Interpretar las cuentas de Telefónica viene siendo una tarea complicada desde hace años.
En el primer semestre de 2017 la compañía dijo haber obtenido un beneficio neto atribuido de 1.600,3 millones de euros. Sin embargo, esto no es cierto. El concepto de beneficio neto atribuido hace referencia al resultado que efectivamente pertenece a los accionistas de la sociedad y no es esa la cantidad que corresponde a los titulares de acciones de la empresa.
La propia compañía indica que el beneficio por acción del primer semestre fue de 0,29 €. Este dato, que sí es cierto, revela algo que no cuadra. El capital social de Telefónica está compuesto por 5.037,8 millones de acciones, a las que hay que añadir 153,9 millones de títulos por obligaciones necesariamente convertibles y planes de derechos sobre acciones, lo que da un total de 5.191,7 millones de acciones (se podrían deducir 141,2 millones de acciones en autocartera pero voy a contar el total de acciones existentes y potenciales). Si dividimos el beneficio declarado de 1.600,3 millones de euros por el número de acciones computable, obtenemos un beneficio por acción de 0,308 €. Pero, como hemos visto, Telefónica reconoce un dato de 0,29 €.
En su informe anual, la compañía indica que de los 2.369 millones de beneficio neto atribuido, en realidad 257 millones corresponden a titulares de obligaciones perpetuas subordinadas. Esto significa que los accionistas de Telefónica deben ser conscientes de que están repartiendo una parte de los beneficios con obligacionistas y que esa porción es creciente con el paso de los años. En 2014 fue de 187 millones de euros y en 2015, de 250 millones.
Si sumamos el beneficio neto atribuido del segundo semestre de 2016 con el del primero de 2017 obtenemos un total de 2.728 millones de euros. Pero la empresa no informa de la parte del beneficio neto del primer semestre que atribuye a esos titulares de obligaciones, por lo que en realidad no sabemos cuál es el beneficio que realmente corresponde a los accionistas de Telefónica. Si restamos la misma cantidad atribuida en 2016 (257 millones), tenemos que la cifra pertinente es de unos 2.471 millones de euros.
Esta cantidad dividida por el número de acciones a tener en cuenta nos da un beneficio por acción de 0,476 €. A un precio de 9 €, el PER de las acciones de Telefónica es de 19.
La compañía repartió un dividendo a cuenta de 0,34 € en noviembre de 2016 a cargo de los resultados de 2016 mediante una ampliación liberada y en junio de 2017 un complementario de 0,20 € en efectivo, lo que hace un dividendo total a cargo de 2016 de 0,54 €. El beneficio por acción de 2016 fue de 0,407 €, de modo que Telefónica reparte más de lo que gana, de aquí que parte del dividendo sea a cargo de reservas.