El conflicto de ucrania: sanciones y economía

14 de febrero, 2022 1
Inversor particular. Autor del libro: "El Camino hacia el Sol: Economía, Energía, Medio Ambiente y Sociedad"
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Como indicaba en la anterior entrada, la geopolítica, y concretamente la posible invasión de Ucrania por Rusia, conjuntamente con otros problemas no resueltos, está condicionando el comienzo del año 2022.

En el caso de que se materialice la invasión, no es previsible que la OTAN entre en conflicto directamente, descartandose la intervención militar. Occidente ha apostado por las sanciones comerciales y financieras sobre Rusia, que pueden ser muy diversas y previsiblemente se acompañarán de represalias similares rusas.

Represalias  que afectarán a los países de la Unión Europea en mayor medida que a USA, sobre todo por la dependencia energética de la UE, ya que la UE importa el 84% del gas natural que consume, y el  41% de estas importaciones proceden de Rusia . Siendo de destacar además que, en las últimas semanas, Gazprom se ha limitado a suministrar estrictamente los volúmenes contratados, sin ayudar a rellenar los stock, lo que se puede interpretar como una forma de presión.

Naturalmente, a la UE no le conviene, y se opone, a que se utilice la energía como herramienta de presión geopolítica    . Lo curioso es que si utiliza otros mecanismos de presión cuando le conviene, como por ejemplo el CBAM; ya que el objetivo primordial es impulsar el European Green Deal y la transición energética para tener opciones de liderar el cambio climático global. Incluso a pesar de que el volumen de emisiones de la UE a nivel global no sea excesivamente significativo, suponiendo solo el 8,6% del total mundial  , y de que su estrategia condicione las políticas energéticas de terceros países.

En cualquier caso, en referencia a la dependencia externa de gas, según la European External Action Service (EEAS),  la seguridad energética depende de asegurarse la diversificación de rutas y fuentes de gas natural. Y en este sentido, las importaciones de GNL juegan un papel importante, suponiendo en este momento un 23% (datos 2T2021)  del total de importaciones de gas natural de la UE.

Lo sorprendente, quizá, sea la incidencia de la EEAS en la importancia de las importaciones de GNL procedentes de USA, cuando estas suponen solo un 6,3% del total. Algo irrisorio con respecto al 46,8% que ha supuesto Rusia en el primer semestre de 2021.

Cuando además, el mercado de GNL es global y debe considerarse tanto la capacidad de licuefacción global y de regasificación europea, como la capacidad de interconexión de gas y electricidad interior de la UE. Sin despreciar otras estrategias complementarias como crear stocks de seguridad o llevar a cabo compras de gas conjuntas por toda la UE.

Como indicaba inicialmente, una herramienta clave de la estrategia occidental en este conflicto son las sanciones económicas, tanto frente a Putin como a Rusia, que no son exactamente lo mismo. Putin y su círculo más cercano, sus familiares o colaboradores estrechos, sus amigos oligarcas,  podrían sufrir sanciones personales, viendo bloqueadas sus cuentas e inversiones en países occidentales, siendo quizá la medida más efectiva.

Medidas dentro del ámbito personal que se acompañarían de un importante abanico de sanciones que abarcarían el comercio, el sistema financiero, la energía y la tecnología.

Pero Putin era consciente de las posibles repercusiones de su estrategia, habiendo previsto la reacción de los países occidentales. Motivo por el que ha reducido progresivamente sus vulnerabilidades exteriores. En este sentido, ha incrementado sus reservas exteriores hasta 630.000 mill $ (datos de diciembre 2021), en parte como resultado de la evolución de los precios del petróleo. Y al mismo tiempo se ha acercado a China, que podría ofrecerle ayuda financiera.

De tal forma que las reservas del gobierno ruso, excluyendo oro, se encuentran valoradas en 460.000 mill $ , y las reservas en dólares se han reducido a solo el 16%, al mismo tiempo que solo un 20% de la deuda pública se encuentra en manos de extranjeros.

Cuando además, cuenta Putin con la ventaja de que Europa ha llevado a cabo inversiones en suelo ruso que se podrían ver afectadas por represalias; y Rusia también es un importante proveedor de las cadenas de suministro europeas, aportando fertilizantes, aluminio, acero o niquel. Al mismo tiempo que ciertos sectores podrían ser dañados si se prohíben sus exportaciones a Rusia.

Rusia es el quinto mayor socio comercial de la UE, es la sede de activos europeos por valor de 350.000 mill de $.  , y los bancos europeos tienen 56.000 mill de $ de activos en manos rusas que podrían ser utilizados en forma de represalias.

Pero además, los países implicados, podrían sufrir ciberataques sobre elementos estratégicos de infraestructuras, como sistemas de energía y redes de transporte o agua.

Sin embargo, como indicaba, la mayor amenaza procede de la paralización del suministro de gas ruso, que supone el 35% del consumo de la UE  . La cuestión es que la situación ya es grave incluso en ausencia de esta futura interrupción de suministro, estimando JP Morgan que la factura energética prevista se estima en 1 billón de $ en 2022, el doble de la de 2019. Factura podría incrementarse en caso de conflicto al incrementar el precio de determinadas commodities  como el petróleo, cuando el precio de este ya se está elevando por otros motivos, sobrepasando los 90$/barril el Brent

Y en este escenario, está claro que si la transición energética ya se hubiera producido, la dependencia de los combustibles fósiles y de Rusia habría prácticamente desaparecido, aumentando simultáneamente la seguridad energética europea. Pero el problema es que este momento todavía no ha llegado, y Europa debe enfrentarse a sus problemas  energéticos a través del almacenamiento, las interconexiones, la energía nuclear y la diversificación de proveedores.

En cualquier caso, para que las sanciones sean efectivas, es necesaria la unidad de los países occidentales, siendo conscientes de los efectos negativos que las medidas y las represalias rusas tendrán sobre sus propias economías y sociedades, siendo importante no romper la unidad de acción.

Unidad de acción que se enfrenta al efecto asimétrico de las represalias rusas, ya que América es mucho menos vulnerable y se encuentra lejos de Rusia. Y en Europa, el distinto grado de dependencia entre países, destacando el caso aleman , y el hecho de que las decisiones de este tipo en la UE deben  lograrse por unanimidad, lo que dificulta llegar a un acuerdo y puede acabar suavizando las sanciones.

Entre las sanciones propuestas, cabe mencionar la restricción de la negociación de la deuda soberana rusa, y mantener la opción de excluir a los bancos rusos del sistema SWIFT, el sistema interbancario de transferencias internacionales, una red utilizada por 11.000 bancos de 200 países.

Aunque  esta sanción podría ser lenta de, no siendo una opción compartida por algunos socios europeos, ya que muchos países europeos, como Alemania, hacen muchos negocios con Rusia y pueden oponerse al plan al sentirse perjudicados

Aunque por otra parte tenemos el precedente de la crisis iraní de 2018 en que Estados Unidos logró obligar a Swift a no colaborar con los bancos iraníes incluso frente a la resistencia europea.

Estados Unidos probablemente se saldría con la suya de nuevo. Podría amenazar con sacar a sus propios bancos de Swift o apoderarse de infraestructura vital para la red, como un centro de datos en Virginia.

Pero, ¿realmente valdría la pena excluir a Rusia de Swift? Hay tres razones para pensar que podría no ser así. Dañaría pero no paralizaría a Rusia e impondría costes a Occidente. Cuando además, un mundo sin SWIFT no sería una nueva amenaza para Rusia. Si bien es cierto que se produciría una fuga de capitales, de empresas y bancos que dependen de la financiación extranjera.

Sin embargo, los bancos rusos y sus homólogos extranjeros podrían utilizar otros medios de comunicación. Las transacciones podrían migrar al sistema “spfs”, la alternativa rusa a SWIFT, aunque no sea tan internacional ni eficiente, pero la crisis también podría facilitar su desarrollo.

Y en el caso del sector de la energía, las sanciones se dirigirían principalmente a la inversión, restringiendo la captación de capital de las grandes empresas rusas en los centros de Nueva York y Londres; así como impidiendo la apertura del gasoducto Nord Stream-2.

Pero las consecuencias no tendrían necesariamente que encontrarse restringidas a la UE. En el largo plazo, América también podría soportar costes de otro tipo. Hoy es el líder mundial y el dolar es utilizado como divisa de reserva como almacenamiento de valor, utilizado en transacciones internacionales, reduciendo los costes de transacción y una mayor facilidad de financiación, situación que podría arriesgar (exorbitant privilege ).

En este sentido, Rusia ha reducido progresivamente sus ingresos por exportaciones en dólares, esencialmente con China, aunque las ha sustituido fundamentalmente por el euro , que constituye más del 75% (83,3% en los últimos cuatro meses de 2020) de las transacciones comerciales entre ambos países y el 36% del total de las exportaciones rusas .

Y en términos de comercio global, a pesar del progresiva reducción de las exportaciones rusas en dólares, esta divisa aún supone casi el 50% de las transacciones, y en conjunto, con el euro, el 86%.

Sin embargo, las sanciones incentivarán el progresivo incremento de transacciones comerciales en otras divisas, como el rublo o el yuan. Situación que ya se está dando progresivamente, ya que si en el año 2013 las transacciones comerciales entre Rusia y China en yuan y rublos representaban respectivamente el 2% y 1%, en 2020 han pasado a suponer el 6,3% y 5,7%.

Hecho que por otra parte interesa a China, en el sentido de que el yuan sea cada vez más reconocido como divisa de referencia por otros países (a pesar de otros factores que lo dificultan), como los que se encuentran alejados de la órbita estadounidense, como por ejemplo Irán,  e incluso potenciar la bipolarización global creando dos áreas de influencia.

Para lo cual, China ya posee un sistema alternativo a SWIFT, el CIPS, cuyo volumen de transacciones es todavía muy inferior al SWIFT (50.000 frente a 400.000 mill $), pero que crece rápidamente y  que trataría de desarrollar, pudiendo amenazar la supremacía del SWIFT.

En cualquier caso, la conclusión que debemos sacar de esta situación es que todos pierden. Rusia por las sanciones y por dejar de ingresar fondos que suponen una gran parte de sus presupuestos, y la UE por sus relaciones comerciales con Rusia y su dependencia energética.

Y el incremento de los precios de la energía puede desbaratar las previsiones de reducción de inflación del BCE . De hecho, el HICP europeo se situó en el 5% en diciembre  , y el BCE estima que se reducirá de forma significativa en 2022, entre otros factores  debido a la relajación de los precios de la energía. Sin embargo si estas expectativas no se cumplen, la inflación provocará subidas de tipos con  el consiguiente efecto sobre el crecimiento económico.

El problema es que este escenario de inestabilidad geopolítica indudablemente afecta a la economía global, en mayor medida si la tensión aumenta, dado que el incremento de incertidumbre afecta al comercio, la oferta, las materias primas energéticas, la inflación, los flujos de capitales y la inversión, ya que se deriva de la distorsión de las decisiones de los agentes económicos dando lugar a un efecto risk-off.

Una situación un tanto comprometida  al no haberse solucionado completamente todavía el problema de la pandemia y los países arrastrar la deuda derivada de esta crisis. Por tanto, precaución, y vigilar la evolución de los precios de las materias primas y la inflación.

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Este artículo tiene 1 comentario
antiguo usuario
Entoces lo que viene a decir Putin que hasta que no se acabe el gas na hay transición energética...porque si nó la lío...se podría entender que Rusia no tiene futuro y eso lo hace más peligroso...
La no dependencia europea de Rusia es muy peligroso ...
Mucho cuidado con un país cargado de bombas atómicas y que termine por no tener peso en el mundo como antaño...es mi análisis por otro lado creo que Putin se está riendo , los chinos dicen que no ataque antes de los juegos ...a mi me parece la guerra de Gila ..jajaja
15/02/2022 15:33
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