El crecimiento económico se ha fortalecido ligeramente a nivel global en lo que va de año hasta niveles del 3%. Las tasas de desempleo siguen cayendo en las economías avanzadas en general, no obstante comienza a subir en las economías emergentes, especialmente aquellas más afectadas por la recesión en los últimos trimestres como Brasil y Rusia.
Sin embargo, hay indicadores adelantados de EEUU y Europa, como la masa monetaria (M1 y M3) o el índice de sorpresas en los datos económicos, que dibujan un cierto parón en los próximos trimestres en las expectativas de crecimiento.
Esto no quiere decir que entremos en recesión inmediatamente, pero sí que es probable que las estimaciones de crecimiento revisadas al alza en los últimos meses, decaigan a partir del final de año. Otro gallo cantará más adelante…
Los vientos recientes antiglobalización y proteccionistas, suponen una de las principales amenazas de cara al futuro. Científicamente es contrastable que el proceso de globalización y el aumento sustancial del comercio en las últimas décadas ha supuesto una menor pobreza extrema para millones de personas, una mayor renta y por ende, mayor riqueza a nivel mundial. Bien es cierto que la mejora sustancial la han experimentado los países emergentes y no tanto los avanzados, cosa lógica por el mayor peso de los estados, el intervencionismo, el déficit fiscal y la deuda pública en estos últimos países. También es cierto que en los últimos años, muchas economías emergentes han mantenido sus crecimientos gracias a una expansión de deuda muy peligrosa. Pero en cualquier caso, lo que es una mala noticia para el crecimiento a largo plazo es que prosperen estos vientos irracionales en muchos discursos políticos, que están basados en ideas claramente refutadas por la teoría y la experiencia de la tozuda realidad, ¿o acaso los burros vuelan?.
Artículo publicado en OK Diario