Complacencia
La complacencia es un estado mental que solo existe en retrospectiva: Para
darse uno cuenta, previamente ha de quedar destruido. (Vladimir Nabokov)
Esta es una de las lecciones aprendidas tras la fulminante corrección de inicios de febrero. En efecto, tras más de un año con volatilidades ínfimas y constante tendencia alcista en las bolsas, los inversores estaban en una situación de complacencia total, incluidos muchos analistas, ignorándose muchos indicadores de sentimiento que así lo constataban y que aconsejaban prudencia.
Sentimiento de mercado
Repasando dichos indicadores, el preferido mío, el NYSE Bullish Percent, llegó
a niveles muy claros de peligro (véase mi post del 25 de octubre 2017 DOW 23.000 ¿Qué podría suceder a partir de
ahora? Y del 16 de noviembre
Bolsa de Nueva York: ¿Oportunidad de compra?)
Pues bien, a finales de enero de 2018, con el S&P500 haciendo máximos históricos, el NYSE Bullish Percent llegó a situarse a 76%, por encima del nivel de precaución de 70% y en una zona donde en ocasiones anteriores el mercado se dio la vuelta.
La imagen actual del BPNYA:
Los números en las casillas sustituyendo a las X o las O, indican el mes en que se produjo, y las letras corresponden a octubre, noviembre y diciembre, pues al tener dos dígitos es mejor representarlos con letra.
Como se puede apreciar, el giro en el mercado se produjo en febrero y la corrección que empezó como siempre de manera lenta y tranquila de pronto se aceleró fuertemente llegando a dejar el Bullish Percent en 48%, con status “Bear Confirmed”, que tras la recuperación ha pasado al “Bear Correction” actual. Las buenas oportunidades de compra se suelen dar cuando el indicador cae hasta por debajo del 30% y después se da la vuelta y logra superar de nuevo la línea del 30%. En estos momentos no se puede aun saber hacia qué lado se moverá, pues se encuentra a dos aguas, por lo que lo lógico antes de tomar ninguna decisión de compra o de venta sería esperar a ver nuevas señales. El status podría pasar de nuevo a “Bear Confirmed” o por el contrario pasar a “Bull Confirmed”, pero para ello necesitaría más movimientos y más tiempo. Es decir, primero tendría que haber un retest de los mínimos en 48% y una nueva recuperación que superase el nivel 55% actual.
"Decoupling"
Otra de las lecciones aprendidas o más bien que el mercado nos ha recordado, es que los mercados de riesgo globales se mueven al son de la bolsa de Nueva York, sin importar los fundamentales de las distintas zonas geográficas. Las bolsas del mundo se mueven al unísono con el S&P500, especialmente cuando es a la baja. Es frustrante ver como Europa, que no acompañó a USA en la fase alcista, o lo hizo de manera más tímida, y que además por valoración se encontraba mucho más barata, cayó con mayor virulencia que los índices americanos. No hay “decoupling” y no sé si algún día lo habrá.
Consenso
Es muy frustrante ver como la recomendación de consenso de sobreponderar Europa de nuevo se ha vuelto a equivocar. Esto nos recuerda una de las máximas de inversión más conocidas: No alinear totalmente la cartera según el consenso mayoritario. Cuando todo el mundo está posicionado de la misma manera es muy difícil obtener rentabilidad. Alinearse con el consenso no suele funcionar.
¿Qué podría ocurrir a partir de ahora?
Aún es pronto para anunciar una victoria, ni de los Bulls ni de los Bears, por lo que debemos darnos tiempo y ver qué pasa. Lo que me queda claro es que la volatilidad ha llegado y está aquí para quedarse. Por otra parte los fundamentales de la economía USA se están enturbiando a consecuencia del alza de las TIR de los bonos, el repunte de la inflación y los planes fiscal y de gasto del presidente Trump, que probablemente incrementarán los déficits hasta niveles nunca vistos. Por todo ello creo que los máximos recientes del S&P500 tardarán en volver a alcanzarse y que por el camino habrá mucha volatilidad.
José A. Martínez-Piñeiro
21 de febrero de 2018
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