Mi padre falleció el pasado 28 de agosto. Quiet Investment es un blog orientado a la difusión de la independencia financiera como base material de nuestra libertad individual así como al análisis de valores desde la perspectiva del value investing. No constituye, en cambio, un escaparate donde mostrar el dolor o la pena por muy intensa que ambas lo sean en estos momentos. Sin embargo, no es menos cierto que, al contrario que todos aquellos que siguen confundiendo precio con valor, la posibilidad de disponer de recursos materiales orientados a fines no esencialmente materiales nos puede ayudar, cuando la vida nos golpea, a aminorar una situación a priori espantosa. Que algo deje de ser espantoso para pasar a ser un poco menos espantoso no parece un gran consuelo y, de hecho, no lo es cuando de la muerte se trata. Pero es la opción que te deja la vida. La única que te va a dejar. Hace tiempo publicamos unpost en el cual conectábamos la terrible adversidad que supone enfrentarse a la enfermedad y muerte de un ser querido con la independencia financiera. Hoy trataremos con el mejor ánimo posible de ofrecer algunos consejos al inversor basados en las cosas que mi padre hizo antes de morir.
El mes previo a su fallecimiento, tras abandonar el hospital después de una recaída, una extraña e inacabable energía invadió el cuerpo y la mente de mi padre de tal manera que emprendió una serie de actividades y tomó algunas inesperadas decisiones sin que nada me dijera al respecto y sin que yo albergara sospecha alguna acerca de las mismas. Algunas de las cosas que hizo antes de morir tienen una saludable y optimista traducción financiera.
Tras un largo período de ensayo-error y tras haber concedido al asunto un tiempo prudencial de espera, papá se armó hasta los dientes con su amplio arsenal de jardinería y procedió a arrancar de la huerta aquellos árboles, jóvenes y mayores, que se habían secado o bien estaban enfermos. No sólo eso. Ni corto ni perezoso los cortó y procesó para su uso como leña en el próximo invierno. A su vez, realizó nuevos injertos y plantó otros árboles. Una semana después falleció.
LA AVERSIÓN A LA PÉRDIDA
Como hemos tratado varias veces del análisis de valores desde el punto de vista negativo, es decir, lo que no le conviene por regla general a la mayoría de inversores, no es ninguna novedad para Quiet Investment el recibir algún que otro mail amenazador o insultante que normalmente obedece al “síndrome del pillado.” El “pillado” es una de las grandes falacias narrativas de la bolsa porque en esencia no existe. Esto es, no hay “pillados” porque el “pillado” es tan sólo un especulador o inversor que no quiere asumir que ha perdido dinero o que lo va a perder y, por tanto, se refugia en todo aquello que refuerce sus convicciones y también en la inactividad, lo cual es incluso peor.
Recuerde que las pérdidas son asimétricas y su intensidad sentimental es el doble que la de las ganancias pero, tal como mi padre hizo antes de morir, deben ser podadas porque de esta manera podremos realizar libremente nuevos injertos y siembras. No permita que los errores de inversión del pasado enturbien los aciertos del futuro. Anímese hombre, en la guerra y en la vida en general sólo se puede morir una vez pero como inversor usted tiene justo todo lo contrario que en los videojuegos, esto es, no vidas ilimitadas sino muertes ilimitadas.
Equipado esta vez con rotulador y papelería varia papá procedió a asignar una etiqueta a cada llave de la casa y sus dependencias de tal forma que ni mamá ni ninguno de sus dos despistados hijos corriera el riesgo de equivocarse. Cuando vi el cajón con las llaves etiquetadas pensé de buenas a primeras que había demasiadas. No obstante, tras repasar bien la situación caí en la cuenta de que constaban las justas y necesarias. Ni más ni menos.
SIMPLICIDAD EN LOS INSTRUMENTOS DE INVERSIÓN
No le va a ir mejor por ser accionista de 100 compañías y poseer 30 fondos de inversión y 40 ETFs o una miríada de productos financieros. Simplifique su operativa. Si es con fondos de inversión de gestión activa, dos o tres. Si es con indexados, dos o tres. Si es con acciones cinco o diez. Por ahí. Adaptado todo a sus circunstancias. No se emborrache tampoco con la avalancha de productos financieros de todo tipo con los cuales le va a bombardear la industria de intermediación financiera. Pocas cosas y bien ordenadas. Sencillez y orden.
Jamás llegué a ser consciente de que papá sabía que iba a morir pronto. La familia, por supuesto, conocíamos el terrible hecho de que sería todo un milagro que pasáramos las Navidades juntos. Pero de alguna forma creí que mi padre lo ignoraba. Me equivoqué. Es más, dejó establecido de una forma harto sorprendente para mí su funeral. Mejor dicho: su no-funeral. Pidió ser incinerado y que sus cenizas yacieran en el río Mero y junto a los árboles recién plantados del huerto. No hubo esquela. Ni velatorio. Ni ramos de flores. Ni coronas. Ni funeral. Ni “cabo de año.” Ni misa de “ánimas.” No se avisó a los parientes. En especial a los parientes morosos. Mucho menos a los vecinos. Teniendo en cuenta la edad de mi padre y el ambiente socio-cultural en el cual se educó, la Galicia mortuoria, su corte de mangas final a la tradición fúnebre galaica y su retahíla de usos y convenciones sociales con altos niveles de hipocresía y chismorreo, que incluye un montón de desconocidos y parientes diciendo sandeces en el entierro y sus aledaños, he de admitir sinceramente que “el viejo” me sorprendió. Además, le ha sobrado dinero del seguro de deceso.
PENSAMIENTO INDEPENDIENTE, CONTRARIAN Y ANTI-GRUPAL
Una de las cosas más difíciles que tiene que hacer el inversor es pensar por sí mismo y olvidarse de los demás por mucho que éstos le rompan la cabeza tanto si son amigos, parientes, intermediarios financieros, medios de comunicación y un largo etcétera que juntos conforman el comportamiento grupal y gregario que condena a muchos inversores a hacer lo mismo que hacen todos y a obtener, de este modo, sus mismos y malos resultados. No tenga miedo de desairar a la sociedad con su comportamiento contra-corriente. Y mucho menos a la sociedad financiera. Además, como ha podido ver de la mano de mi padre, nunca es tarde. Si todos se equivocan tenga el valor de mantener su postura porque usted no estará más o menos equivocado porque un rebaño de personas opinen y actúen de forma diferente a la suya sino que estará o no equivocado si su razonamiento es correcto o no.
Si había algo que de verdad podía irritar a mi padre eso eran los cuchillos que no cortan. Con el tiempo en contra y liado por aquí y por allá papá no dejó punta sin filo en el arsenal cuchillero doméstico. Recuerdo momentos en los cuales la fatalidad me perseguía y ocasionalmente acababan en mis manos artilugios destinados a cortar cuyo filo no cumplía con mis expectativas. Rápidamente tal problema se solucionaba sólo con que mi padre apareciera. Pasando estos días en casa me entretuve una vez observando la cubertería de uso corriente. Podría afeitarme con cualquiera de esos cuchillos.
PERMANEZCA ALERTA Y PREPARADO PARA APROVECHAR SUS OPORTUNIDADES DE INVERSIÓN
Es verdad que gran parte de su trabajo como inversor, sobre todo si opera a largo plazo bien indexado o bien adscrito a los principios del value investing, consistirá más en observar que en actuar. Pero no es menos cierto que las oportunidades no van a esperar ni por usted ni por nadie. Debe mantenerse siempre alerta y preparado para subirse a ellas porque no sólo se puede invertir con éxito en un mercado bajista con precios de derribo sino también en uno alcista. Piense además que los períodos bajistas duran tres veces menos que los alcistas así que mantenga los cuchillos afilados, esto es, permanezca alerta y con efectivo en reserva.
Dejó mi padre una tarea por hacer: podar el limonero. Recuerdo que lo mencionó en la última conversación que tuvimos por teléfono. Lo que no hizo fue encargarme a mí la poda. Antes se arrancaría él mismo las muelas que permitir que yo, que no soy nada ducho en menesteres de jardinería ni bricolage, destripara en atroz crimen su preciado (y por cierto productivo) limonero. Lo que mi padre me quiso decir es que me encargara de que el limonero fuera podado. No que yo lo torturase. Mi socio y amigo, Santiago, acaba de hacerlo de manera expeditiva y quirúrgica, muy al gusto de mi padre cuya experiencia vital le había enseñado que algunas cosas es muy importante hacerlas por uno mismo.
HÁGASE CARGO Y RESPONSABLE DE SUS ASUNTOS FINANCIEROS AL MISMO TIEMPO QUE APRENDE A DELEGAR
Determinadas cosas en la vida precisan de nuestra implicación y participación activa. Gran parte de los males que aquejan a la sufrida clase media española provienen de su dejadez a la hora de hacerse cargo y responsable de su futuro financiero. Personas de gran inteligencia dedican cantidades ingentes de esfuerzo y tiempo para adquirir un vehículo o comprarse ropa o gadchets mientras que liquidan en cinco minutos de friendzone bancaria su futuro financiero. Es responsabilidad individual de cada uno el tomar las riendas de su devenir financiero y no dejarlas al albur de la diosa fortuna. Al mismo tiempo es necesario saber delegar.
Hace ya años que gestiono el ahorro familiar. En su momento le propuse a mis padres el paso de la renta fija a la variable en un proceso no traumático y sí progresivo de asignación de capital en base al uso de fondos de inversión en una sencilla pero saludable combinación. Yo tenía y tengo un mandato muy importante que cumplir: que mi madre, ama de casa, no sea penalizada por el gobierno con la basura de pensión que acostumbra. Era un gran temor e inquietud para mi padre que eso sucediera tras su fallecimiento pues él, bastante escéptico con nuestros políticos tanto de casta como de neo-casta, consideraba que algo tan importante mejor era hacerlo nosotros y no dejarlo en manos de unos individuos (políticos) a los que él, sinceramente, no usaría ni para limpiar su retrete.
Comprenda lo que hace a nivel financiero y delegue después si le hace falta no sin antes definir cual es su objetivo de inversión. El de mi padre no era una cifra ni un porcentaje. Eso me lo dejaba a mí. El de mi padre era el bienestar de su esposa. No se fue de este mundo sin que yo cumpliera sus dos mandatos principales: uno, la vida continúa y no se detiene porque una persona esté enferma, así que todos debemos continuar con lo nuestro, y dos, que no le falte nada a mamá. Así se ha hecho. El tercer mandato que me dio me lo guardo para mí. Grrrrr… Estoy en ello papá…pero maldigo el día en que te lo prometí.
Huye de los gorrones y de los tacaños porque quien ahorra el céntimo suele desperdiciar el euro. No impongas a los demás tu criterio ni tus opiniones. No escatimes dinero ni con los pies ni con los dientes ni con los ojos. Si alguien te presta su coche (estaría loco si lo hiciera o no te ha visto aparcar) al menos devuélveselo con el depósito lleno. No te fíes de los políticos ni de sus promesas (nunca). Ni prestes ni pidas prestado. No gastes más de lo que ganas. Ahorra. Jamás maltrates a un animal. Viaja y conoce mundo. Lee. No te metas en líos. Confía en las personas que te quieren….
Son infinidad las cosas que me ha enseñado mi padre. Quizá la más importante, como persona y también, por qué no, como inversor es el significado de la libertad. Mi padre no impidió jamás que me equivocara y aprendiera por mí mismo que la libertad y la independencia queman. Me he quemado muchas veces y ni una sola sin que pudiera volver a casa y sanar mis heridas y sin que él estuviera de una u otra forma allí.
ENRIQUE NÚÑEZ BOUZAS
CIUDADANO EJEMPLAR Y HONESTO, CONTRIBUYENTE EJEMPLAR Y HONESTO (aunque resignado), INVERSOR EJEMPLAR POR SU PACIENCIA, CONSTANCIA Y DISCIPLINA
pero sobre todo, sobre todo y por encima de todo
ENRIQUE NÚÑEZ BOUZAS
Mi padre
Escuché tu último suspiro y cerré tus ojos. Ve en paz papá porque las cosas más importantes que una persona tiene que hacer en la vida tú las hiciste todas bien