Por qué todo el mundo debería utilizar y tener opciones en cartera

5 de noviembre, 2015 0
NikoGarnier.net - Actuario de formación, he trabajado en BBVA (gestora de pensiones y gestión de activos de la aseguradora), he sido gestor de... [+ info]
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Las opciones son un instrumento de inversión tremendamente versátil. Son la única herramienta que permite ganar dinero estando equivocado. Son también el único instrumento que puede llevar incorporado el stop loss (límite de pérdidas), sin que tengamos que meter otra orden u operación adicional. Son la única herramienta que nos puede hacer ganar dinero si el mercado no se ha movido, o mejor dicho, se ha movido mucho para terminar en el mismo nivel en el que empezó. Y son la única forma que tenemos de sacrificar beneficios futuros a cambio de estar cubiertos frente a caídas, es decir, una fórmula mágica que nos permite proteger nuestra cartera a coste cero, simplemente sacrificando una parte de las posibles subidas futuras del mercado. Y todo ello sin mencionar el apalancamiento, que para algunos es un demonio y para otros un ángel, cuando en realidad es sólo una herramienta que podemos (y debemos) usar de vez en cuando con mucho control y sentido común.

Pero vayamos por partes. ¿Qué es una opción?

Una opción es un instrumento financiero que da derecho a su poseedor a comprar o vender un determinado activo (acciones, índices, divisas...) a un precio fijo en una fecha futura. Las opciones que dan derecho a comprar se llaman CALL, y las que dan derecho a vender se llaman PUT.

Fíjense en que podemos comprar tanto CALLS como PUTS, y de hecho, la primera utilidad de las opciones es comprar PUTS, es decir, adquirir el derecho a vender acciones a un determinado precio en el futuro, lo cual nos otorga una protección frente a caídas del mercado (es decir, cobertura de cartera). Veamos un ejemplo.

Telefónica (TEF) cotiza a 12€, y quiero blindarme ante un riesgo de desplome. Para ello, compro una PUT de TEF a 12€, y eso me va a costar 1€. Eso sí, sólo estaré cubierto durante los próximos tres meses (porque después la opción habrá vencido, es decir, caduca). Si TEF sigue subiendo hasta 15€, pues muy bien: es como el seguro del coche, he "perdido" el dinero, pero por lo menos he estado seguro (durante tres meses en este caso). En vez de ganar 3€ por la subida de la acción desde 12€ hasta 15€, he ganado 2€ netos. En cambio, si TEF se hubiera desplomado desde 12€ hasta 8€, yo habría ejercido mi derecho de vender mis acciones de TEF a 12€, librándome así de un desplome del 33% en la cotización de la acción.

Seguramente más de uno está pensando ya en la parte especulativa: ¿Y si he comprado esa PUT sin tener acciones de TEF que cubrir? Pues ganas dinero con la caída del mercado, y además puedes ganar mucho. En nuestro ejemplo, la PUT que me costó 1€, valdría al menos 4€ al caer la acción de 12€ a 8€, lo cual significa que puedo especular directamente con el precio de la opción (en vez de la acción), y lo que compré por 1€ lo vendo por 4€. Multiplico mi inversión por 4, pero ojo, porque si estoy especulando con la opción e invierto mucho capital, tengo que saber que lo puedo perder todo (en caso de que TEF suba y la opción de venta que he comprado venza sin valor). Gráficamente se suele representar con este gráfico, donde vemos lo suculentas que son las opciones, ofreciendo un beneficio ilimitado a cambio de una pérdida limitada:

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Este ejemplo puede ser revelador para muchos, pero en realidad casi nunca vamos a utilizar las opciones de esta manera, es decir, "compras simples", y en mi curso explicaré en detalle por qué. La frase de "beneficios ilimitados y pérdidas limitadas" es muy bonita, pero esconde una peligrosa trampa en la que los principiantes suelen caer. En realidad, el principal atractivo de las opciones reside en la posibilidad de poder ser "emisor de opciones", es decir, vendedor tanto de CALLs como de PUTs (sin haberlas adquirido previamente). Esta característica es la que las hace brutalmente atractivas y poderosas, y aquí es donde se hace necesario conocerlas en profundidad, porque no son conceptos fáciles ni rápidos de entender, aunque una vez interiorizados, es como si hubiéramos descubierto un nuevo mundo.

La venta de opciones es un secreto a voces: algunos lo habrán oído o leído por ahí, pero muy poca gente alcanza a entender por qué es tan importante, ni dónde están los riesgos y las oportunidades (hay que conocer bien las dos caras). Para operar bien con opciones hace falta comprender a fondo qué factores determinan su precio (tanto actual como futuro), cómo se pueden construir estrategias mixtas, y cómo combinar todo esto con un escenario de mercado bien razonado.

Siguiendo con el ejemplo anterior, ¿qué pasa si en vez de COMPRAR la PUT de Telefónica, la VENDO? A más de uno le estará dando un corto circuito en el cerebro. Piensen despacio, pero por favor, piensen bien. Repito: VENDO una PUT, es decir, VENDO UNA OPCIÓN DE VENTA. Es decir, desarrollo una estrategia ALCISTA. Con el ejemplo lo verán mejor.

Telefónica cotiza a 12€. Si yo le vendo a César una PUT 12€ por 1€, César ejercerá ese derecho que tiene de vender, siempre que Telefónica esté por debajo de 12€. Al ejercer César su derecho de vender, me obliga a mí a comprar. Si César ejerce su derecho, yo tengo la obligación de atender su petición. Por lo tanto, si TEF cae por debajo de 12€, yo estaré obligado a comprar acciones de TEF a 12€.

En cambio si TEF sube, da igual que suba hasta 12,01€ o hasta 20€, César nunca ejercerá su derecho a vender TEF a 12€, porque preferirá vender sus acciones en el mercado a un precio superior. Consecuencia: el 1€ que he ingresado al vender la PUT, me lo quedo íntegramente. He actuado como si fuera una compañía aseguradora: le he cubierto un riesgo a César, que para él era peligroso, y por ello he cobrado una prima. Y al igual que con el seguro del coche, esa cobertura tiene un período de validez.

En el curso hablaré de todo esto mucho más en detalle. La cuestión fundamental es que la rentabilidad que se puede obtener vendiendo opciones es realmente sorprendente. El mercado ofrece unas primas generosas, porque el miedo es una emoción muy fuerte. La clave de todo esto es saber determinar cuándo ese miedo es exagerado (e incluso infundado) y se traduce en primas a ingresar con una excelente relación riesgo/recompensa, que nos permita desarrollar una estrategia consistentemente ganadora en el tiempo.

Y para completar el razonamiento, os pongo un gráfico de Telefónica en velas mensuales para ilustrar la base filosófica que hay detrás de la "venta de valor temporal", y que se podría resumir en "vender humo", es decir, vender la ilusión de la vida, la ilusión del movimiento y el cambio, que en la mayoría de las veces es eso, puro humo. ¿Cuántas veces ha estado TEF entre 10 y 12€ en los últimos diez años? Vender opciones (tanto de venta como de compra) en ese rango de precios habría sido un negocio redondo durante estos años, ingresando año tras año mientras en realidad "no ha pasado nada" en el mercado. Esa es la idea clave, aunque insisto en que no es tan fácil como parece, y es necesario elegir bien las acciones (o mejor todavía, los índices) con los que trabajar, y los momentos (el timing) para operar.

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Un ejemplo en tiempo real: BMW cotiza a 92,51€, y la PUT 92€ de vencimiento Diciembre vale 3,30€. Echen números: si durante las próximas siete semanas no ocurriera nada en los mercados, esta PUT (opción de venta) vencería sin valor, y por lo tanto si la vendemos, ingresamos nada menos que un 3,58% en exactamente 44 días. Extrapolando este dato en términos anuales, estamos hablando de una rentabilidad del 29,75% en un año. Este es el poder de "derretimiento" de las opciones, es lo que se conoce como valor temporal de las opciones, y supone una enorme oportunidad (y cuidado, también trampa), que podemos aprovechar en momentos puntuales y de forma muy controlada como hice por ejemplo a finales de septiembre en esta estrategia simple sobre BMW. Para ello tenemos que dominar los entresijos de las opciones sí o sí.

En este ejemplo simple hemos visto el impacto del paso del tiempo, pero eso no significa que sólo debamos vender opciones simples, sin más. El dinero ingresado por la venta de una opción se puede invertir en la compra de opciones, potenciando así el impacto de rentabilidad en nuestra cartera. Es lo que he hecho por ejemplo en mi última estrategia sobre el DAX.

Y también podemos limitar las pérdidas en estrategias de ventas de opciones haciendo lo que se conoce como "spreads", y que consiste simplemente en vender y comprar simultáneamente dos opciones (PUTs en nuestro ejemplo), dando siempre más protagonismo a la opción más cara (por la que ingresaremos más dinero). De esta forma se reduce el beneficio pero también se acota el riesgo potencial. Veremos que casi no hay límites en el mundo de las opciones, y podemos construirnos estrategias totalmente personalizadas a nuestras necesidades de riesgo y beneficio.

El objetivo del curso es interiorizar bien los conceptos y mostrar una serie de estrategias mixtas para explotar diversos entornos de mercado, y adaptarnos a las necesidades de cada cual. Comprendiendo bien el impacto del valor temporal y cómo protegernos de los peligros de vender opciones, tendremos toda la base necesaria para utilizar las opciones en nuestro beneficio, tanto para potenciar la rentabilidad de nuestra cartera, como para cubrirla en determinadas circunstancias de riesgo, e incluso construir una cartera basada en opciones. De una forma u otra, considero que no utilizar opciones es tener desaprovechada una parte de nuestro motor de rentabilidad.

¡ No te lo pierdas !

Nota: El próximo martes 1 de diciembre empieza mi CURSO DE OPCIONES online. Si te interesa, consulta aquí el temario y el horario, y apúntate ya.

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