En todos los ámbitos de la vida, encontramos una serie de afirmaciones que consideramos verdades básicas, a las que todo el mundo recurre y nadie discute su veracidad, una veracidad más que discutible en la mayoría de los casos. La sabiduría popular esconde muchos más errores que aciertos.
Últimamente en el ámbito de la guerra comercial USA-China, todo el mundo repite un par de mantras que nadie parece poner en duda: “En las guerras comerciales no hay ganadores, todos pierden" otro “el comercio internacional aumenta el crecimiento económico mundial, así pues una guerra comercial reducirá el crecimiento".
No soy para nada ningún experto en estos temas, pero en economía y resto de actividades, existen puntos objetivos y subjetivos. En estos últimos, todo es válido y cada cual puede defender la opinión que crea conveniente, pero los objetivos o son verdad o no lo son.
Algunos objetivos son más ambiguos y difíciles de medir, por ejemplo la idea que subyace en los beneficios de los intercambios comerciales entre países. Básicamente, el comercio internacional incentiva al país importador a ser más competitivo y producir él mismo estos bienes comprados al exterior, hacer más avanzada tecnológicamente su economía, mejorar los procesos etc.
Todo muy bonito, pero alguien sería capaz de encontrar un ejemplo consistente de esta situación, algunos puntuales hay, pero en general, lo que ha sucedido en los últimos 60 años con la apertura y acuerdos comerciales entre países, es que las empresas de los países más avanzados trasladaron parte de su producción a países con mano de obra más barata, con menos impuestos, menos regulación, derechos sociales etc. Las primeras empresas que lo hicieron lograron una posición ventajosa respecto a sus competidores que no lo hicieron o no pudieron hacerlo. Con el paso de los años esta idea fue multiplicándose y complicándose hasta puntos como mínimo conflictivos, pero es difícil encontrar casos en los cuales los países que perdieron producción con el exterior, hicieron más competitiva su economía, modernizándola o usando tecnología más avanzada, entre otras cosas porque los países que trasladaron parte de su producción al exterior eran y son los poseedores de economías más avanzadas tanto en tecnología como en los demás aspectos. Además, la única manera de competir con alguien que aplica la regla del 996 (trabajar de 9 de la mañana a 9 de la noche, 6 días a la semana) es aplicar algo similar y en ese caso es mejor rendirnos y no competir más.
Si los cambios de lugar de producción se produjeran entre países digamos homologables, con misma regulación, fiscalidad, costes sociales, es posible que si, que el país que ve como sus empresas se trasladan realice los cambios necesarios para mejorar su competitividad, pero no es esto lo que ha sucedido, pocos traslados se han producido de Francia a Alemania o de ésta a UK, y las que se producen lo hacen por otras motivaciones y en general, las que se van por las que se vienen, dentro de Europa se produjeron traslados norte-sur, buscando recortes de costes. España en los años 60-80 recibió muchas inversiones de países más desarrollados que buscaban menores costes en su producción, y ayudaron a España a progresar rápidamente durante esos años. La paradoja es que a medida que tu economía crece y recorta distancia con tus vecinos, te haces menos atractivo y parte de la inversión que llegó unas decenas antes, se fue, acompañada de las empresas nacionales punteras, en busca de otro lugar más barato, y lo triste de este asunto, es que también se trasladan los puestos de trabajo. Si compro un producto fabricado en Alemania hago una transferencia económica y laboral a Alemania, si la balanza comercial es equilibrada, sería lo comido por lo servido, pero si como sucedió antes de la última crisis el déficit comercial español alcanza el 10% de su PIB, la situación se hace insostenible. España en esos años creaba fuera los millones de puestos de trabajo que no podía ofrecer a los parados de aquí, pero los intercambios comerciales son beneficiosos para todos ¿no?. Claramente no, los intercambios comerciales entre países son más beneficios para el país que tiene superávit comercial que para el país que tiene déficit.
También encontramos déficits y superávits comerciales entre comunidades autónomas españolas, o entre países de la zona euro, pero en estos casos existen mecanismos legales que compensan estas diferencias, al menos en buena parte, a través de los presupuestos de servicios sociales, como sanidad, pensiones, educación etc. en España, o a través de los fondos estructurales, actuaciones del BCE, o aunque de forma subrepticia y suave, algún tipo de mutualización de la deuda en Europa. Pero cuando desde los años 90, la externalización de la producción se dirigió principalmente a Asia, o a países con una estructura económica y social muy distinta a la de los países desarrollados, todo esto cambió radicalmente, la posibilidad de competir con ellos en precio es nula, a menos que adoptemos una estructura económica y social similar a la de ellos, con los mismos derechos y obligaciones. Para mi no existe la menor duda de que gran parte de la pérdida en salarios y demás beneficios sociales de las empresas actuales, comparadas con los que existían en España y Europa en los años 90, empezaron a desmantelarse poco a poco en la medida en que las leyes no podían impedirlo, precisamente cuando en los 90, la aparición de los llamados Tigres del Pacífico, primero y China e India después, empezaron a atraer lenta pero imparablemente, la producción del mundo desarrollado, y se exageró después con la aparición de China e India.
En 1960, Europa, USA, Canadá, Australia y algún otro país desarrollado, acaparaban en torno al 80% del PIB mundial, desde un punto de vista moral esto era inadmisible, desde un punto de vista económico difícil de mantener, tan sólo con la ayuda militar era esto posible, así pues lo que ha sucedido desde entonces ha sido posiblemente inevitable, y un acto de justicia, pero no seamos cándidos, durante todos estos años se ha producido una transferencia de riqueza de quien tenía toda hace 60 años, al resto del mundo, y cuando uno transfiere riqueza, la suya disminuye inevitablemente, podemos sentirnos reconfortados por contribuir a un mundo más justo, pero debemos ser conscientes de lo que está sucediendo. En los últimos 60 años los países exportadores han crecido entre 2 y 3 veces más que los desarrollados, y especialmente en los últimos 20, el peso en el PIB mundial de estos países es lo suficiente grande como para amenazar cualquier tipo de crecimiento en los países antes llamados desarrollados, en el momento actual, el peso de los países desarrollados en la economía mundial no llega al 45%
Claro que según una de las afirmaciones de moda, el aumento de los intercambios, aumenta también el tamaño de la tarta, y aunque los países exportadores aumenten su parte, no tiene por qué disminuir la de los desarrollados, incluso puede aumentarla. Si la afirmación fuera verdad y se hubiera producido lo que afirma, puede que hubiera sido así, pero la realidad dice otra cosa.
La suma de las exportaciones del conjunto de los países, representaba en 1960 el 12% del PIB del planeta, y los intercambios eran mayoritariamente entre países desarrollados, hoy los intercambios de bienes y servicios del planeta suponen alrededor del 30% del PIB mundial. En estos años el crecimiento del comercio ha tenido altibajos, pero los estancamientos o descensos, en el comercio, no han venido por guerras comerciales, la causa ha sido más lógica, han sido las décadas posteriores a las grandes crisis como los años 80 y los últimos 10 años, los que han dañado el comercio, es decir que estancamientos o descensos del comercio no han provocado descensos en el crecimiento económico, más bien ha sucedido lo contrario.
Por eso se hace curioso que en ocasiones se utilice el índice Baltic dry como indicador adelantado del estado de la economía mundial, cuando es más cierto que es la actividad económica mundial, la que nos dice como estará el Baltic Dry,
En los últimos 60 años, el comercio entre países ha crecido enormemente y hoy es lo mas habitual que lo que llevamos encima un día cualquiera haya sido producido en 5 o mas países diferentes.
Sin embargo el crecimiento económico mundial no ha aumentado a un ritmo similar al de los intercambios, de hecho la tasa de crecimiento del PIB del planeta, ha sido menor en cada década desde entonces
https://data.worldbank.org/indicator/ny.gdp.mktp.kd.zg?end=2017&start=1961&view=chart
Como vemos en el enlace anterior, el crecimiento del PIB en el conjunto del planeta fue de media un 5,4% en los 60; un 4,07% en los 70; el 3,02% en los 80; 2.66% en los años 90; creció a un ritmo del 2,81% entre 2000 y 2010 y un 2,19% de media entre 2010 y 2018, precisamente 2017 y 2018, han sido los únicos de los últimos 10 años en los que la economía global ha crecido más del 3%, algo que también se espera para 2019, a pesar de aranceles y amenazas.
El ritmo de crecimiento del PIB se ha ido reduciendo, cada una de las 6 últimas décadas, aquellas en las que se ha disparado el comercio internacional, es muy difícil sostener que un aumento de los intercambios aumenta la riqueza de los países y viceversa, parece más bien al contrario, aunque una parte significativa de esa disminución en el crecimiento del PIB, viene provocado por la disminución en la tasa de aumento demográfico del planeta, en 1960 la población mundial aumentaba a ratios de 2,1% anual y ahora ronda el 1%, este hecho puede ser la causa de la mitad de la pérdida de crecimiento, la otra mitad si puede deberse al hecho del aumento desequilibrado de los intercambios comerciales, donde unos países acumulan enormes superávits, y otros grandes déficits, o tal vez la causa sea cualquier otra, pero lo que sí que es cierto es que el aumento del comercio no ha probado aumentar el crecimiento económico.
Tampoco ha probado ser cierto el axioma de que todos ganan con el comercio y por lo tanto todos perderán en caso de guerra comercial, no voy a exponer aquí el devenir en su crecimiento económico, los últimos 60 años, de los países según su posición comercial haya sido exportadora o importadora, pero sin duda a los exportadores les ha ido mucho mejor que a los importadores en este tema. Y a Europa en particular, debido a su escasez en materias primas, le ha ido bastante mal, otra cosa es la situación de las grandes empresas, que están totalmente globalizadas, y que si se les cierra un lugar donde fabricar tardaran poco en encontrar otro. Si se agudiza la guerra comercial entre China y USA, o se incorpora Europa a ella, habrá empresas y países perdedores, pero también los habrá ganadores, en una época como la actual en la que siempre ponemos el acento en los aspectos negativos, nos cansaremos de oír y leer sobre los males de determinados gigantes empresariales.
Esperemos que esto no nos impida descubrir aquellas empresas que aprovecharan las circunstancias para abrirse camino, y que en conjunto compensaran las pérdidas de las anteriores, al fin y al cabo todas las monedas tienen 2 caras, y lo que alguien pierde es porque lo ha ganado otro.