La inflación en el punto de mira

14 de octubre, 2016 0
Empresa de Asesoramiento Financiero inscrita con el nº 47 en la CNMV diseñando carteras de inversión respetando el perfil de riesgo del... [+ info]
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La diferencia principal de raíz entre el Banco Central Europeo y su homólogo en los Estados Unidos, la Reserva Federal, es su objetivo principal como institución financiera: mientras el primero tiene la tarea de mantener la estabilidad de precios, entendida en este caso como una inflación controlada cercana pero inferior al 2% anual; en EEUU el objetivo de la institución es más general, pudiendo utilizar diversas vías para obtener crecimiento económico y pleno empleo.

Sin embargo en 2012 se hizo público que desde 1996, con Alan Greespan como presidente de la FED, se marcaron internamente el objetivo de mantener la inflación controlada al 2%, antes de que existiese el Banco Central de la Zona Euro.

Este asunto ha quedado más patente en los últimos tiempos viendo como se iban difuminando los objetivos, tratando el BCE de buscar crecimiento económico (algo que por otro lado debería elevar la inflación), y la FED esperando señales de inflación consistentes antes de seguir incrementando sus tipos de interés, a pesar de contar con lo que es considerado pleno empleo (<5%) desde hace ya un año (Oct. 2015).

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También desde Estados Unidos preocupa la situación del resto del mundo, con los países considerados emergentes en riesgo, Europa sin mostrar crecimiento económico suficiente, Japón intentando estimular su economía con políticas expansivas cada vez más agresivas, y China reduciendo su crecimiento mientras trata de cambiar su modelo económico, algo que no será sencillo.

Por todo ello no están incrementando sus tipos de interés como predijeron en diciembre del pasado año, con una estimación de 3-4 subidas para este año que se quedarán en una, en caso de elevar estas tasas el próximo mes de diciembre como espera el consenso de mercado.

Esta situación ha dado alas durante este año a las expectativas de inflación, controlada en cierto modo mediante subidas de los tipos que han decidido no realizar y posponer en cada reunión que ha mantenido este año el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de Estados Unidos.

Como consecuencia hemos visto una evolución muy positiva de los vehículos de inversión especializados en deuda ligada a la inflación, como se puede apreciar en los siguientes fondos de inversión:

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Este vehículo de inversión de AXA destaca por su volumen, superando los 3mil millones de euros de patrimonio, con un comportamiento volátil pero que en este año ha obtenido un rendimiento superior al 11%, y de media en los últimos 3 años supera el 5,5% anual.

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Este vehículo de inversión de Groupama pese a su inferior volumen, ha tenido un comportamiento ligeramente superior en 3 años al de AXA, con una rentabilidad media del 5,65% anual.

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En el caso del activo de la gestora Schroder, se encuentra en un punto intermedio entre los productos anteriores, con un patrimonio de mil millones, y un comportamiento similar al de AXA, superándolo ligeramente este año.

Además en este caso podemos optar por su clase en dólares, pudiendo aprovechar un fortalecimiento de la divisa norteamericana para incrementar la rentabilidad, como se puede observar en el producto, que promedia a 3 años más del doble que sus homólogos en la divisa europea, un 13,4% anual:

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En cualquier caso la inversión en este tipo de productos debe ser selectiva, solo para momentos puntuales en los que realmente pensemos que la inflación futura no se encuentra ya descontada por el mercado, ya que en caso contrario también se hunden de forma violenta.

Actualmente las previsiones de inflación podrían estar algo bajas o no, dependiendo en gran medida del coste energético, con un barril de petróleo indeciso y que genera opiniones para todos los gustos.

Los que piensan que se mantendrá estable en los 50$ deberán decidir invertir en deuda ligada a la inflación atendiendo a datos más previsibles como la producción industrial, datos de consumo, datos de empleo, e incluso hipotecas y créditos concedidos; estos indicadores superando expectativas podrían acelerar la inflación.

Los inversores que tengan la idea de ver en el corto-medio plazo al petróleo volver al rango que ha mantenido durante el último año, entre los 30-50$, deberían esperar que la inflación no consiga despegar por el momento, produciendo una bajada de las expectativas actuales y como consecuencia pérdidas importantes en la deuda ligada a la inflación.

Sin embargo, si la idea que tenemos es distinta, pensando en el medio plazo en un barril de crudo por encima de los 50$, creemos que aun puede quedar cierto recorrido a este tipo de productos en los próximos meses.

Una forma de explicar este tipo de deuda y el por qué es la más afectada por las expectativas es la siguiente:

Pongamos como ejemplo que en un momento dado un gobierno como el de EEUU emite deuda a tipo fijo a 5 años, y en la misma subasta emite otros bonos de tipo flotante, ligado a la inflación.

Si la subasta de bonos a tipo fijo a 5 años se cerrara con una TIR del 3%, y la subasta de los bonos flotantes al 1%, los inversores estarían pronosticando una inflación implícita del 2%.

A partir de aquí es cuando debemos estimar si creemos que puede ser mayor o menor a ese 2% en el medio plazo e invertir o no en consecuencia en los activos ligados a inflación.

En este gráfico se muestra el histórico de expectativas de inflación marcado en rojo, obtenido de la diferencia entre la deuda emitida a tipo fijo y flotante en EEUU:

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Actualmente la inflación y la expectativa en el corto plazo en las zonas más importantes es la siguiente:

Estados Unidos

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Zona Euro

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China

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Japón

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Más concretamente, la reserva federal de San Francisco ha pronosticado en 2017 que se alcance el 2% de inflación como se indica en el gráfico siguiente:

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En síntesis, la inversión en productos ligados a la inflación es bastante volátil debido a que su rendimiento se basa exclusivamente en las expectativas que haya en el mercado para el futuro.

No se trata de una inversión recomendada para todos los perfiles, siendo una inversión oportunista en momentos concretos como este año para perfiles más arriesgados, mientras que en perfiles menos arriesgados podría utilizarse como cobertura parcial de la cartera para no perder poder adquisitivo en caso de hiperinflación no prevista, pensando en mantenerlos hasta vencimiento.

Desde ASPAIN 11 Asesores Financieros preferimos sin embargo confiar en otro tipo de gestión de carteras para combatir la inflación en perfiles conservadores, obteniendo rentabilidades adecuadas a cada perfil anualmente que nos permitan mantener el poder adquisitivo de los grandes patrimonios en el largo plazo.

Un cordial saludo.

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