Veamos con detalle la evolución de este ratio de revisiones en tres índices: IBEX 35 (español), DAX 30 (alemán) y Nikkei (japonés). Recientemente ha destacado el ratio del Nikkei, pasando en cuestión de semanas de 0,5 (por cada revisión al alza había dos a la baja) a 2,5 (por cada revisión a la baja había 2,5 al alza). La respuesta de la cotización del índice japonés no se hizo esperar en forma de explosión alcista desde 4T12 hasta los primeros meses de 2013. La “Abenomics” fue el catalizador de ese movimiento. Esta “Abenomics”, recordamos, es como se conoce popularmente a la política aplicada por el primer ministro japonés Shinzo Abe, basada en un fuerte estímulo fiscal, unas reformas estructurales que fomenten la competitividad y, sobre todo, una flexibilización monetaria masiva que provocó fortísimos movimientos en los mercados financieros (Yen, Nikkei y tipos de interés de la deuda). La euforia inicial ha dejado paso a una etapa de moderado optimismo. Así, actualmente la ratio de revisiones de beneficios sobre el mercado japonés se ha estabilizado en 1,1 (lejos de las 2,5 del primer trimestre de 2013).
La travesía por el desierto del IBEX 35 ¿llega a su fin? Nuestro selectivo no tiene un earnings momentum por encima de la unidad desde finales de 2009, quedándose al margen de fases expansivas en beneficios que sí han experimentado otros índices no muy lejanos, como el DAX alemán. Precisamente esa diferente fase en el ciclo de beneficios ha propiciado un claro mejor comportamiento relativo de la renta variable alemana frente a la española. Pero lo más interesante es el presente. Y aquí observamos que el ratio de revisiones de beneficios en el IBEX 35 ha pasado de 0,4 a 0,66. Son niveles todavía muy bajos, pero por primera vez mucho tiempo está por encima del ratio del DAX y otras bolsas europeas.
Habrá que estar atentos si en los próximos meses se confirma este cambio de tendencia en el ratio de revisiones de beneficios del IBEX 35, porque de ser así habría que sumar un tercer argumento para tener bolsa española en cartera. Los otros dos son: infravaloración relativa y dirección de flujos (muchos gestores internacionales están subiendo peso en cartera desde una posición infraponderada).