En una exclusiva entrevista publicada en la edición de verano del Boletín del Inversor Global de Euro Pacific Capital, Andrew Schiff mantuvo una conversación con Peter Boehringer, de la Sociedad Alemana de Metales Preciosos, referente a las últimas noticias falsas sobre los esfuerzos de repatriación de oro por parte del Estado Alemán.
La noticia de Bloomberg News titulada "El oro alemán se queda en Nueva York desairando a los euro-escépticos" publicada el 23 de junio sostenía de manera elocuente que las autoridades alemanas habían decidido dar marcha atrás a su plan de traer de vuelta a casa las 300 toneladas métricas de oro alemán que, desde 1960 habían estado depositadas en la Reserva Federal de Nueva York, y cuyo traslado había sido anunciado en 2012.
Según el artículo, los representantes alemanes habían ido a Nueva York, visto su oro, y, tras haberse convencido de que estaba en buenas manos, habían decidido que la molestia de ponerlo en un avión y enviarlo de vuelta a Alemania era simplemente innecesaria. El artículo citaba a un portavoz de la canciller alemana Angela Merkel, diciendo: "los estadounidenses están cuidando bien de nuestro oro". El artículo citaba incluso a Peter Boehringer, uno de los mayores defensores privados del movimiento de repatriación alemán, como diciendo que su campaña para presionar a las autoridades alemanas había quedado "suspendida".
Cuando en un inicio los alemanes pidieron la repatriación del oro, la Reserva Federal respondió con un período muy lento de ocho años de entrega. Esto sorprendió a muchos teniendo en cuenta que el total de la solicitud únicamente representaba el 5% del oro supuestamente custodiado en las bóvedas de la Reserva Federal de Nueva York. El retraso desató la preocupación de que las antiguas teorías sobre el oro imaginario podían ser realmente ciertas. El artículo de Bloomberg, no obstante, parecía descartar todas estas preocupaciones y llevar el caso a su fin. ¿O no? Gente cercana al asunto protestó casi de inmediato.
Me he reencontrado con nada menos que Peter Boehringer, de la Sociedad Alemana de Metales Preciosos, para esta entrevista exclusiva.
Andrew Schiff: La aparente revocación del plan alemán de repatriación de las reservas de oro en EEUU no despertó el interés de la prensa estadounidense, o del establishment financiero. ¿Creó mucha conmoción en Alemania? ¿Hay algún político importante que esté retomado activamente la cuestión?
Peter Boehringer: La "revocación" ha sido, ciertamente, sólo aparente. El Bundesbank no ha cambiado de ninguna manera oficial el plan de repatriación que anunció en enero de 2013 (un plan que de todas maneras, considero, era demasiado lento y de poca escala - 700 toneladas a finales de 2020, de las cuales 300 debían venir de la Fed de Nueva York).
La fuente principal de la confusión, sobre todo en los medios de comunicación no alemanes, deriva de una noticia de Bloomberg, objetivamente equivocada. Dicha noticia comenzaba con un encabezado carente de toda base, "El oro alemán se queda en Nueva York". Traté de dejar las cosas claras en la prensa de habla inglesa, pero es difícil de mitigar los daños que informes incorrectos como ese ocasionan.
Dicho esto, es bastante posible que los políticos citados en la noticia (como el Sr. Barthle, portavoz de Merkel) estuvieran realmente "tanteando el terreno" para ver cuál sería la reacción del público alemán de llevarse verdaderamente a cabo. En ese sentido, declaraciones como: "Los estadounidenses están cuidado bien de nuestro oro.
Objetivamente, no hay absolutamente ninguna razón para desconfiar", podrían tener algún significado, pudiendo haberse dicho con la intención de que constituyeran un primer paso para la suspensión del ya dolorosamente lento proceso de repatriación del oro desde la Reserva Federal. Sin embargo, ni Barthle, ni Merkel, para el caso, están a cargo del oro. Es el Bundesbank quien lo está y este no ha dicho nada.
Es de destacar que en 2013, únicamente 5 toneladas de oro fueron efectivamente entregadas a Frankfurt desde Nueva York. Incluso para estos minúsculos volúmenes, no hay pruebas ni de auditores externos ni de documentación en video de que las barras de oro reales (supuestamente intactas en las bóvedas de la Reserva Federal desde 1960) se hayan movido a través del Atlántico. ¡El Bundesbank incluso ha derretido y supuestamente vuelto a emitir estas barras sin ninguna aparente razón! No hemos recibido ningún informe de auditoría de este proceso, ni del (desconocido) fundidor, ni ninguna lista de las barras "viejas" o de nueva emisión.
Pero hasta la fecha, ninguno de los principales políticos ha cuestionado públicamente este extraño comportamiento. Han tenido que ser organizaciones privadas como la nuestra quienes manifiesten estas inquietudes. Afortunadamente, nuestros medios de comunicación nacionales se han hecho algo de eco del asunto, lo cual puede haber propiciado que el Sr. Barthle jurara lealtad a los EEUU a ciegas y sin fundamento.
AS: ¿Se trata de un problema entendido y discutido por los alemanes de a pie?
PB: Estos detalles no son, por supuesto, discutidos por el "alemán común" - el fútbol parece tener mucha más importancia estos días-. Sin embargo, tanto la comunidad del oro como la financiera y los medios de comunicación internacionales están prestando cada vez más atención a nuestra constante lucha. Han pasado dos años y medio desde el inicio de nuestra campaña y todavía sigo recibiendo al menos dos solicitudes de entrevista cada semana.
La falta de voluntad de la Fed para proporcionar información, las obvias evasiones y confusiones del Bundesbank y el engañoso artículo de Bloomberg están conduciendo a reacciones del público general y de los medios independientes totalmente inesperadas. En lugar de adormecer este asunto, como podrían desear estas autoridades, estamos viendo cómo cada vez se plantean más preguntas.
AS: Oficialmente, al menos, ¿qué fue responsable de convencer a las autoridades alemanas de que su oro se almacenaba de forma segura y responsable en la Reserva Federal?
PB: Por supuesto, yo sólo puedo especular aquí. Teniendo en cuenta toda la información errónea ofrecida desde hace una década por la Fed y el Bundesbank con respecto a nuestro oro nacional, no hay razón aparente para que estos funcionarios ahora digan que este caso está "cerrado" - todo lo contrario-.
Por lo tanto, debemos asumir que la Fed o bien no está dispuesta o bien es incapaz de poner de forma rápida el oro alemán hasta ahora custodiado por la Reserva Federal (1.500 toneladas) en unos cuantos aviones y enviar así nuestra propiedad a donde pertenece (Frankfurt). Se ha hecho más difícil concluir que nuestros funcionarios no sean cómplices de algún tipo de encubrimiento liderado por Estados Unidos. Hasta el momento, debido a nuestras contestaciones públicas, el enfoque oficial no ha funcionado, habiendo más bien aumentado la presión sobre Bundesbank para que repatrie.
Una posible razón para que el oro no estuviera listo para una entrega rápida podría tener que ver con el hecho de que la propiedad de nuestras barras en la Reserva Federal es múltiple. Debido al esquema mundial de banca de reserva fraccionaria, una barra (de supuesta existencia física), en una cámara acorazada de un banco central, puede tener 10 o más propietarios, y por consiguiente aparecer en 10 o más balances del banco central, ya sea como "oro físico" o como "pasivo de oro". Estas dos partidas de balance (completamente distintas) no han sido correctamente diferenciadas en muchas décadas. ¡Podríamos estar hablando de decenas de miles de toneladas de lingotes físicos inexistentes!
Sin las adecuadas auditorías físicas, repatriaciones y almacenamiento asignado, ningún "propietario" de oro puede hoy en día tener la certeza de que "su" barra (guardada en uno de estos vehículos de almacenamiento de oro no asignados) ¡es en realidad de su propiedad exclusiva! Por tanto, nuestra campaña no es sólo un esfuerzo alemán. Podría tener también repercusiones internacionales de escala desconocida.
No es por casualidad que, desde la puesta en marcha de las dos primeras campañas de repatriación por Alemania y Suiza en 2011 y 2012, se hayan lanzado más de diez iniciativas nacionales de carácter similar por todo el mundo. Las respuestas de los arrogantes banqueros centrales son las mismas en todas partes: nos ignoran, nos llaman "teóricos de la conspiración" y, sin darnos una sola prueba (listas de barras, informes de auditoría, transporte de barras a sus propietarios), insisten en que "todo está en orden con el oro".
AS: ¿Cómo fue que el artículo de Bloomberg, único medio americano de importancia en publicar la noticia acerca de la reversión, te citó erróneamente o fuera de contexto? ¿Dio el periodista alguna explicación?
PB: Yo tuve una conversación amistosa de más de 30 minutos con el reportero de Bloomberg explicando todo lo que pude. No obstante, lo único que en última instancia se supone que citó de mí fue: "Ahora mismo, nuestra campaña está suspendida". Por supuesto, yo nunca he pronunciado estas palabras. Todo lo que hice fue explicar sinceramente que, por desgracia, nadie en Alemania -incluyendo nuestra campaña- puede legalmente obligar al Bundesbank a publicar la información o a repatriar nuestro oro de manera más rápida.
Cuando se llevó a cabo la entrevista en mayo, todavía no habíamos tenido la oportunidad de aumentar la presión sobre el Bundesbank, como habíamos hecho de forma parcialmente exitosa en varias ocasiones desde 2011. El escritorzuelo de Bloomberg, de alguna manera, retorció esto para que significara que estábamos muy satisfechos y habíamos dejado el asunto en paz.
En retrospectiva, sin embargo, tengo que dar las gracias al reportero por haber abierto esta nueva y gran oportunidad para difundir nuestro mensaje, aunque haya sido de forma involutaria. Desde el artículo de Bloomberg, estoy dando entrevistas todos los días, incluso a emisoras internacionales de radio y de televisión con millones de oyentes. Este problema del oro no va a desaparecer.
El oro es dinero. Y el oro del banco central constituye una potencial piedra angular de futuras monedas que podrían muy bien estar (parcialmente) respaldadas en oro, sobre todo si caen las actuales monedas de papel sin respaldo. Por lo tanto, los bancos centrales de todo el mundo tienen que hacerse mucho más transparentes ¡y auditar y repatriar NUESTRO oro!
NOTA:
Peter Boehringer es fundador y presidente de "La Sociedad Alemana de Metales Preciosos" (establecida en 2006), una ONG dedicada a la difusión de información independiente sobre la relevancia del oro y la plata como vehículos de inversión y como base para una moneda sana y, consecuentemente, una sociedad sana. El Sr. Boehringer es uno de los principales iniciadores de la campaña alemana de opinión pública "Repatriar Nuestro Oro", que es apoyada por muchos firmantes de prestigio y por más de 15,000 activistas nacionales e internacionales.
Desde el año 2003, Peter ha estado escribiendo en el blog de oro más popular de toda Alemania centrándose en las implicaciones tanto económicas como políticas de los precios del oro y de la plata. Es autor de varios libros, ponente en conferencias liberales y económicas, y frecuente escritor de artículos de crítica hacia el actual sistema monetario basado en el crédito y sus negativas implicaciones. Es miembro de la Hayek Society.
Ni el señor Boehringer ni la Sociedad Alemana de Metales Preciosos están asociados a Euro Pacific Capital ni a sus compañías afiliadas. Las opiniones expresadas anteriormente son las del autor y pueden o no reflejar las sostenidas por Euro Pacific Capital o por SchiffOro.