A los mercados en general y a la Bolsa en particular se puede ir a comprar acciones, derivados, fondos de inversión mobiliaria, planes de pensiones, divisas, materias primas, etc, etc, pero para tener éxito, nunca asegurado, ni garantizado, como en el mundo de los toros hay que ser valientes y por supuesto hay que estar debidamente preparado para cuando lleguen las cornadas que nos dejen con vida.
Definamos a una persona valiente como una persona capaz de acometer una empresa arriesgada a pesar del peligro y el posible temor que suscita. Por el contrario definamos a una persona imprudente como la persona que no tiene prudencia o cautela.
Quizás sorprenda el tema a tratar pero en un país donde todos somos seleccionadores de futbol y sabemos más que cualquier profesional en su materia hay que empezar a pedir prudencia y cautela a los inversores, pues encontrar a jueces que cuando alguien tiene una perdida te tomen por tontito y condenen al banco a retribuirte como si hubieras hecho bien la inversión no es fácil de encontrar y menos cuando compramos fuera de España.
Por lo tanto, ¿qué tenemos que hacer para portarnos como un valiente en las inversiones? Pues evidentemente la valentía y seguridad la da la experiencia y la preparación, y además tenemos que tomar diferentes medidas precautorias. A saber hay que seguir ciertas guías como son:
- Entender los gráficos de valores e índices, por ejemplo, hace un par de años me encontraba en la antesala de un quirófano con un amigo cirujano que tenía una radiografía en sus manos, la puso sobre un panel de luz y dentro de la amistad le dije imprudentemente que en esa fotografía no se veía nada y que la interpretación se la inventaban, pues la verdad es que a mí me resultaban todas las partes iguales, simplemente se veían zonas más oscuras y zonas más claras. A lo que mi amigo me comentó, mira aquí se ve un quiste de agua, en este otro sitio se ve una rotura y en esta otra parte se aprecia una dilatación de tal órgano, y en el momento que me lo indicó y me señaló los contornos me di cuenta de que efectivamente se apreciaba todo lo que me indicó y que yo solo no distinguía dos minutos antes. Pues igual que en el ejemplo o anécdota que cito, en los gráficos de los valores o de los índices no todas las personas vemos lo mismo y al final tenemos que reconocer que no todos valemos para seleccionadores de futbol o para cirujanos, sino que el profesional, por muy lerdo que sea, suele saber algo más que el aficionado. Aquí os dejo un enlace a unos gráficos sencillos de entender.
- Tener información de primera mano, lo cual es fácil en empresas pequeñas donde somos socios o administradores, pero el problema es que estas pequeñas empresas no cotizan en las Bolsas. Cuando cotizan tienen unas normas muy estricta de confidencialidad aunque no dejan de salir casos donde los miembros de los consejos de administración ponen tierra por medio, bien directamente o a través de familiares muy próximos y siempre que se aproximan bajadas fuertes se han salido anticipadamente, aunque los acaban pillando, pero nunca en las grandes subidas. Todo lo que no sea información de primera mano, no nos vale para decidir en Bolsa, pues cuando, si nos llega a través de los medios son siempre noticias ya descontadas y puede a partir de esa noticia la subida o la bajada se acelere, pero en el 90% confirma la dirección que ya traía el valor desde hacía semanas o incluso meses. En nuestra página puedes encontrar información más detallada sobre este tema.
- Saber interpretar un balance y una cuenta de explotación, y aquí nos encontramos con el mismo problema que contaba en la interpretación de los gráficos, que según los conocimientos y experiencia del que se aproxima a los estados financieros que nos ponen delante de las narices, podemos sacar unas conclusiones u otras. Nadie está obligado a interpretar un electrocardiograma o un balance, pero son conocimientos que pueden ayudar a decidir en momentos puntuales, pero este artículo no es para gestores de fondos, sino para inversores curritos de a pie.
- Ser disciplinado y seguir un sistema, que no tiene que ser un sistema excesivamente complicado, pues hay veces que le ponemos tantos indicadores, líneas de tendencias, resistencias, soportes, etc, etc, que no nos aclaramos. Pasa aquello de que los arboles no dejan ver el bosque. Pero seguir un sistema es imprescindible, empezando por uno sencillo que enseñan a construir en cualquier manual de análisis técnico, como entrar y salir según el cruce con una media, o mejor de dos, o mejor aún si además se dan otras condiciones, mejor aún si se optimizan los parámetros, etc, etc. Pero una vez que hemos probado nuestro sistema y hemos comprobado sus buenos resultados de al menos un 80% de aciertos, lo que hay que hacer es tirar todos los subjetivismos a la basura y a continuación seguir a raja tabla lo que nos diga el sistema y seguro que sacamos más rendimientos que si nos movemos por mera intuición femenina. El Lumaga System a título de ejemplo y por supuesto que no es perfecto, pero hay muchos más y como cualquiera de ellos sigue el comportamiento de ciertos indicadores en la creencia de que van a acertar más veces de las que se van a equivocar, y luego el tiempo da o quita la razón.
- Elegir el banco que mejor funcione en la gestión de nuestras inversiones, pues para entrar y salir necesitamos un banco grande, mediano o pequeño, según lo que haya en nuestra proximidad, que mejor funcione para estos temas. Os pongo un ejemplo, hay entidades bancarias que tienen una gestión excelente de la PAC, como son las Cajas Rurales. Hay otras entidades que se han especializado en atraer nóminas y hacen adelantos sin intereses de varios días antes del pago normal. Otras entidades se han especializado en conceder hipotecas y por fin llegamos a otras que son especialistas en gestionar fondos y no ponen ninguna pega a que suscribas los propios o los de otras gestoras nacionales o internacionales. Por lo tanto, si vas a comprar una coche sueles buscar las mejores condiciones de financiación tanto en bancos como en financieras, si vas a invertir en acciones o en fondos, debes molestarte unos días y según donde vivas contactar personalmente o por otros medios, con diferentes entidades y elegir dos mejor que una, y a medida que vayas invirtiendo veras que cada una te hace las gestiones de forma diferente y podrás tu solo cambiar a la que mejor te lo haga y seguir buscando hasta que encuentres la que de verdad te atienda bien.
- Haber distribuido tu patrimonio cubriendo todos los nichos, es decir cuando vayas a empezar a invertir ya debes haber distribuido tu patrimonio en bienes inmuebles ya pagados o con hipotecas que se puedan pagar, los gastos de los estudios de los hijos cubiertos de forma más o menos segura, un colchón de liquidez para gastos de vacaciones, operación de apendicitis, etc, etc y lo que sobra que no los va a necesitar la familia en los próximos 5 años lo puedes llevar a invertir como un valiente, de lo contrario serás un imprudente según hemos definido arriba del artículo.
- Reconocer las equivocaciones, tanto en los negocios como en las inversiones, cuando se comete una equivocación cuanto antes lo reconozcamos, menos perderemos. Continuamente vemos que abren un negocio cerca de nuestra casa y a los pocos meses, o años los están cerrando. Pues evidentemente el promotor del negocio se jugó su dinero pensando que iba a hacerse de oro con su idea, pero al ponerla en práctica ha visto que no funciona. Pues para qué quiere seguir perdiendo 10 años viendo bajar el valor de su negocio, como hicieron las personas que tenían acciones del Banco Popular y llevaban 10 años viendo como bajaban las acciones, y bajaban y bajaban y encima decían que era el mejor banco del mundo, lo mismo que está pasando con las bajadas en el Sabadell, en el DB o en el Commerzbank que por comprar 10.000 euros en acciones de un banco o de una teleco ya hay muchos que se creen los dueños de la entidad y que los empleados tienen que saludarlos más afectuosamente que el día anterior, cuando tampoco eran nadie.
- Perder siempre un 2% ó 3% ó 4%, pero nunca 20% ó 30% o un 40%. Del mal el menor era un artículo que escribimos para las Navidades del 2017 y lo explicábamos como una receta navideña. Hace muchos años que llegaron las ordenes stop loss que ya se han hecho muy viejas, pues bien, o se marca una marca stop loss o si estamos en fondos mentalmente nos marcamos unas perdidas máximas para salir, y siempre que salgamos perdiendo el 2% por muy doloroso que nos resulte nos estamos asegurando que no perderemos el 20% o el 70% como se dan casos. Os dejo un enlace con un artículo de este otoño pasado donde explicaba cómo se cazaban los monos con cocos, puede parecer divertido el artículo pero es verídico y demuestra como la obstinación nos atrapa y por no soltar una almendra nos aporrean a palos, pero la almendra la mantenemos en la mano.
Todo lo anterior lo podemos resumir en dos principios muy sencillos y simples de seguir. El primero: Las subidas hay que cogerlas enteras y en las caídas hay que salir corriendo como el más cobarde del barrio. Y la segunda conclusión, es precisamente nuestro lema: La Bolsa es impredecible, porque por mucho que madruguemos siempre nos sorprenderá, para bien o para mal, pero a continuación debemos actuar rápidamente con coherencia y según el caso salir o entrar, nunca quedarnos petrificados como estatua de sal.
Con aplicar adecuadamente los dos principios anteriores vas a ganar más que con una cuenta a plazo fijo, de las de ahora y de las de toda la vida donde te daban un 5% porque la inflación estaba en el 10%.
Recordar que nuestro lema sigue siendo: Las Bolsas son impredecibles, pero no anárquicas
Fabuloso esquema
En respuesta a fran valderrama
Es cuestion de ir cumpliendo años, donde las cosas se van simplificando cada vez y lo mismo pasa con los sistemas para operar en Bolsa que a medida que pasan los años y vamos aprendiendo mas los vamos dejando en menos indicadores y medias.
Artículo muy interesante.
Dos reflexiones. Una, no sólo la bolsa es para valientes, la vida en su conjunto es para valientes. Y otra, me parece casi imposible tener caídas en bolsa del 2 o 3 por ciento. Lo normal es que te pillen caídas mucho más grandes, por lo menos para la mayoría. Pero lo importante es cómo salimos al final.
Totalmente de acuerdo con tus apreciaciones. En primer lugar aparte de los valientes que van a la Bolsa con mucho aprendido, todos conocemos a inversores que tienen poca idea de donde se meten porque han oído que alguien ha sacado mucha rentabilidad y allá van ellos. En segundo lugar, también conocemos a gente que no quiere perder nunca nada y si el valor o fondo que han comprado ha llegado a 50 piensan que en x meses o años va a volver a llegar a ese nivel por lo que cuando van perdiendo el 2 o el 3% sobre ese valor, sea máximo o sea de entrada no salen nunca y acaban aguantando toda la bajada y hay veces que las bajadas son del 20, del 30 o del 40%. Nuestro sistema es que siempre preferimos del mal quedarnos con el menor, pero esto que siempre se entendió no es facil de que te lo expliquen en los bancos como racional sino todo lo contrario aplicando frases hechas de no hay que preocuparse de la bajada que ya va a terminar enseguida, o tu no te preocupes que eres un inversor a largo plazo, etc, etc.