En esta entrada vamos a revisar qué son los estándares contables, por qué existen, quién los establece y quién los aplica. Veremos qué son los organismos de estandarización y los reguladores, y cuáles son sus funciones principales. Finalmente, veremos las características cualitativas y los requisitos que deben cumplir los estados contables según el IFRS para cumplir con esas características.
A la hora de presentar los estados financieros es muy importante que exista una concordancia y que la información sea comparable entre distintas empresas. Según el IASB (International Accounting Standards Board) -del que hablaremos más adelante- el objetivo principal de la presentación de estos estados financieros es proporcionar información útil sobre la empresa a los actuales y potenciales inversores y bonistas, que les permita tomar decisiones de inversión. Sobre esta idea se desarrollan los estándares contables que son una serie de pautas y metodologías que una empresa debe de tener en cuenta a la hora de presentar sus estados contables. Así, estos estándares son necesarios para proporcionar consistencia estrechando el rango de posibles formatos de estados financieros. Los encargados de definir estos estándares son los Organismos de Estandarización compuestos por contables y auditores profesionales. Sin embargo, estos organismos no tienen jurisdicción para imponer estos estándares en los mercados. Para ello están los reguladores, agencias gubernamentales con autoridad legal suficiente como para asegurarse de que ciertos estándares se cumplen. Aunque realmente no existe relación entre los organismos de estandarización y los reguladores, estos últimos suelen adoptar los estándares de los principales organismos. Los principales organismos son el FASB (Financial Accounting Standards Board) que opera en Estados Unidos y presenta sus estándares en el GAAP (Generally Accepted Accounting Principles), y el IASB -mencionado anteriormente- que opera fuera de Estados Unidos y presenta sus estándares en el IFRS (International Financial Reporting Standards). No obstante, existen otros organismos nacionales, aunque los estándares más utilizados son los presentados por los dos mencionados anteriormente. Por otro lado, cada país tiene su propio regulador, aunque los más conocidos son la SEC (Security Exchange Commission) en los Estados Unidos y el FCA (Financial Conduct Authority) en Reino Unido. Esta diversidad de reguladores y la libertad a la hora de decidir los estándares en cada país ponía en peligro la idea fundamental de los mismos. Como solución a esto nació la IOSCO (International Organization of Securities Commissions), una organización de reguladores que se ponen de acuerdo para establecer los estándares en sus respectivos países. Esta organización cubre más del 95% de los mercados financieros.
Una vez definidos lo que son los estándares contables, quién los establece y quién los aplica, vamos a hablar de las características cualitativas que deben cumplir los estados contables según el IFRS. Tal y como hablábamos al principio, la idea fundamental a partir de la que se construían estos estándares era que fueran útiles a los actuales y potenciales inversores a la hora de tomar decisiones de inversión. Para que se cumpla esta condición la información debe tener dos características según el marco conceptual para la presentación de informes financieros del IASB:
- Tiene que ser relevante: La información que se presenta debe ser valiosa y permitir al usuario tomar decisiones, para ello es imprescindible que, a partir de esa información, se puedan hacer predicciones respecto del valor de la compañía o al menos se pueda valorar la compañía.
- Tiene que ser veraz: La información tiene que corresponderse con la realidad, ser representativa y libre de sesgos.
Para que se verifique si la información tiene estas dos características fundamentales, se han de verificar otros aspectos:
- Comparabilidad: El formato de presentación de la información tiene que ser constante en el tiempo, de forma que se puedan hacer comparaciones en distintos periodos.
- Verificabilidad: Los resultados expuestos tienen que coincidir con los que se obtendrían si un observador independiente, usando los mismos métodos, realizará los cálculos.
- Oportuna: La información presentada tiene que coincidir lo máximo posible con la situación real de la empresa en el momento en que se presenta.
- Comprensibilidad: Cualquiera con un conocimiento básico de contabilidad tiene que ser capaz de entender la información presentada.
Si se cumplen estas cuatro características podemos asegurar que la información es relevante y veraz, y por tanto útil.
La empresa emisora de esta información deberá revisar en el IFRS (anteriormente también conocido como IAS) cuáles son los estados contables (previamente explicados aquí) mínimos que deben presentar y cómo deben ser presentados. Según el IASB (empresa emisora del IFRS), una empresa debe presentar al menos estos estados contables:
- Balance
- Comprehensive Income Statement (estado resultado integral).
- Estado de flujos de caja.
- Estado de cambios en el patrimonio neto.
Y los requisitos que deben de cumplir son:
- Presentación veraz: Se considera veraz si la información representa correctamente los efectos en las transacciones y eventos de la empresa, según los estándares para el reconocimiento de activos, pasivos, ingresos y gastos.
- Suposición de continuidad: La información tiene que estar presentada asumiendo que el negocio continuará funcionando a menos que el equipo directivo la liquide, bien por necesidad o por otras razones.
- La base devengada utilizada en los estados financieros tiene que ser distinta que en los estados de flujos de caja.
- Consistencia: Los métodos de preparación de la información tiene que ser consistente en diferentes periodos, ya no haciendo referencia exclusivamente en la forma de presentarlo, sino también en los métodos contables utilizados.
- Materialidad: La información tiene que estar libre de errores u omisiones que puedan influir en las decisiones de los usuarios.
- Agregación de elementos similares y separación de los distintos: Se debe distinguir entre aquellos elementos con naturaleza similar de los de naturaleza distinta.
- No compensación de activos contra pasivos o de ingresos contra gastos, a menos que un estándar específico lo permita o lo requiera.
- Frecuente: La presentación de estos estados contables debe ser al menos anual.
- Comparaciones disponibles: Dentro de estos estados se debe incluir información de periodos inmediatamente anteriores con el fin de poder hacer una comparación.
Finalmente, es importante monitorizar posibles cambios en los estándares y las implicaciones que pueden tener a la hora de tomar una decisión de inversión. No son comunes los cambios, pero un analista debe de estar alerta por la posible salida de nuevos productos o innovaciones en los mercados que pueda generar nuevos tipos de transacciones y, por tanto, una actualización en los estándares.
Conceptos clave:
El lector debe de ser capaz al finalizar la lectura de:
- Enumerar los objetivos de los informes financieros y saber la importancia de establecer unos estándares.
- Conocer quién establece estos estándares y quién asegura su cumplimiento.
- Describir el marco conceptual del IASB.
- Comprender los principales requisitos para la presentación de informes financieros de IFRS.
- Entender la importancia de monitorizar posibles cambios en los estándares.