La economía española parece que ha dejado atrás la crisis económica y se desplaza a velocidad de crucero llegando en el 1T de 2017 a tasas de crecimiento interanual del PIB del 4,1% en precios corrientes y del 3% en términos constantes (figura siguiente), sobrepasando ya los niveles de PIB previos a la crisis, lo que debería implicar simultáneamente que las familias han dejado atrás las penurias económicas que han sufrido.
Figura 1.- Evolución del PIB en euros en datos trimestrales (azul-escala izquierda) y en incremento interanual (rojo-escala derecha). Datos INE corregidos de efectos estacionales y de calendario.
Sin embargo, el optimismo económico requiere cierta precaución, ya que lo deseable es que este se refleje en salarios y en poder adquisitivo de las familias, lo que no ha ocurrido en la medida deseable.
El número de ocupados y asalariados se reduce desde los máximos del 3T 2007 hasta mínimos en el 1T 2014 con caídas superiores al 18%. A partir del mínimo indicado, se produjo una recuperación que en ningún caso ha permitido alcanzar los niveles de ocupación y empleo previos a la crisis, siendo respectivamente para ocupados y asalariados, en el 2T de 2017, un 9,35% y 9,22% inferiores a los niveles previos a la crisis (figura siguiente).
Figura 2.- Evolución de la ocupación y el empleo asalariado en España. Evolución del número de ocupados (asalariados + no asalariados) en escala izquierda en miles. Evolución del empleo a tiempo parcial y empleo temporal en porcentaje con respecto al número total de asalariados en escala derecha. Datos INE.
Aunque el dato de empleo es negativo, también es necesario notar que los salarios se han incrementado casi un 10% entre finales de 2008 y el 1T de 2017, aunque de forma no homogénea, ya que la hora trabajada en contratos de jornada completa se ha incrementado del orden del 12% mientras que los de jornada parcial un 5%. (datos INE de medias móviles de 4 trimestres)
Indudablemente existe una fuerte correlación positiva el crecimiento del PIB y el incremento de ocupados o asalariados (0,92), siendo el incremento del número de estos últimos inferior al incremento del PIB, de tal forma que un incremento del 1% del PIB implica un crecimiento del 0,85% del número de ocupados (figura siguiente).
Figura 3.- Estudio de correlación entre el incremento anual del número de ocupados e incremento del PIB. Datos trimestrales en incrementos interanuales. Elaboración propia a partir datos del INE: ocupados y PIB .
Pero siendo los niveles de ocupación y empleo importantes, también es necesario evaluar la calidad del empleo, medido como el número y evolución de contratos temporales y a tiempo parcial, así como el porcentaje que representan con respecto al total de contratos.
La segunda gráfica permite apreciar como el empleo a tiempo parcial muestra una tendencia creciente desde 2002, experimentando a partir del 2T 2014 una ligera reducción desde 17,67% al 16,59% del total de contratos, lo que no ha impedido alcanzar el máximo de contratos de este tipo (2,6 mill) en la serie mostrada a partir del año 2002, en parte debido a que la remuneración por hora trabajada a tiempo parcial es significativamente inferior a la de la jornada de tiempo completo, ampliándose esta diferencia desde el 28% en el 1T de 2008 hasta el más del 32%en el 1T de 2017.
Sin embargo, también se puede extraer un aspecto positivo de la reducción porcentual de los contratos a tiempo parcial con respecto al total de contratos, y es que implica que el número de contratos a tiempo completo se ha incrementado todavía en mayor medida.
Además de los contratos a tiempo parcial, una de las lacras del empleo en nuestro país es el empleo temporal. De la figura 2 se desprende que la evolución de este tipo de contrato ha mejorado ostensiblemente, ya que si en el año 2002 suponía del orden del 32% de la contratación de los asalariados, en el 2T de 2017 era solo del 26,8%, aunque elevándose desde el mínimo de 21,94% en el 1T 2013.
La evolución del empleo y los distintos tipos de contratos se muestra en la siguiente tabla.
| T3 2007
| T1 2014
| T2 2017
| T2 2017-T1 2014
| T2 2017-T3 2007
|
Asalariados | 17095 | 13930 | 15690 | 1761 | -1404 |
t completo | 15194 | 11509 | 13087 | 1578 | -2107 |
t parcial | 1901 | 2420 | 2603 | 183 | 702 |
cto indefinido | 11652 | 10708 | 11484 | 777 | -168 |
cto temporal | 5442 | 3222 | 4206 | 984 | -1236 |
Tabla1.- Se han escogido tres fechas caracterizadas por los máximos de empleo (T3 2007), mínimos (T1 2014) y el momento actual (2T 2017) para analizar la evolución del empleo y de los distintos tipos de contratos: A tiempo completo y parcial, e indefinidos y temporales. Datos INE
La tabla muestra como a pesar de la recuperación económica, el empleo se ha quedado rezagado, ya que desde el T3 2007 se han perdido hasta la actualidad 1,4 millones de empleos, incluso a pesar de los 1,76 mill de empleos recuperados desde los mínimos del T1 2014, siendo la evolución del empleo a tiempo parcial el único que registra números positivos, lo cual no parece muy prometedor.
En cuanto al empleo temporal, desde el 3T 2007 se han perdido 1,23 mill de contratos, mientras que solo se han perdido 168.000 indefinidos, debido a que el ajuste del empleo se ha llevado a cabo fundamentalmente a través del empleo temporal, lo que ha dado lugar a que en base a un efecto composición, el porcentaje de empleos indefinidos haya experimentado un crecimiento a pesar de su reducción, pasando de constituir el 68,16% al 73,19% de los contratos.
Asimismo, desde el 1T 2014 se han creado más empleos temporales que indefinidos, dando lugar a que a pesar del incremento de empleos indefinidos, estos suponen un menor porcentaje del empleo total.
Uno de los problemas del empleo a tiempo parcial es que, conjuntamente con la sobrecualificación, alimentan el subempleo. En el primer caso por un inferior número de horas trabajadas con respecto al total que desearían trabajarse, lo que ha dado lugar a que en el 2T de 2017, el número de horas perdidas semanales por este motivo se haya situado en 75,23 mill . Lo que suponiendo una jornada de 8 horas diarias implicaría la pérdida de 9,4 mill de jornadas semanales perdidas. Y en segundo lugar, la sobrecualificación implica la ocupación de trabajadores en tareas inferiores a las de su cualificación, contribuyendo ambos factores a que la producción nacional sea inferior a su potencial.
Desde el 2T de 2008, en que se alcanzó el mayor nivel de PIB en términos trimestrales, al mismo tiempo que suponía 722 mill de horas efectivas semanales trabajadas , el número de estas se ha reducido hasta 613,85 mill en el 2T 2017, un 14,98% inferior a las del 2T 2008.
Esta situación ha dado lugar a que al analizar el PIB por el lado de la renta, la remuneración de asalariados haya reducido su aportación al PIB un 6% en el periodo indicado, mientras que el excedente bruto de explotación (beneficio empresarial) y rentas mixtas (autónomos) incrementan su contribución un 1,43%, y los impuestos pasan a suponer un 10,22%, incrementando su contribución un 31,13% (tabla siguiente).
| T2 2008
| T1 2017
| inc (%)
|
Producto interior bruto a precios de mercado
| 280.470 | 285.293 | 1,72% |
Remuneración asalariados
| 49,97% | 46,94% | -6,06% |
Excedente bruto explotación y Renta mixta
| 42,24% | 42,84% | 1,43% |
Impuestos netos sobre producción e importaciones
| 7,79% | 10,22% | 31,13% |
Tabla 2.- Evolución, incremento y contribución al PIB de la remuneración salarial, excedente bruto de explotación y rentas mixtas así como impuestos entre el segundo trimestre de 2008 y el primer trimestre de 2017. Elaboración propia a partir de datos INE
RESUMEN Y CONCLUSIONES
La actividad económica española medida en términos de PIB está experimentando tasas de crecimiento superiores a la media de la UE-28 y el área euro http://www.ine.es/prensa/cntr0117.pdf . Siendo una buena noticia, un factor importante relacionado con la marcha económica y que se encuentra rezagado con respecto al PIB es el empleo, ya que si bien el PIB ha alcanzo los niveles previos a la crisis, el nivel de empleo se encuentra todavía lejos de los alcanzados en aquellas fechas.
Es conocido que la actividad económica impulsa el empleo, pero de la misma forma que este es un aspecto esencial de la economía de un país, también lo es la calidad del mismo, siendo importante evaluar la evolución del empleo a tiempo parcial y temporal.
El análisis de la evolución de los distintos tipos de contratos nos indica que el tipo de contrato con mejor comportamiento es el de jornada a tiempo parcial, caracterizada por una menor remuneración por hora, y que contribuye, conjuntamente con la sobrecualificación a alimentar el subempleo y contraer el PIB.
Al mismo tiempo, la evolución del empleo ha contribuido a que la remuneración de los asalariados reduzca su contribución al PIB y que la desigualdad se haya incrementado un 8% entre 2007 y 2016 .