El ratio PER de un índice nos da una idea sobre si el conjunto de las acciones representadas por dicho índice están caras o baratas, aunque sea cual sea el valor del PER en un momento dado, lo habitual es que haya una gran disparidad en el ratio de las acciones a nivel individual.
Por otro lado, cuando el PER es muy alto no necesariamente la bolsa está sobrevalorada. Puede significar que el mercado espera un fuerte incremento de los beneficios. Hace unos meses, el PER estándar del IBEX (el que tiene en cuenta el beneficio neto atribuido) era bastante moderado, de unas 13 veces, pero el recurrente (el que descarta resultados extraordinarios y atípicos) era alto, de unas 23 veces, pero en el caso de las empresas no financieras del IBEX era aún mayor, cerca de 30 veces.
El ejercicio 2015 no ha traído la esperada recuperación de beneficios. El cuadro siguiente indica tres medidas del beneficio de las sociedades del IBEX en el ejercicio 2015 en relación con el obtenido entre los meses de junio de 2014 y junio de 2015 (sin contar Abengoa ni Merlín Properties para una mejor comparación). Los beneficios negativos han sido considerados igual a cero.
Se observa una fuerte caída del beneficio neto atribuido, en gran parte debido a los menores extraordinarios. Los principales responsables de esa caída son algunos de los pesos pesados del IBEX: BBVA, Telefónica, Santander, Repsol y Endesa. Vemos también que el beneficio neto de operaciones continuadas cayó casi lo mismo en términos porcentuales, con los mismos responsables principales salvo Endesa.
Sin embargo, el beneficio recurrente, que es el beneficio de mejor calidad, ha subido ligeramente, aunque no en la proporción que parecía anticipar un PER recurrente de 30.
Queda claro que el PER estándar de 13 que teníamos hace unos meses no indicaba una bolsa infravalorada. En estos momentos, aunque el IBEX ha caído más de un 10% desde principios de año, el ratio PER ha aumentado.
El cuadro siguiente muestra el PER estándar total y computable del IBEX-35 el día 1 de abril. El PER computable tiene en cuenta los ajustes por free float (porcentaje del capital de la empresa que no está en manos de accionistas de control), por lo que puede ser considerado como más significativo. Para un valor actualizado, podéis consultar la página PER del IBEX en mi blog.
El PER del IBEX es resultado de dividir la capitalización conjunta de todos los valores del IBEX por la suma de los beneficios positivos. El PER computable resulta de dividir la capitalización computable (es decir, ajustada por free float) por los beneficios computables.
Vemos que el PER estándar, que sigue incluyendo elevados extraordinarios, ha subido a 15 veces a pesar de que el IBEX está cerca de la zona de mínimos.
En cuanto al PER base, que tiene en cuenta los beneficios de operaciones continuadas, que al menos no incluye los resultados de operaciones interrumpidas, o sea de actividades que ya no generarán beneficios en el futuro porque han sido enajenadas o abandonadas, también se ha incrementado. Si hace unos meses lo podíamos ver a 15 veces, ahora está a 18.
Como es de esperar, el beneficio recurrente es más estable, ya que descarta, entre otros, plusvalías obtenidas con la venta de activos fijos o financieros, que se generan de modo esporádico. Sin embargo, debería experimentar un crecimiento significativo para que pudiéramos decir que el IBEX está, en conjunto, bien de precio. En estos momentos sigue teniendo un valor de 23 pero en el caso de las empresas no financieras continúa en valores próximos a 30.
De todos modos, el hecho de que un índice esté caro en términos generales, no implica que debamos evitar todas y cada una de las empresas que lo componen. El PER de un índice solo nos da una media, y ya se sabe que las medias ocultan extremos. Como se dice, un estadístico es un señor que con la cabeza en el horno y los pies en el congelador, es capaz de decir que la temperatura media es normal.