Justo lo contrario de lo que ha hecho media España durante los años 2000-2007, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria...Termino con este post, mi serie de cuatro artículos sobre la independencia financiera, para pasar después al meollo de la cuestión: ¿cómo conseguirlo? Ya he empezado a describir alguno de los componentes de mi propuesta metodológica, como el seguimiento de grandes gurús en busca de ideas. En las próximas semanas seguiré desarrollando los diferentes apartados de mi método de inversión, cuyos principales elementos son los siguientes:
1. Mercados.
Lo primero es monitorizar los principales mercados: bolsas, renta fija, materias primas y divisas. Porque todo está conectado, y los grandes flujos de dinero se mueven de un mercado a otro en función de variables (y modas), además de los movimientos geográficos (como el que se está produciendo ahora de EEUU hacia Europa). "Todo está en los gráficos": observar movimientos de unos y otros nos permite comprender muchas veces "qué está pasando", y debemos evitar dos grandes tentaciones:
1. Intentar predecir ó anticipar
2. Intentar explicarlo todo en detalle
El seguimiento de tendencias es clave. Combinando la observación pura y dura de los mercados con nuestros análisis subjetivos, podemos construir escenarios de medio plazo que serán la base de nuestra operativa. Eso es lo que he hecho por ejemplo desde finales de noviembre de 2014, planteando que 2015 sería el año en que Europa recupera terreno (bursátil) frente a EEUU, tal y como se está produciendo de manera espectacular. Construir escenarios requiere empezar por observar lo que está ocurriendo.
2. Técnico: enfoque top-down.
Es decir, empezando por una visión técnica global de los mercados (amplitud de mercado y otras estadísticas globales), bajando después a analizar sectores fuertes / débiles, antes de entrar al detalle de valores destacados (tanto por su fortaleza como por su debilidad).
3. Filtros de análisis fundamental.
Segmentación del mercado en función de los principales ratios financieros de las empresas, para saber qué estamos comprando y vendiendo. El uso de filtros y screeners (Radar) es una herramienta básica imprescindible para confeccionar listas de valores interesantes a seguir. Existen varios screeners estándar muy útiles, basados en las ideas de algunos gurús históricos como Graham, Buffet ó Greenblatt y su "fórmula mágica".
4. Invierte siguiendo a los grandes gestores y gurús.
Seguimientode las posiciones y operativas de grandes gurús y gestoras de referencia.
5. Macro.
Seguimiento de los principales indicadores líderes: índices de gestores de compras (PMIs), indicadores de empleo, masa monetaria, etc. Sin necesidad de entrar en detalle, la monitorización de la actividad económica es un must para cualquier inversor. Gracias a inBestia y Hugo Ferrer, supongo que todos saben de lo que les hablo.
6. Sentimiento.
Todavía más arte que ciencia que todo lo anterior, nos aporta información muchas veces cualitativa, y en determinados momentos puede aportar mucha luz, y completar el resto de análisis. Ya le dedicaré un post específico más adelante. Se trata de seguir el sentimiento en los mercados y en las economías, y compararlo con la evolución de dichos mercados y economías.
A destacar también algunos puntos técnicos clave para conseguir una rentabilidad significativa a largo plazo:
1. Usar algo de apalancamiento de vez en cuando. Es decir, invertir más del 100% de nuestro capital (como máximo en algún año explosivo, llegar al 200% sería posible, en teoría, aunque en la práctica no espero superar el 150% casi nunca).
2. Poder operar a la baja, como cobertura ó como especulación.
3. Poner el foco en el largo plazo, buscando evitar una parte de los grandes mercados bajistas, es decir, cortar pérdidas grandes.
4. Utilizar las OPCIONES. Me encantan. Tienen un potencial brutal, tanto para cubrirse como para especular. La venta de opciones nos ofrece algo único: poder ganar dinero sólo por el paso del tiempo. Y además, la rentabilidad que se obtiene por ese paso del tiempo no es nada despreciable. Es otro plus para arañar otros puntos de rentabilidad anual, una de las ventajas competitivas que pretendo explotar para batir a los mercados y alcanzar objetivos de largo plazo.
Vivir por debajo de tus posibilidades.
En los anteriores posts hemos visto la importancia del ahorro periódico como factor clave para constituir un buen capital al cabo de 10-25 años, sobre la base de una rentabilidad ambiciosa para algunos, y razonable para otros. Obviamente, cuanto mayor rentabilidad, más fácil se hace el objetivo. Pero como eso es un factor que no controlamos del todo, tenemos que empezar por hacer un esfuerzo en el que podemos controlar mes a mes: el ahorro.
¿Cómo ahorrar? Lo primero es disponer de un sueldo holgado. Si somos mil euristas, será difícil. Pero conozco mucha gente con buenos sueldos, que "no llegan" y se sienten agobiados. Aquí entramos en un terreno filosófico (que me encanta).
Puede ocurrir como con los alquimistas: toda la vida persiguiendo un objetivo, y aunque al final no lo consigan, están felices y contentos del camino recorrido, porque han explorado a fondo el funcionamiento de la vida. Son más sabios, comprenden mejor el universo, y se sienten llenos y felices.
Pues bien, vivir por debajo de tus posibilidades tiene muchos efectos benéficios, y aunque al final no consigamos nuestros objetivos de rentabilidad, es muy probable que a pesar de todo estemos muy contentos de lo realizado.
La cultura del endeudamiento es fuente de infelicidad. Gente que se endeuda para irse de vacaciones, es una aberración (bajo mi punto de vista, y siempre en términos generales).
¿Realmente necesitamos un coche nuevo de alta gama? Recuerden un dato: 20.000€ que gastamos hoy de más, son 210.000€ dentro de 20 años si conseguimos un 12,5% de rentabilidad media anual. Qué preferimos, ¿gastar 20.000€ hoy, ó gastar 210.000€ dentro de 20 años? Esa es la gran pregunta que debemos responder. Tenga en cuenta que con una inflación del 2,5% anual, esos 210.000€ tendrían el mismo poder adquisitivo dentro de 20 años que 134.500€ hoy día, lo cual sigue siendo 6,5 veces más poder adquisitivo. Si fueramos capaces de obtener un 20% anual, esos 20.000€ invertidos hoy equivalen a 503.000€ de poder adquisitivo equivalente (con la inflación ya descontada) dentro de 20 años. Multiplicamos nuestra capacidad de compra por 25 veces.
Todo sacrificio en el presente se hace con la esperanza de obtener una recompensa mayor en el futuro. Tanto el sacrifico actual como la recompensa futura son sensaciones subjetivas, por lo que cada cual debe decidir dónde está su propio equilibrio. Está claro que nadie gasta todo lo que gana sin tener ahorros (ó no debería...), pero tampoco hay que irse al otro extremo de vivir ahogado hoy día persiguiendo una felicidad futura, porque corremos el riesgo de no llegar nunca a ese futuro. Hay que ser "SABIO" y buscar un equilibrio.
Pero una cosa es cierta: cuanto más vivamos por debajo de nuestras posibilidades hoy, más ricos seremos en un futuro. ¿Cuál es el equilibrio donde más cómodo te sientes?
¿Realmente necesitas el tabaco? ¿Cuánta ropa quieres comprar? ¿Cuántas veces necesitas salir a comer ó cenar fuera? ¿Qué coche necesitas realmente? ¿Dónde necesitas ir de vacaciones? ¿Dónde quieres vivir? ¿Prefieres una hipoteca ó vivir de alquiler? Etc.
La sociedad actual nos empuja constantemente a consumir en un frenesí sin fin. Como somos animales sociales, tendemos a copiar y a competir con los vecinos, amigos, familiares, etc. Y no nos damos cuenta de la enorme riqueza que ya tenemos: ¿se dan cuenta del enorme progreso tecnológico de los últimos 100 años? Casi todas las tareas que "esclavizaban" antes a nuestros antepasados, están automatizadas hoy día. ¿Cómo es posible que con una productividad que se ha multiplicado por más de 100 veces, sigamos siendo "esclavos del trabajo" y no nos llegue el tiempo para todo lo que nos gustaría hacer? Es un tema que da para mucho.
Nos hemos hecho esclavos de nuestros bienes y nuestro dinero. Vivir por debajo de nuestras posibilidades es un gran alivio, y créanme, seguiremos teniendo muchísimas más riqueza de la que tuvieron por ejemplo nuestros abuelos en la España de los años 60 por ejemplo. Pero claro, todo en la vida es comparación, y si nos comparamos con la gente de ahora en vez de con nuestros abuelos de hace 50 años, pues nos quedamos con la impresión de ser pobres. Y si nos comparamos con la época de la burbuja inmobiliaria, pues también.
La comparación permanente es fuente de infelicidad. La enorme mayoría de la gente que se queja de "injusticias", choca de frente con envidias y traumas (más o menos ocultos). No he oído nunca a nadie quejarse de injusticias de las que es beneficiario, y hay muchas de esas. Los funcionarios por ejemplo, protestando por bajadas de sueldo, no se han quejado nunca durante los 30 años anteriores, de la injusticia que supone tener un puesto de trabajo garantizado de por vida (lo cual es una aberración, en contra de los principios básicos de la vida), ó de los profesores de colegios públicos que cobran un 40% más que en el sector privado. Tanto hablar de castas, en España y en Francia, hay castas (mucho más importantes que los políticos, que son una minoría): si eres funcionario, puedes cobrar más, tener un puesto de trabajo de por vida, mutua, jubilación anticipada, etc. Si no lo eres, cobras menos, te pueden echar, etc. Y si eres autónomo, ya ni te cuento.
Ojo, que no pretendo culpar a nadie: todos jugamos nuestras bazas y vamos donde pensamos que estaremos mejor. No estoy en contra de los funcionarios, para nada. Creo que se puede mejorar, pero eso es otro tema. Lo que digo aquí es que toda injusticia perjudica a unos y beneficia a otros, y todo el mundo se queja de las que le perjudican. No sólo no nos quejamos de las que nos benefician, sino que vivimos sin la conciencia de las injusticias que nos benefician, y viviendo en un país desarrollado como España, en el top 10 mundial, deberíamos estar dando gracias todos los días...
La vida es injusta por definición. Así que no pretendo exaltar a las masas, al contrario. Somos inversores particulares, y vivimos en una época de libertad y capitalismo que podemos aprovechar para labrarnos nuestro futuro, y vivir nuestro presente con muchos grados de libertad. Aprovéchalo, y planifica tu vida con inteligencia y sabiduría, lejos de convencionalismos y caminos trazados. Comprende la potencia de la capitalización compuesta a largo plazo y la importancia del ahorro para crecer. Mira de dónde puedes recortar unos cientos de euros al mes, y añádelo a tu cuenta de ahorro (trading ó inversión) para ir creciendo de forma lenta, pero segura, sin dejar de vivir y disfrutar del presente.
El secreto para construir un buen capital en el futuro es el ahorro periódico, y no una rentabilidad estratosférica. Poner el foco de nuestros esfuerzos en algo tan impresionante como obtener una rentabilidad que ni siquiera genios como Buffet ó Soros han obtenido, sin querer renunciar a consumo presente (y no ahorrar), es estar completamente equivocado en el planteamiento inicial. Por supuesto que es importante un buen método de inversión para obtener una buena rentabilidad (y reducir volatilidad), pero dentro de lo razonable, y asumiendo que hay una parte imprevisible e incontrolable. Hay cosas que no podemos controlar del todo, así que no sirve de nada obsesionarse con ello. En cambio, la parte que sí podemos controlar es donde debemos ser estrictos y rigurosos. El ahorro mensual es una variable sobre la que podemos tener un control más preciso que la rentabilidad que vamos a obtener este año. Así que lo razonable es empezar por centrarnos en eso.