a Guerra Financiera Asimétrica o GFA llega a su fin mediante este Apéndice Final cuyo título,“Los límites de la indexación”, son harto elocuentes. Atrás quedan enemigos varios y mercenarios pertinaces acompañados de traidores y fauna similar. A través de este atroz periplo bélico-financiero le hemos sugerido cómo planificar de manera segura y eficiente la brutal guerra que el inversor debe librar en pos de su libertad e independencia financiera. No hemos escatimado en medios para apoyarle en su denodada y despiadada lucha mostrándole las estrategias más efectivas y las tácticas más letales sin olvidar el necesario e imprescindible cultivo de la voluntad de victoria. Ha conocido con nosotros varios campos de batalla y ha aprendido a mantener en ellos una sanguinaria disciplina cualesquiera que fuesen las circunstancias de la lucha para completar su instrucción, finalmente, en los peores escenarios posibles.
La esencia de la GFA es la indexación, probablemente el procedimiento más sencillo, que no fácil, de crear patrimonio de forma segura a largo plazo.Sin embargo, tal procedimiento viene delimitado por límites infranqueables: los marcados por las propias expectativas que la comunión entre patrimonio y avance general de la sociedad marcan. Quien se indexa a largo plazo sabe que, a las malas, obtendrá en el peor de los casos una rentabilidad neta del 6% aproximadamente y como media, probablemente, se mueva entre el 7%-9%, llegando en el mejor de los supuestos a un 10% según el momento en el cual haya comenzado su inversión y el tiempo que ésta haya durado así como el instante de la desinversión efectiva de lo aportado para dar cumplimiento a los objetivos y metas a largo plazo que previamente se habían trazado.
Los límites de la indexación a través de nuestro ejemplo favorito
Siguiendo con el IBEX35 podríamos expresar esos límites en los siguientes términos:
El IBEX35 pronto alcanzará los 24 años de edad pues comenzó su singladura el 14 de enero de 1.992. En el cuadro anterior puede ver reflejados 23 ejercicios de IBEX35 sin dividendos e IBEX35 con dividendos. No es el benchmark español de referencia quizá el mejor ejemplo en cuanto a rentabilidad. Sin embargo, sí lo es en términos didácticos puesto que, a pesar de la mediocridad de su performance, nos permite comprobar cómo la indexación constituye un procedimiento tan robusto y sólido de inversión y asignación de capital que incluso un índice mediocre representativo de una economía con graves problemas coyunturales y estructurales puede constituir válidamente un lugar idóneo y seguro para depositar sus ahorros y obtener beneficios palpables de ellos. Todo a pesar del oscuro pasado y no menos oscuro futuro de nuestro egregio índice patrio.
En 23 años el IBEX35 ha tenido nueve ejercicios bajistas (incluimos el año 2012), esto es, que la bolsa ha estado bajando el 39% del tiempo. Es más, cuatro de estos pésimos períodos han sucedido durante los últimos 7 años. Aún así la rentabilidad media del índice ha sido del 9.1% sin dividendos y del 13.3% con ellos. La rentabilidad por dividendo media ha sido del 4.2%. El cuadro anterior recoge el supuesto según el cual el inversor ha procedido a indexarse progresivamente mediante una cuota inicial de 1.200€ que revaloriza anualmente un 3% compuesto. Como ya conoce el procedimiento, descrito en capítulos anteriores, no incidiremos más en él.
Sin embargo, vamos a resaltar unas cuantas cosas:
- El IBEX35 comienza mal su primer año de vida en 1.992 pero cuando el inversor hace balance final tras 1.993 ya ha invertido 3.672€ y en el peor de los supuestos, esto es, el de que tan sólo obtenga la rentabilidad del IBEX35 sin dividendos, acumula 5.478€.
- A finales de 1.995, tras otro batacazo en 1.994, el inversor ya ha aportado 7.568€ y acumula 9.864€.
- El primer gran test lo tenemos al final del ejercicio 2003, donde tras invertir 29.352€ el terco inversor pasivo tiene 45.319€ acumulados a pesar de haber pasado por tres años bajistas, 2000-2002, recientemente.
- Lo malo llega en 2008 pero cuando al fin termina 2009 se han invertido 42.403€ y lo obtenido suma 85.155€.
- Y finalmente, lo peor de lo peor sucede entre 2010-2012, pero el inversor, que ya ha aportado 64.085€, acaba el 2013 con un capital de 95.019€.
Lo cierto es que cuando el año 2014 finaliza nuestro vago pero ultradisciplinado amigo indexado ha invertido 66.384€, esto es, de media 2.886€ por año o, lo que es lo mismo, 240€ mensuales. En el recuadro en rojo de la tabla de arriba se refleja el valor mínimo de su capital tras tamaño esfuerzo y perseverancia, 100.879€, mientras que en el recuadro en verde aparece lo que idealmente hubiera acumulado de haber obtenido la rentabilidad del IBEX35 con dividendos, 173.540€. Estos son los límites de la indexación. Ni más ni menos. ahí están los muros imposibles de flanquear.
El escenario más probable, como ya sostuvimos en el Epílogo anterior, es un resultado entre esas dos cifras: 100.879€-173.540€. Probablemente, después de abonar los impuestos, nuestro inversor haya podido disponer de un capital de 100.000€ o más tras una inversión total de 66.384€. Ese margen mínimo antes señalado y el margen ideal máximo constituyen, pues, los límites inexpugnables de la indexación. No es probable que el inversor obtenga la rentabilidad mínima del IBEX35, que no incluye dividendos, pero es del todo imposible, por las razones explicadas en el Epílogo, que obtenga la rentabilidad del IBEX35 con dividendos. Sin embargo, tampoco es realista pensar que un dividendo medio de más del 4% se desperdicie.
Por eso, una vez más, lo probable es un resultado intermedio, tan intermedio como 137.209€, esto es, unas plusvalías sobre los 66.384€ de 70.825€. Dando por hecho, por ejemplo, que el fisco se quedara con el 20% el inversor se habría embolsado 56.660€ que sumados a su capital de 66.384€ sumarían 123.044€. Suponiendo, eso sí, que se lograra aprovechar para el inversor la mitad de la rentabilidad por dividendo. Todo de maneraaproximada, claro. “Más o menos“, que es como hay que plantear las cosas en escenarios de renta variable.
Teorías, realidades y contradicciones
Por tanto, por el lado positivo, tenemos que el inversor pasivo va a lograr dos objetivos de capital importancia: preservar el capital invertido y batir al 70%-80% de los profesionales de la industria de los fondos de inversión, como ya hemos demostrado varias veces. Por contra, por el lado negativo, nos encontramos con que el inversor no puede ir más allá de lo que el propio índice de referencia en el cual invierte obtenga a largo plazo a caballo del irregular avance económico de la sociedad.
Nos encontramos aquí con un extraño dilema porque según la Teoría o Hipótesis de los Mercados Eficientes, apoyada a su vez en la Teoría del Paseo Aleatorio, el mercado tiene por protagonistas a agentes que operan de manera racional y que disponen de información simétrica que queda inmediatamente reflejada en el precio de los activos a través del cruce de la oferta y la demanda. Así, la indexación descansa sobre los pilares de la imposibilidad de batir al mercado porque este es eficiente en todo momento reflejando las expectativas de quienes intervienen en él. Sin embargo, resulta difícil sostener que quienes compran o venden acciones, que son seres humanos o personas, operen en todo momento de manera racional pues las emociones y los sentimientos influyen decisivamente en el proceso humano de toma de decisiones tal como podemos deducir de la aportación de las finanzas conductuales. A su vez es muy complicado mantener que la información de la cual disponen esos agentes sea simétrica y conocida por todos al mismo tiempo. Más bien lo contrario: la información es asimétrica y su disponibilidad desigual al tiempo que su interpretación subjetiva no tiene por qué concordar.
Sin embargo, es un hecho que la indexación obtiene resultados excelentes aún a pesar de fundamentarse en una teoría que es poco probable que refleje la realidad. El hecho de que exista una minoría de inversores que de manera sistemática y constante, con regularidad y a largo plazo, consiguen batir la rentabilidad media ofrecida por el mercado sin que su éxito se pueda atribuir a la suerte o la aleatoriedad, pues el tiempo es un juez implacable, refuerza, por otro lado, la premisa de que los mercados no son eficientes y que la información no es simétrica ni perfecta ni es interpretada racionalmente por los agentes económicos. De ahí que la gran contradicción de la inversión pasiva o indexada es que sus premisas son erróneas pero sus resultados prácticos son acertados.
El inversor, no obstante, no es un teórico sino un hombre de acción. Si algo funciona lo utiliza porque la ideología no paga facturas. Quizá el término medio sería aquel según el cual el mercado no es eficiente pero tiende la mayor parte del tiempo a serlo desde una perspectiva largoplacista, ignorando las convulsiones de corto plazo. Desde este punto de vista la indexación se apoya en pilares más sólidos. Si añadimos a lo anterior el hecho de que los malos resultados generales de la gestión activa se ven muy influenciados por los incentivos perversos de la industria de los fondos de inversión así como por el coste de operar en los mercados, puede entonces que la postura del inversor gandul pero astuto cobre mayor validez.
La Guerra Financiera Asimétrica debe continuar
De todas maneras volvemos de nuevo al título de este Apeéndice, la barrera infranqueable de los límites de rentabilidad de la inversión indexada. Es verdad que la ecuación tiempo-esfuerzo-rentabilidad se encuentra del lado de la gestión pasiva, de la indexación. Pero no es menos cierto que tan sólo recurriendo a la gestión activa obtendremos resultados mejores. El abismo de tiempo y esfuerzo que media entre ambas perspectivas es de una magnitud considerable. Es sencillo y cómodo obtener una rentabilidad buena del mercado sin demasiado esfuerzo. Es, por contra, muy complicado y conlleva una gran inversión de tiempo, esfuerzo y trabajo, así como de mucha dedicación, mejorar aquel resultado fácilmente obtenible.
Como sabemos que es sencillo obtener una buena rentabilidad a través de los mecanismos de la inversión indexada ocurre, consecuentemente, que la elección de alternativas de gestión activa se torna mucho más delicada y debe encararse con mayores precauciones puesto que las probabilidades de equivocarse son muy elevadas, realmente mucho mayores, infinitamente mayores, pues quien se indexa realmente no se equivoca.
La Primera Guerra Financiera Asimétrica ha terminado. El inversor la ha ganado de calle. Disciplina, constancia, paciencia han sido sus principales armas. Pero quien expulsa al enemigo de su territorio y planea entonces una retribución en casa de quien antes le ha invadido debe contar con más armas que un AK47 o un RPG7 o una variedad de IEDs. Debe contar con un ejército completa y totalmente operativo. Eso no significa que tenga que renunciar a la indexación. Gestión activa y pasiva no son excluyentes. Se puede hacer las dos cosas y con éxito tanto de manera equivalente como complementaria o accesoria de uno u otro lado. Pero quien quiere más debe aportar más. Quien aspira a engrandecer sus fronteras debe luchar con denuedo y sin vacilación con todo lo que tanga a mano.
La indexación le garantiza una victoria que no es pequeña. Pero nada más. Le regala simplemente la victoria. La gestión activa no le garantiza absolutamente nada pero es a través de ella mediante la cual se obtienen los grandes triunfos.
Querido inversor, la Primera Guerra Financiera Asimétrica ha terminado. Ahora comienza la II Guerra Financiera Asimétrica. Kill’em all.
NOTA FINAL. Los resultados del IBEX35 en 2015 son negativos y aún no los hemos reflejado en este ejemplo. La realidad indica que tras 24 años (ya añadido el 2015) la indexación concreta al IBEX35 no ha conseguido sus frutos. ¿Revertirá esta situación el 2016 o será finalmente nuestro benchmark de referencia una excepción a la indexación exitosa de índices más grandes y amplios como el SP500 o el DAX?
no entiendo la columna de la cuota real
perdonad, entendido el concepto cuota real:
doblamos la inversion despues de un año bajista. Gracias. Salut,joan
Esperando el próximo con ganas.
Indexarse de forma activa y "facil" seria otra opción, se compra todas las empresas del Ibex cada una con su peso se reinvierte los dividendos pero en momentos determinados te cubres con un corto en ese momento ni ganas y ni pierdes pero los momentos que corrigen lo que pierde el contado lo recupera el futuro y llegado el momento esa liquidez la reinvierte en comprar más acciones, nadie habla de esto probablemente algo se me escapall
En respuesta a Pepe Mary Y el chucho de colastani
Esto que acabo de describir sospeccho que los gestores de fondos no tienen ni puñetera idea de gestión activa fácil, una forma de reinvertir sin poner dinero, sI esta técnica los gestores no saben pues que se vayan a su casa, jajaja
A ver, si no es por discutir, pero volvemos a lo de siempre. Se presentan aqui resultados basados en lo que ganaria alguien que aumenta su inversion cuando
la bolsa baja.
En concreto, se planeta lo que ocurre si alguien invierte 100 euros mensuales cuando la bolsa sube. Cuando la bolsa baja, se invierten 200, 300, etc, segun el numero de periodos bajistas.
Y ya hemos discutido en algun comentario que tal cosa no es realista.
Si de manera responsable decido que puedo y quiero invertir 100 euros al mes (ya teniendo en cuenta gastos normales, imprevistos, colchon de liquidez, etc), entonces debo invertir 100 euros al mes.
Si solo invierto 20 euros en epocas alcistas, y aumento a 40, 60, etc, en epocas bajistas, entonces casi siempre mantengo dinero ocioso que no invierto, lo cual es una pena porque estamos asumiendo que invertimos en el largo plazo y que este es alcista.
Si invierto 100 euros en epocas alcistas, aumentando a 200, 300, etc, en epocas bajistas, entonces estoy invirtiendo mas de lo que responsablemente he decidido que puedo invertir.
Luego solo puedo invertir 100 euros mensuales, a lo sumo subiendo a por ejemplo 120 euros si la bolsa baja y puedo aprovechar la oportunidad. Pero nada de multiplicar mi inversion por 2 o 3 o 4, como se plantea en todos los ejemplos de esta por lo demas interesante serie sobre la guerra asimetrica financiera.
Que conste que la indexacion constante es probablemente bastante lucrativa en el largo plazo (ya presente algunos resultados brevemente en un comentario de otro articulo de esta serie). La indexacion constante es realista. Aumentar la inversion en epocas bajistas no lo es, y no se deberian poner los dientes largos al inversor novato con calculos que son simple y llanamente agua de borrajas.
"La indexacion constante es realista."
¿Por qué?
" Aumentar la inversion en epocas bajistas no lo es".
¿Por qué? (S2).
¡Pero si lo acabo de explicar!
Asumimos que la bolsa sube en el largo plazo (premisa fundamental de esta serie de artículos).
Y asumimos que queremos aplicar la inversión o indexación progresiva en el largo plazo, o sea, invertir X tras años alcistas, y 2X, 3X, etc, cuando encadenamos 1, 2, 3, etc, años bajistas.
Y ahora asumimos que podemos invertir 1200 euros al año (por ejemplo). Más es temerario. Y menos es perder oportunidades, ya que asumimos que la bolsa sube en el largo plazo.
¿Cómo aplicar la indexacion progresiva? Si invierto 400 euros en años alcistas, subiendo a 800, 1200, etc, en años bajistas, mantengo dinero ocioso que no me renta. Si invierto 1200 euros en años alcistas, y subo a 2400, 3600, etc en años bajistas, soy un temerario.
Luego nuestro plan de inversion progresiva se queda en agua de borrajas. No es realista. No podemos aumentar la inversión en épocas bajistas, salvo si invertimos muy poco en épocas alcistas, o salvo si somos unos temerarios.
Maticemos lo que haga falta, por ejemplo, podemos invertir un poco más (¡un poco no es 2X, 3X, etc!) si la bolsa baja y en ese momento tengo un ingreso adicional o me aprieto el cinturón, por ejemplo. Pero en general, si tengo 1200 euros que quiero invertir en el largo plazo, entonces debo invertir 1200 euros en el largo plazo. Esto sí es realista.
En respuesta a F A
Si descartamos la posibilidad de aumentar la cantidad invertada cuando el precio ha bajado, ¿ qué sentido tiene elegir un índice de renta variable ?
En respuesta a Ricardo Tortajada (Richard).
Hay un ejemplo de inversion constante en otro artículo de esta serie.
La idea es que, invirtiendo siempre el mismo dinero anual (o mensual), estás comprando más acciones cuando la bolsa está baja, y además lo haces a un buen precio. Eso ya da por sí mismo unas rentabilidades bastante razonables y superiores a la bolsa.
Pero siempre asumiendo que en el largo plazo la bolsa siempre sube. Misma premisa, por cierto, que en la indexacion progresiva - pero mas realizable -.
En respuesta a F A
Pero ese disco tiene una "cara b": igual que con el mismo importe abajo compramos más unidades, arriba compramos menos.
En respuesta a Ricardo Tortajada (Richard).
Comprando siempre con una cantidad fija de dinero se consigue no sólo comprar barato cuando la bolsa está barata, sino además comprar más acciones. Este doble efecto anula la "cara b" que usted menciona.
Un ejemplo extremo para aclarar el concepto. Hoy compro una acción por 100 euros. El mes que viene baja su precio hasta los 10 euros, y compro 10. En ambos meses, pues, he gastado 100 euros. Posteriormente la bolsa se recupera, aunque sin llegar al nivel de antes. A 30 euros decido vender mis 11 acciones. Gano 330 euros, o sea, beneficios de 130 euros (sin descontar comisiones e impuestos). Y ni siquiera la acción ha recuperado su antiguo valor de 100 euros. No hay "cara b", porque compro barato Y muchas acciones cuando la bolsa está baja.
Funciona también en casos más realistas. Por ejemplo, mire a ver qué ocurre si mis acciones oscilan entre 9 y 10 euros durante muchos años, y finalmente lo vendo todo al precio medio de 9,5 euros. No me quedo como estaba (que indica la intuición), sino que habré ganado mucho dinero. Haga las cuentas en 200 meses:
- 100 meses comprando 10 acciones a 10 euros
- 100 meses comprando 11 acciones a 9 euros
- he comprado en total 1000+1100 = 2100 acciones
- he gastado 10000+9900 = 19900 euros
- vendo 2100 acciones a 9,5 euros, o sea, 19950 euros. Ganancia de 50 euros en esos 200 meses.
Muy poca ganancia para tanto tiempo, pero tenga en cuenta que fundamentalmente la bolsa no ha hecho nada, ni tampoco nosotros, que hemos sido unos vagos y pasotas de cuidado.
Si la bolsa sube en el largo plazo, este método arroja resultados muy buenos. Le remito (otra vez) al correspondiente artículo de Quiet Investment sobre inversión LINEAL.
En respuesta a F A
No es un ejemplo extremo, son dos. Y no por lo cuantitativo. En el primero se relata el viejo sueño de promediar mediante una compra desproporcionada tras una gran caída, que termina con un "y entonces vendo y gano"; y en el segundo, el inversor se pasa años aportando y corriendo riesgos para, al final, terminar perdiendo una pasta contra un depósito. Y todo ello abrochado con una condicional: "si la bolsa sube...". S2.
En respuesta a Ricardo Tortajada (Richard).
Parece usted una persona curiosa con muchas dudas a las que por supuesto no es éste el lugar para contestarlas, pues nos salimos del tema.
Y el tema es que la inversión lineal es realista. Aportar 2X o 3X en general no lo es. Que la bolsa suba en el largo plazo es una premisa razonable, más que un broche condicional, y en ella se basan los artículos de Quiet Investment, o de lo contrario no hay inversor pasivo que valga.
Con una inversión constante se compra más mercado (más acciones, participaciones, etc) cuando la bolsa es barata, y se compra menos mercado (menos acciones, participaciones, etc) cuando está cara. Ambas situaciones no se compensan, sino que se genera una ganancia incluso en un mercado lateral, y más aún si la bolsa sube en el largo plazo. Mostrado queda en los dos ejemplos extremos, y mostrado queda en cualquier ejemplo intermedio que se le ocurra, y en el ejemplo a tiro hecho de Quiet Investment en el artículo sobre inversión lineal que por tercera vez le recomiendo. Búsquese además otros ejemplos aún más realistas y variados con cuantas bolsas mundiales le plazca, lo que sin duda redundará en la satisfacción de su ávida curiosidad.
Con su permiso, nada más tengo que aportar a este interesante debate, y que por lo que a mi respecta no será eterno y doy por zanjado.
En respuesta a F A
Un placer.
Pues no, no les voy a hacer caso, siempre voy al limite, pero me enseñan mucho. Tengo que invertir de 5 en 5000€ y no es fácil para uno que enpieza. Yo les dejaría seguir porque nos tienen mucho que contar (lo estoy deseando) y creo que tienen razón, evidentemente mejor evitar según que empresas, pero que tal si les dejamos teniendo en cuenta que a jente como yo nos va muy bien que nos lo expliquen así.Aprendemos a invertir, que no es facil pero si necesario.
Si crees que que es una bajada en toda regla pues te sales y ya esta, pero cuando entras.
De todas maneras me parece bien toda discusión, pero dejemos que sigan, que esto me da que solo es el principio.
Tiempo al tiempo, creo que os estais adelantando.
Un saludo a todos.
Y por supuesto no puedo doblar mi inversión, pero lo que se tiene que quedar es el concepto.
Espero segundas y terceras partes con impaciencia, pero la espera me enseña a ser mejor inversor, o eso creo.
Y por favor seguir discutiendo.
Con todo este debate, me viene a la mente un método infalible para ganar en el casino. Cosecha propia, pero que debe ser bastante obvio porque lo he oído varias veces después.
Comienzo con una apuesta de 10 euros al rojo en la ruleta.
En las ocasiones siguientes, apuesto siempre al rojo, pero aplicando las siguientes reglas:
- apuesto el doble que la vez anterior si la vez anterior he perdido.
- apuesto sólo 10 euros si la vez anterior he ganado.
Ejemplo. Apuesto 10 y gano. Apuesto 10 y pierdo. Apuesto 20 y pierdo. Apuesto 40 y gano. Apuesto 10 y pierdo. Apuesto 20 y pierdo. Apuesto 40 y pierdo. Apuesto 80 y pierdo. Apuesto 160 y gano.
Después de dos horas, sigo jugando sólo si estoy en mitad de una racha negativa. Tan pronto como la racha mala termine, me retiro.
En el ejemplo anterior, apuesto y pierdo 10+20+10+20+40+80 = 180 euros.
Pero he ganado 10+40+160 = 210 euros.
Ganancia total (a pesar de las muy malas rachas que hemos tenido) = 30 euros.
Por muy mala suerte que tenga, las rachas no deberían ser muy largas jugando al rojo o al negro. Y gracias al mecanismo de doblar la apuesta cada vez que pierdo, recuperaré todo lo perdido cuando por fin gane. Nada me impide seguir este método todos los días varias horas para hacerme rico, e incluso partir de una apuesta base de 100 euros.
¿Dónde está el sofisma?
(ADVERTENCIA: hay un sofisma. No intentarlo en casa y mucho menos en casinos. El juego provoca adicción y lo normal es perder.)
La bolsa no es el único lugar donde métodos conceptuales muy inteligentes se quedan en la práctica en agua de borrajas. Como en el método que he descrito, y que por cierto, se podría extrapolar a la inversión en bolsa: duplico y duplico cuando pierdo (2X, 4X, 8X). Podemos bautizar este método: doble progresivo, o duplicativo, o exponencial a 2...
Todo esto viene a cuento porque, si no se tiene cuidado, el sofisma oculto detrás de una buena idea puede hacerte perder hasta la camisa. En la bolsa, por suerte, el sofisma de la inversión progresiva queda en evidencia muy rápido: el inversor novato se da cuenta en seguida de que no lo puede aplicar, salvo que hipoteque la casa. Lo peor es que alguno lo hace, es decir, hipoteca la casa y, por ende su vida, por unas expectativas inversoras nada realistas y muy mal informadas.