El riesgo es un concepto bastante ambiguo y difícil de comprender en nuestra vida cotidiana, como también lo es en los mercados de valores. Una de los formas de medir el riesgo es a través de la volatilidad, que calcula como la rentabilidad de un activo se ha desviado de su media histórica. Es decir, si un determinado activo ha estado subiendo un 10% anual desde hace años y de repente se pega un batacazo de -30%, la volatilidad histórica se disparará.
Otros prefieren buscar el riesgo en la beta que es una medida de volatilidad relacionada con la variabilidad del mercado. Si la beta de un valor es 1, tendrá la misma volatilidad que el mercado. Si es de 1,35 el valor tendrá una volatilidad un 35% superior al mercado.
El problema de estos parámetros y otros más complejos es que sólo tienen en cuenta el precio del activo. El motivo de dicha variación les es indiferente, el precio es la vara de medir perfecta de todo lo que ocurre.
En mi opinión son aproximaciones al riesgo muy poco útiles para un inversor a largo plazo. Pienso que el mercado es bastante irracional e impulsivo a corto y medio plazo, y sigue una senda más lógica y armoniosa a largo plazo. El mercado se parece bastante al carácter de las personas. Esto nos lleva a otra pregunta clave ¿qué es una acción? ¿Una parte de una compañía o una cotización que fluctúa diariamente? Si la respuesta es una parte de la empresa las variaciones del precio no te serán de gran ayuda a la hora de evaluar el riesgo. El precio como medida estática puede determinar si una empresa está cara o barata, lo cual si puede tener su relevancia.
Los grandes picos de volatilidad se producen en extremos de sentimiento del mercado, normalmente en las grandes caídas, ya que el mercado es alcista a largo plazo. Son momentos donde la lógica pasa a un segundo término y las emociones se imponen (el miedo, la avaricia…). Es donde un buen inversor puede encontrar grandes oportunidades, porque las ineficiencias del mercado se acentúan. Es por ello que los mejores inversores, con más experiencia, les gustan tanto estos escenarios. Momentos donde puedes conseguir las acciones de mayor calidad a menor precio. Valores como Google a Per 17 o Visa a Per 15.
Existen una serie de características que minoran el riesgo en una acción:
1. Deuda escasa y situación de liquidez holgada
Una deuda elevada es una losa muy pesada para muchas empresas. Saldar la deuda se convierte en muchas ocasiones en una obsesión para los directivos, dejando en segundo término la marcha del negocio. Se toman decisiones incorrectas que ni se plantearías en una situación financiera más holgada (venta de activos estratégicos, entrada de socios financieros que sólo quieren cobrar la deuda…) Por otro lado tener una posición de liquidez holgada permite a la empresa una facilidad de actuación que no tendría de otro modo.
2. Precio atractivo
Hay muchas maneras de saber si una empresa tiene un precio atractivo. Por ejemplo, comparar su Per con su media histórica o con sus competidores.
3. Sector
Sector aburrido con poca competencia y anticíclico.
4. Rentable
La rentabilidad de un negocio se puede observar en los márgenes o en ratios como el Roa. A una empresa rentable le será más fácil crecer y sustentar sus gastos operativos.
5. Estabilidad resultados
Compañías que tanto a las malas como a las buenas consigan beneficios y flujos de caja positivos. Con un historial de buenos resultados.
6. Ventajas competitivas
Si una empresa tiene enormes ventajas competitivas sobre las demás el riesgo se reduce bastante.
7. Ampliaciones capital sucesivas
Lo único que hacen es diluir el capital y que tus acciones cada vez valgan menos.
8. Proyectos faraónicos y directivos poco realistas
Cuando un directivo te hable de proyecciones a futuro muy buenas cuanto menos debes desconfiar. En muchas ocasiones se pueda comprobar que sus predicciones no se cumplieron en el pasado. Y recuerda las excusas son para los malos estudiantes. Los proyectos faraónicos, que vienen para cambiar el mundo, es a lo que se agarran muchas acciones para subir como la espuma. Precaución.
9. Poca popularidad
Si un activo es poco popular las probabilidades de burbuja se reducen en un 90%. Garantizado.
10. Opiniones contrastadas
Si quieres conocer mejor una empresa de microprocesadores, lo mejor es buscar al más Friki de tu barrio en informática. También es interesante la opinión de sus consumidores y empleados.
Todos estos aspectos y muchos otros te harán minorar el riesgo en tus inversiones. La clave consiste en conocer bien a la empresa y fijarte en los aspectos fundamentales de la misma. Todas las inversiones tienen pegas, unas más que otras, pero simplemente ves al aspecto central de la misma. Lo que le caracteriza por encima de todo, ya sea positivo o negativo. En la simplificación está el éxito.
Si consigues coger una gran empresa/sector con su complejidad y tras llevar un tiempo estudiándola puedes extraer dos o tres ideas fundamentales y además poder explicárselas a cualquier, el riesgo se verá reducido en lo siguiente ¿estoy equivocado o no en mis planteamientos? El único que podrá responderte será el tiempo. Recuerda que vivimos en un mundo de total incertidumbre donde todo es posible.
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