Tras el artículo donde hablaba sobre el balance de 2014 y mi posicionamiento de cara a 2015, el año lo abrimos en este blog con una entrevista a Droblo*, con ocasión de la auto-publicación de su libro, “Especulando con la crisis: Reflexiones sobre economía y mercados financieros pensando en evitar la próxima crisis”, a la venta en Amazon la 2ª ediciónen el link anterior. Muchos le conoceréis por su actividad en www.euribor.com.es donde escribe dos artículos a la semana desde finales de 2008 y administra un foro muy activo, o por su presencia en Twitter (@droblopuntoes).
Cuenta con 20 años trabajando en el mundo financiero. Tras pasar por numerosas entidades, roles y lugares diferentes, decidió en 2007 dejar de trabajar para otros y dedicarse a gestionar sus propios ahorros a través del day trading y desarrollar su vocación de escribir, con una notable presencia en las redes.
*La razón por la que prefiere utilizar un pseudónimo la explica en la biografía que acompaña al libro en Amazon: “El motivo de usar un pseudónimo en lugar de mi nombre real procede de mi interés en no apuntarme méritos de otros y dado que tengo un hermano catedrático y otro periodista económico me niego a que nadie crea que lo que firmo es de alguno de ellos. Si despierta interés lo que escribo, que sea por su contenido y no por su autor.”
P. La primera pregunta creo que es obligada. ¿Por qué otro libro sobre la crisis y los mercados? ¿Qué es lo que le diferencia del resto?
R. En el libro explico algunos conceptos básicos sobre economía y sobre qué son los mercados financieros porque sin esa base no es posible entender la crisis financiera y económica que ha derivado en una crisis social que suele repercutir más precisamente en quien menos conoce ese mundo. No puedo juzgar al resto de libros con una temática similar pero mi libro está destinado a que el gran público conozca lo que ha pasado y mis reflexiones para que no vuelva a ocurrir por lo que es muy personal.
P. Desde tu perspectiva, ¿cuáles fueron las principales causas de la Gran Recesión?
R. La respuesta larga ocupa un capítulo del libro pero resumiendo mucho hay 3 factores principales: burbuja en el precio de algunos activos, excesivo endeudamiento y mal control del riesgo en las entidades financieras. El problema es que la situación actual no es muy diferente salvo que el sobre-endeudamiento en la actualidad más peligroso es el público y antes era el privado.
P. ¿Cómo se podría haber evitado? ¿Quizá con mayor o mejor regulación?
R. La regulación es importante pero no es suficiente. Un español que tenga medio siglo ha vivido una crisis prácticamente cada 15 años: a finales de los ´70, en 1993-94, en 2007… y suerte que nos libramos de la del 2000 que sí vivieron en la mayoría de países occidentales. Es evidente que las crisis son cíclicas pero nada cambia sustancialmente para evitar que no vaya a haber otra y si se leen informes de analistas o previsiones de organismos gubernamentales e incluso supranacionales como el FMI a medio-largo plazo, jamás prevén que en un futuro pueda haber una crisis cuando por pura estadística ocurrirá. Y ocurrirá porque los 3 factores que antes cité no sólo no se resuelven, es que nuestros dirigentes abundan en ellos.
P. Se han tomado medidas para reformar el marco regulatorio del sector bancario (Basilea III), pero en mi opinión tampoco consiguen atajar estos tres problemas que mencionas. ¿Coincides con este diagnóstico?
R. Coincido. Basilea III es mejor que el II pero no deja de ser un remiendo, para mí la clave está en que el poder político no debería dejar tanta libertad a los bancos para crear dinero y para utilizar los fondos a corto del banco central para invertir con tanta libertad a largo plazo (generando un desfase que en tiempos de crisis financiera provocan shocks graves) y, a la vez, salir en su auxilio con dinero público cuando esos mismos bancos tienen problemas por haber “jugado” con esas normas tan favorables a su negocio.
P. ¿Han funcionado bien los mercados financieros durante los últimos años? ¿Cuales son sus principales defectos y cómo pueden resolverse?
R. Los “mercados financieros” engloban demasiadas cosas como para juzgarlos en pocas líneas pero han demostrado ser lo que son: un fiel reflejo de características humanas tan básicas como la codicia, el miedo, la confianza… Cuando se decía que los mercados de deuda se cebaban con un país en realidad eran una suma de voluntades humanas las que lo hacían, las mismas que unos meses después invertían en ese mismo país; y del mismo modo, no es el mercado del crudo el responsable de ver en unos meses el precio del barril tanto a 110$ como a 60$.
Su principal defecto estriba en los engaños (como hemos vivido en España con Bankia, Pescanova o Gowex) y su principal virtud es su liquidez.
En los últimos tiempos son los bancos centrales con sus decisiones los que más mueven los mercados, eso debería acabarse y que pesen más los fundamentales.
P. Se ha discutido mucho respecto al creciente protagonismo de los bancos centrales y su impacto sobre la economía y los mercados. ¿Cuál piensas que ha sido su papel en el desarrollo de los acontecimientos recientes (recuperación en EEUU, estancamiento europeo, rally bursátil, caída de las materias primas, rentabilidad de la deuda en mínimos...)? ¿A través de qué mecanismos se produce esta relación?
R. Los bancos centrales han sido claves. En el libro diferencio la primera QE de la FED que resultó muy exitosa porque salvó al sistema financiero norteamericano sentando las bases de la recuperación y lo que vino después. Creo que convertir lo excepcional en habitual es un error porque nos vuelve a colocar en una situación muy similar a la de 2007 con un sistema financiero muy expuesto a renta variable en máximos históricos y a renta fija en rentabilidades mínimas con el riesgo que supone un cambio de tendencia.
En cuanto a la economía, como hemos visto recientemente en Japón, no hay que exagerar la importancia de los bancos centrales: no creo que BCE sea el responsable de que a Alemania le haya ido bien y a Portugal mal, si acaso BCE ha conseguido que a Portugal no le vaya peor gracias a su apoyo financiero. Del mismo modo, la economía de los EEUU es fuerte y ágil y su condición de potencia mundial –y la unión política que no tiene la Eurozona- le ha ayudado mucho más allá de los programas de la FED. La amenaza de la deflación demuestra a mi juicio que las políticas de los bancos centrales han tenido un impacto tan limitado que no han conseguido incitar lo suficiente a la economía real.
La liquidez barata y abundante destinada al sistema financiero es evidente que ha influido tanto en el rally bursátil como en la tendencia bajista de la rentabilidad de la deuda (justo cuando más deuda se emite) no sólo por la entrada de ese dinero en el circuito aumentando la oferta monetaria, además porque varios bancos centrales han comprado directamente activos reduciendo la demanda de inversiones. Es como si en la época de la burbuja inmobiliaria los bancos centrales, además de todo lo que hicieron para alimentar aquello, hubieran comprado también bloques de pisos y chalets.
P. Desde el punto de vista del inversor, ¿que deberíamos haber aprendido de lo sucedido en los últimos años? ¿Cómo sacar partido (o al menos evitar que te afecte negativamente) a una situación de gran turbulencia y crash financiero como la vivida, en el caso de que se volviera a repetir?
R. Lecciones se pueden extraer muchas, y además a toro pasado es mucho más fácil, pero para mi la básica es que hay que situarse allí donde más flujos de liquidez van. Hay que seguir la corriente del dinero e invertir donde el dinero va. Por ejemplo, si los grandes bancos centrales compran deuda, hay que invertir en deuda. Y por supuesto que se repetirán las turbulencias, primero porque es la sal de los mercados, pero también porque sigue habiendo muchísimos riesgos que pueden materializarse. Caer en la tentación de minusvalorarlos porque haciéndolo se ha ganado bastante dinero los últimos años puede ser el mayor riesgo para un inversor particular.
P. Estos años últimos hemos estado rodeados de riesgos, desde la geopolítica a las políticas monetarias; sin embargo, nada de esto ha hecho pestañear a Wall Street en particular. ¿Cuáles son para ti los riesgos más importantes a vigilar en 2015?
R. El mayor riesgo está implícito en tu pregunta: la excesiva complacencia. Si miramos Wall Street parece que estuviéramos en el mejor de los mundos posibles cuando es evidente que no lo estamos. El problema más obvio para la bolsa es la posibilidad de subida de tipos de la FED lo que, unido al fin de la QE, reducirá los flujos de liquidez que en parte se destinaban hasta ahora a compras de acciones. En Europa el mayor riesgo es político tanto por las divisiones dentro de la Eurozona como por las elecciones en España, Portugal, Grecia, Reino Unido… La recesión en Japón, la reducción del crecimiento en China, la debacle financiera rusa, los problemas de los emergentes ante la caída de precio de las commodities… pueden pesar si bien suele ser lo inesperado lo que más daño puede hacer. Y no olvidemos el riesgo geopolítico del ISIS.
P. Saliendo un poco de la situación especial que hemos vivido y seguimos viviendo, de acuerdo a tu experiencia, ¿qué recomendarías a quien comienza a interesarse por el mundo de los mercados de cara a su carrera profesional? ¿Y a quien se interesa por el mundo del trading / inversión como forma de conseguir rentabilidad a sus ahorros?
R. A pesar de mi caso personal, creo que a los mercados financieros hay que acercarse con el propósito de conseguir un plus de rentabilidad a los ahorros, ya que quien intenta vivir de ellos suele fracasar. Ya sé que está de moda vender cursos que al parecer te enseñan un sistema para conseguir un beneficio recurrente, pero primero, no hay sistemas milagrosos, y segundo, incluso con un buen método de trabajo y de entradas y salidas, aplicarlo en el mundo real exige mucha disciplina. En el libro doy algunos consejos pero en general gracias a internet y las redes sociales hay mucha facilidad para formarse e informarse y yendo despacio, con humildad y sin quemar etapas (hay que empezar con acciones o si se hace con derivados que sea con una cuenta virtual) es posible encontrar la forma de invertir que mejor encaje con el carácter y con las circunstancias personales (algunos activos implican disponer de más tiempo que otros) de cada uno.
P. Si me permites, quería aprovechar para ahondar un poco en tu trayectoria profesional. ¿Qué destacarías de tus 20 años trabajando en el sector financiero?
R. Aunque he trabajado como trader en la tesorería de un par de bancos, la mayor parte de mi trayectoria profesional he sido bróker de interbancario, mis clientes eran los que manejaban las tesorerías de las entidades financieras y no particulares. Ahí pude comprobar, desde finales de los ´80 que empecé, cómo con el tiempo mejoraba la profesionalidad de mis “clientes” y cómo España pasó de ser un mercado en el que los brókers ingleses estaban muy interesados ya que cobraban el doble de comisiones porque la peseta era considerada divisa exótica, a tener un sistema financiero tan importante que sus problemas hacen temblar a toda la Eurozona como pasó en 2012.
Creo que el financiero no es el único sector en el que España se modernizó mucho en muy pocos años y en momentos de pesimismo como el actual, deberíamos valorar la capacidad de superación que España demostró entonces.
P. Además de la experiencia en el mundo financiero, cuentas con formación en Historia. Se cuenta que, la mano derecha de Warren Buffett, Charlie Munger, al ser preguntado por un joven inversor qué cosa le aconsejaría hacer para ayudarle a ser mejor profesional de la inversión, éste le respondió: “¡Lea Historia! ¡Lea Historia! ¡Lea Historia!”. ¿Coincides con Munger?
R. Totalmente, todo está en la Historia.