La comparación entre la inversión en bolsa y las apuestas en un casino es algo bastante recurrente entre los neófitos en el tema. Prácticamente todos los que invertimos en bolsa hemos escuchado en más de una ocasión la expresión “jugar en bolsa”, pero la realidad es sustancialmente diferente. La inversión en bolsa es una tarea compleja, que requiere de conocimientos en diversos campos y de una serie de actitudes que no todo el mundo tiene. Bien entendida, está muy lejos de ser una apuesta o un juego.
Pero eso no quiere decir que no haya mucha gente que se dedique, más que a invertir, a “apostar” o “jugar” en bolsa. Spencer Jakab, editor en The Wall Street Journal, dedicó un artículo a esta problemática. Quienes comparan Wall Street con un casino a veces puede ser debido a una mala experiencia en los mercados. Sin embargo, cuando se trata de productos extremadamente populares, la comparación entre un casino y Wall Street suele estar más acertada.
Tener acciones es principalmente un juego ganador. Desde el año 1928, el mercado bursátil ha subido el 54% de los días, el 58% de los meses y el 73% de los años. Durante ese tiempo, una inversión de 10.000$ en el mercado de renta variable estadounidense se habría transformado en unos 40 millones de dólares. ¿Quién habría conseguido esta cifra jugando al casino? Las posibilidades de acertar son del 47% y conforme más tiempo en el casino, más fácilmente desaparecerá el dinero.
En el mercado existen productos en los que las probabilidades de éxito son similares a las de apostar en un casino. El ETF Direxion Daily Financial Bear 3X Shares, de la gestora Direxion Funds, es un buen ejemplo. El ETF ha perdido dinero el 54% de los días. Todos y cada uno de los años naturales desde su lanzamiento a finales del año 2008 ha generado rentabilidades negativas. Se trata de un fondo inversor que replica 3 veces el inverso del comportamiento del índice de compañías financieras, por lo que durante la crisis financiera tuvo unas rentabilidades extraordinarias. Pero se evaporaron rápidamente.
Por ejemplo, el fondo multiplicó su valor por dos en cuatro sesiones en enero de 2009, pero perdió esas ganancias en los seis siguientes días. Durante el mes siguiente consiguió doblarse en cuestión de siete días, pero de nuevo en cuatro días perdió el 60% de su valor y en las siguientes siete sesiones se dejó un 50% adicional. James Angel, profesor de finanzas en la Universidad de Georgetown señala que uno de los secretos del mundo de los servicios financieros es que también forman parte de la industria del entretenimiento y los juegos.
La destructiva combinación de volatilidad y capitalización diaria es lo que hace que estos fondos inversos apalancados tengan esas rentabilidades negativas tan desproporcionadas. Una inversión de 10.000$ realizada en el ETF citado anteriormente en el 2008 valdría en la actualidad en torno a 2$. Sin embargo, estos fondos rara vez desaparecen, porque los inversores siguen aportando dinero conforme piensan que pueden seguir venciendo a las probabilidades. De hecho, se ha invertido tanto dinero en fondo inversos apalancados que su valor de mercado actual es de aproximadamente 15.000 millones dólares, según los datos proporcionados por ETFGI (firma independiente de investigación y consultoría sobre productos cotizados como los ETFs), mientras que el período de tenencia de estos fondos suele ser de días u horas. Por ejemplo, el 25 de junio de este mismo año, un día que resultó de gran volatilidad para el mercado, 10 fondos / ETFs similares tuvieron un mayor movimiento (en términos de compra y venta) que blue chips como Walt Disney, Amazon o Delta Airlines.
Diversos profesionales de la industria de gestión de activos apuntan que no todos los productos (ETFs o fondos de inversión) son basura. Algunos, como por ejemplo aquellos que añaden apalancamiento a las posiciones largas, han tenido una rentabilidad espectacular durante los nueve años de mercado alcista. Sylvia Jablonski, directora de mercados de capital y estrategia institucional de la gestora Direxion Funds, que ofrece 76 ETFs inversos y apalancados, señala que el período típico de mantenimiento de este tipo de productos es relativamente corto. Además, afirma que ellos lo consideran una herramienta de trading. “Somos muy claros con nuestros clientes al decirles que estos productos no son para mantener”, señaló Jablonski. Existe un escenario en el que un accionista a largo plazo ganaría dinero con un producto como el ETF apalancado sobre el sector financiero; ese escenario debería ser un año de mala rentabilidad para el índice y baja volatilidad, algo que no ha sucedido todavía.
La diferencia entre una inversión y una apuesta radica en las probabilidades de éxito. De media, los jugadores (los que se dedican a apostar) pierden dinero con el paso del tiempo. Entonces, ¿por qué la SEC (análogo a la CNMV en España) permite que cualquier persona con una cuenta de valores coloque sus ahorros en algo que normalmente pierde dinero? Los defensores de este tipo de productos señalan que, a diferencia de los juegos de azar, algunas personas creen que pueden “adivinar” la forma en que se comportará el mercado mañana y otros utilizan estos fondos inversos para cubrir sus posiciones alcistas. En palabras de Sylvia Jablonski, a diferencia de la complejidad de las opciones sobre acciones, estos “democratizan la inversión”... pero presentan algunos riesgos que no todos conocen.
James Angel considera que este tipo de fondos son principalmente juegos de azar, pero no se opone a su existencia, ya que las autoridades también permiten a las personas hacer apuestas aún más peligrosas como las opciones sobre acciones, penny stocks o incluso jugar a la lotería.
Algunos especuladores, indudablemente obtienen beneficios salvajes en poco tiempo, pero mantenerlos es otro asunto muy diferente. Consideremos la experiencia de “TheSkepticizer”, un usuario de la red social de inversión “StockTwits” que afirma que obtuvo unas buenas rentabilidades el día 25 de junio de este año realizando trading sobre el ProShares Trust UltraPro Short QQQ ETF, ETF que triplica a la inversa el comportamiento del Nasdaq. Ese día, como consecuencia de los temores por la guerra comercial, el ETF se revalorizó un 6,4%. “Hicimos algo de dinero hoy, pero se vendió en la caída. Probablemente no debería haberlo hecho… tal vez podamos volver a comprar mañana”, señaló “TheSkepticizer”. Posteriormente indica haberlo hecho a la mañana siguiente, pero una hora más tarde el fondo estaba cayendo en torno a un 2%, así que ya estaba buscando un ETF de semiconductores triplemente apalancado para compensar la caída del 10% en un solo día de un fondo triplemente apalancado a la baja sobre el petróleo que tenía en cartera. “TheSkepticizer” podría no haberlo hecho mucho mejor en Las Vegas, pero a buen seguro al menos habría tenido bebida gratis.
Hemos de procurar no asociar el concepto de bolsa al de “juego” o “azar”, puesto que no tienen nada que ver. Si bien es cierto que hay gente que invierte o utiliza productos muy apalancados con el objetivo de “pegar el pelotazo”, la realidad de la mayoría de los inversores es bien distinta. Las motivaciones que llevan a las personas a invertir en los mercados financieros son múltiples, pero el trasfondo de la mayoría de ellos es aumentar su patrimonio por encima del coste de la vida, algo que parece sencillo pero que hacerlo de forma sostenida en el tiempo no lo es tanto.
[Nota: este artículo es principalmente una traducción del original publicado por Spencer Jakab en The Wall Street Journal. El lector puede seguir al autor en Twitter.]
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