicio por el que lo lleva haciendo la izquierda española contemporánea desde que aquella noche electoral un Felipe González jubiloso, exultante y feliz calificó como "una derrota dulce" la que él y su partido, tras lustros ininterrumpidos en el poder, acababan de sufrir ante el PP encabezado entonces por José Mª Aznar. ¡ Casi veinte años han pasado ya desde aquella "derrota dulce" hasta la "noche histórica" del 20-D de Pedro Sánchez ! Veinte años de una tendencia bajista ininterrumpida -- lo de Bambi fue por accidente -- y fundamentada en una falta de valor, de inteligencia y de principios que hace que, entre otras cosas, los líderes sean ya inevitablemente consecuencia de la antiselección orgánica. Ya se les hizo de noche entonces con papá Felipe y sus tres devaluaciones finales en cinco meses. El resto, los Bambi y Frodo, los Pedro Picapedra y la qué vendrá, como los cien hijos catalanes de los Pujol-Ferrusola: si no has visto otra cosa en casa, ni en Andalucía, ¿qué otra cosa podrías hacer?
Las grandes empresas del ser humano llevan siempre un tiempo. Tardamos siglos en levantar catedrales. "Zamora no se tomó en una hora" dice la sabiduría popular. Han sido necesarios casi dos décadas de tendencia bajista continua de noche a noche para que la progresía patria de todo pelaje y condición haya logrado alumbrar finalmente un sistema como el que han terminado por erigir. Ese tipo de obras de grandeza incomparable, y que llevan siempre aparejadas descomunales consecuencias para los propios y extraños, como la etapa negra de Zapatero, nunca son flor de un día. No hay nadie en el mundo, ni el más loco de la tribu de esa de la CUP, que pueda siquiera soñar en su más noche más iluminada que algo así se puede conseguir en lo que se chascan unos dedos. Han sido muchos días desde aquella noche -- todos los que terminan construyendo un tendencia de veinte años, de momento -- pensando, elaborando, creando, esforzándose sin parar, sin escatimar jornadas, horas o neuronas. Y todo ello de manera desinteresada, utilizando como primera y principal premisa el bienestar de los demás, de España y de los españoles. Es que se me saltan las lágrimas...
¡ Y qué me dicen Vds. de esa bandera constitucional española de tamaño y fuerza también descomunal por la que se pelean los psoecialistas y los podemistas españoles a diario por esas televisiones y alguna que otra calle de nuestra piel de toro después de que a Pedro Sánchez se le ocurriera utilizarla por sorpresa en una reunión del partido como un par de fines de semana después a Irene Lozano, la comandante Cantera, y ahora a Borrel, nosequién y la siempre jueza de ida y vuelta Margarita Robles ! ( "Querido Emilio", encabezaba el juez Garzón, de Felipe González, su nota íntima, personal y manuscrita al difunto Botín ). ¡No me jodas que no es para que te emociones y se te caigan las lágrimas como a Carolina Bescansa y sus niños con su bebé en el Congreso !
Desconozco, D. Miguel, si algún otro permitiría que España y los españoles se pudrieran día a día y a la velocidad de la luz como han hecho los amigos y protectores de ETA, y amigos y mecenas de Podemos, con Venezuela. Lo que sí sé es que Mariano Rajoy Brey, en la actualidad en funciones Presidente del Gobierno, no lo va a permitir. ¿ Que porqué lo sé ? Pues por lo mismo que sabía hace meses que Antoni Brufau íba a hacer lo que ha hecho en Repsol. Pues porque a uno y al otro se lo he visto hacer una y otra vez a lo largo de su vida, y de la mía. Y porque lo mismo que hay adultos que llega un momento en que ya no saben hacer las cosas mal, hay otros por contra que ya no tienen posibilidad alguna de cambiar su tendencia: por falta de fundamentales, tanto propios como de su tribu.
No encuentro, por tanto, lugar para la melancolía, D. Miguel. Más bien diría yo que estos tienen toda la pinta de haber sido, se miren por donde se miren, cuatro años ganados y bien ganados. Otra cosa es que la Bescansa, los Pujol-Ferrusola, los Picapiedra Sánchez (ahora rodando una de Adolfo Suárez, no se lo pierda) y todos los Michael Jackson que en España hay, no tengan disponible en este momento forma alguna de salir del sistema binario en el que han terminado enredados. Algún día les llegará el momento de espabilar. Salvo que les hagamos un puto caso. Un saludo.
Repsol en la zona de despegue. ( Por cierto, mi opinión técnica a día de hoy es que no hay que tener posiciones largas en Repsol por debajo de 12'50 e. )