Entre 1996 y 2016 la economía española creció un 50,6% en términos reales, lo que supone un 2,07% anual. En el mismo período de 20 años, ¿cuánto han aumentado los beneficios del conjunto de las sociedades que integran el principal índice de la bolsa española?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la variación del PIB es una magnitud real, o sea deflactada por la inflación. Por tanto, tenemos que calcular el crecimiento de los beneficios en términos reales.
Por otro lado, comparar los beneficios en términos absolutos no tiene mucho sentido ya que el IBEX 35 ha variado su composición en muchas ocasiones. Más importante aún, una parte de esos beneficios han sido obtenidos, retenidos o desviados a costa de diluir la participación de los accionistas vía ampliaciones de capital, ya sea mediante operaciones corporativas como fusiones y adquisiciones, remuneraciones en acciones a accionistas, planes de incentivos a directivos, etc.
En una empresa o banco lo que nos interesa realmente es cómo ha evolucionado su beneficio por acción, y no su resultado en términos absolutos. Si, por ejemplo, el beneficio se ha duplicado pero el número de acciones se ha triplicado, el beneficio por acción se habrá reducido la mitad.
Del mismo modo, lo que importa es averiguar cómo ha evolucionado el beneficio por acción del IBEX 35, una magnitud que tiene en cuenta todos los beneficios por acción de las entidades que componen dicho índice así como las ponderaciones relativas de estas en el conjunto.
Según datos de la sociedad FG Valores (adquirida por Merrill Lynch en 1996), el beneficio por acción del IBEX 35 fue de 310 puntos hace 20 años (el beneficio por acción de un índice no se expresa en euros sino en puntos, al igual que el propio índice).
Según mis propios datos, en 2016 el beneficio por acción del IBEX 35 fue de 617,7 puntos. El aumento en términos nominales en estos 20 años fue del 99,3%. Sin embargo, la inflación acumulada en este mismo período fue del 55,5%. En términos reales, el incremento ha sido del 28,1% (el resultado correcto se obtiene por cociente, o sea deflactando, y no por sustracción).
Es decir, entre 1996 y 2016, el beneficio por acción del principal índice de la bolsa española aumentó un 28,1% en términos reales, menos que el conjunto de la economía española, que creció un 50,6%. Las principales sociedades cotizadas, en conjunto, han creado muy poco valor para el accionista y para el ahorrador que haya confiado en las acciones como instrumento de acumulación de capital.
Esto explica en buena parte por qué al cierre de 2016 el IBEX 35 todavía estaba a 9.352,10 puntos, que se traduce en una plusvalía de únicamente el 0,78% anual en términos reales. Por otro lado, nos recuerda la importancia de una buena selección que se concentre en las empresas mejor gestionadas.
Se da la circunstancia de que el valor actual del IBEX 35 (alrededor de 10.500 puntos) es el doble que al cierre de 1996, una revalorización muy similar al incremento nominal del 99% en el beneficio por acción entre 1996 y 2016. Por si no fuera evidente, a muy largo plazo la bolsa solo puede subir lo mismo que los beneficios relativos.