Uno de los aspectos que más está llamando la atención en los últimos meses es la fortaleza de los datos macroeconómicos de España en comparación con el resto de países de la Eurozona. En mi opinión, uno de los indicadores macro que mejor resumen esta situación es el indicador económico adelantado elaborado por la entidad privada The Conference Board. Como se aprecia en el gráfico inferior, con los datos disponibles del mes de octubre, el indicador se encuentra en máximos del actual ciclo económico expansivo y de más de 5 años (concretamente desde septiembre del 2008).
Posiblemente, la mejor forma de utilizar este indicador para detectar el inicio de una recesión o la salida de la misma es utilizarlo desde el punto de vista de su evolución interanual. Si hacemos esto, podemos ver que los grandes giros o mercados bajistas (con la excepción de la crisis puntocom, en la que no hubo recesión en España pero sí en Estados Unidos) se han producido cuando el indicador se ha situado en terreno negativo, aspecto que a día de hoy no ocurre (crece a un ritmo interanual del 2.23%).
El resto de datos macroeconómicos siguen apoyado, tal y como pudimos comprobar la semana pasada con la publicación del PMI Manufacturing del mes de diciembre, que acumula 13 meses consecutivos en terreno expansivo (>50) y se sitúa en 53.8 frente a los 54.7 del mes de noviembre.
Asimismo, el dato de empleo del mes de diciembre (SEPE) ha sido muy positivo, al reducirse en más de 64.000 personas respecto al mes de noviembre. Del mismo modo, si observamos el dato desde un punto de vista interanual, también comprobamos la mejoría experimentada en estos últimos meses.
El problema principal es que España, al igual que el resto de países del mundo, no es un ente aislado y por ello lo que suceda en los países de su entorno tiene una influencia directa. De este modo, la debilidad mostrada en los últimos meses en la Eurozona (especialmente en Alemania) puede afectar de forma significativa a nuestra economía. Es decir, si la Eurozona entra técnicamente en recesión, la economía española probablemente también lo hará y la bolsa responderá con fuertas caídas.
A día de hoy, el aspecto positivo más importante es que la locomotora estadounidense sigue tirando muy fuerte, tal y como dijimos en artículos anteriores (La FED de Chicago no ve riesgo de recesión en USA y USA: más de 300.000 empleos creados en noviembre).
Por lo tanto, y a modo de resumen se puede decir que los datos macroeconómicos de España siguen siendo muy positivos en comparación con el resto de los países de la Eurozona (Alemania, Francia, Italia, etc.), si bien debemos permanecer atentos a la evolución de estos (principalmente Alemania) para detectar si entramos en una tercera recesión. Además, no debemos olvidar la posible actuación del BCE en forma de Quantitative Easing si los datos macro siguen debilitándose tal y como lo están haciendo.
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Otra vez destacar el fuerte contraste entre la realidad del cada dia, lo que perciben los asalariados, y lo que nos transmiten los indicadores económicos: cada vez que se lo digo a mis compañeros de trabajo me toman por un bicho raro. Sin embargo esto tiene que dar paso a un crecimiento de beneficios de las empresas, y dado que el desempleo está disminuyendo, tiene que dar lugar a un crecimiento del consumo (suave al principio), a lo largo de uno o dos años debería a empezar a notarse en la realidad cotidiana... (que te parece Jorge?)
Si, sin duda lo que comentas es así. Yo creo que si los datos siguen mejorando a medio plazo (1 o 2 años) se debería notar ligeramente en el consumo. El problema sigue siendo la mala calidad de los trabajos creados, con salarios muy bajos que no permiten muchos excesos consumistas.
La gente sigue con mucho miedo y ve la situación muy mal, lo que no alienta el consumo. Es decir, debería seguir aumentando el número de contratos y que estos fueran mejor retribuidos para que la gente se animara a comprar. Además, hay que tener en cuenta que muchos millones de españoles siguen endeudados (hipotecas, créditos personales, etc.), por lo que lo primero que harán será pagar las deudas y luego vendrá el consumo.
Yo creo que tardará bastante más tiempo, y varias décadas volver a ver una situación similar a 2005-2007. Es una cuestión de ciclos crediticios. Una gran parte del consumo ha sido en base a crédito y este tardará en llegar todavía a las familias.
Veremos que ocurre. En todo caso, todo depende de USA y Alemania principalmente. Si ellos se tuercen, aquí poco podemos hacer... tristemente
La gente consumirá bastante antes de lo que se piensa. Simplemente por el hecho de que la vida pasa y ya son muchos años de restricción. Lo que también pasará, es que la calidad de vida del trabajador para llegar a ese nivel de consumo empeorará. Volveremos a situaciones de décadas atrás. Pero a no ser que la gente cambie de filosofía de vida, algo muy difícil, el consumo volverá, y no muy tarde, por cierto.
Un saludo
Si, claro que el consumo volverá. Pero pienso que la renta disponible y los salarios serán mucho más reducidos que en la época 2005-2007, por lo que se consumirán productos de menor valor, es decir, más skodas y menos porsche cayenne... por poner un ejemplo.
Lógico, la estructura el consumo familiar ya ha cambiado, pero detecto un tanto de melancolía en tu discurso, eso no es necesariamente malo, por ejemplo yo vengo detectando que existen múltiples bienes de los que no necesitamos que sean de gran calidad para extraerles su utilidad pudiendo adquirirse mas baratos!
No es melancolía. Aunque pueda parecer positivo, esa época fue una inmensa burbuja y las consecuencias de la gran burbuja crediticia las estamos sufriendo ahora. Lo que me refiero es que mucha gente piensa, desea o añora que vuelvan esos tiempos y pienso que eso está muy lejos.
Lo que trato de señalar es que la situación para las próximas décadas va a tener poco o nada que ver con lo vivido en los últimos 10 ó 15 años. Pienso que estamos ante una especie de nuevo paradigma, por lo tanto la gente debería olvidarse de lo vivido y prepararse para una nueva época, totalmente distinta.