El crack de marzo en las bolsas también se produjo en el bitcoin, y el rebote posterior le ha devuelto a máximos, como si de la fortaleza del Nasdaq y de las FAAMG se tratara. ¿Y si esta fortaleza técnica observada no fuera una ilusión sino algo sólido y duradero que encuentra un apoyo en la inyección masiva de liquidez de bancos centrales (y el endeudamiento masivo de los gobiernos)? Esta es la pregunta que me ha surgido estas últimas semanas en gran parte influido por la destacada fortaleza chartista del gráfico del bitcoin. Veamos en qué consiste esta lectura de fortaleza del gráfico.
Primero, la capacidad de un activo de recuperarse de una caída vertical es una señal que nos lanza el precio y nos dice que los vendedores ya no tienen el control de la situación. Lo normal en una tendencia es que los máximos y mínimos locales vayan en la dirección de esa tendencia. Si la caída de marzo fuera un movimiento tendencial bajista, el precio no debería haber vuelto a máximos. Y de hecho, la verticalidad de la caída indica la presencia de un fenómeno de psicología de masas (un “crack”) que normalmente supone dos posibilidades:
1- o bien estamos ante un activo que quebrará (o algo similiar), es decir, ante un activo que está acabado y no podrá recuperarse,
2- o bien estamos ante una “barrida de stops”, es decir, unas ventas masivas de pánico que se llevan por delante a todos los que no están dispuestos a aguantar a largo plazo y se bajan del tren porque “ya no pueden más”. Estas barridas de stops (es decir, caídas en el precio que provocan ventas generalizadas) tienen la gran virtud de limpiar literalmente la base de inversores de ese activo. ¿Quién queda por vender después de este tipo de caídas? Probablemente poca gente. Los que tenían que vender ya lo han hecho, ya sea en el pánico de la caída, ya sea en el rebote posterior a medida que el precio volvía a niveles psicológicamente aceptables para vender. Y una vez el precio ha vuelto a máximos, los que no han vendido posiblemente ya no tienen deseo ni necesidad de vender.
En definitiva, los procesos bajistas de pánico tienen la virtud de reducir fuertemente la presión bajista posterior si la caída se ha debido a "simples" motivos psicológicos y no a motivos fundamentales de peso. Es como el incendio que después de quemar toda -o casi toda- la madera, se extingue por falta de material que quemar.
Dicho esto, la vida evoluciona. Pueden aparecer nuevos compradores...que después piensen en vender (si son operadores de corto plazo), pueden aparecer nuevas noticias que modifiquen sustancialmente las perspectivas, puede instalarse una crisis de liquidez que requiera ventas forzosas de activos, etc. Nada es estático, y la visión del chartista debe evolucionar en paralelo al gráfico. Nunca podemos dar nada por seguro y definitivo... Por lo tanto, emitimos hipótesis y las vamos siguiendo.
En el gráfico anterior del bitcoin vemos una estructura técnica alcista, pero también vemos un intento de ruptura alcista fallida. Esta señal alcista fallida se confirmaría si el Bitcoin vuelve a caer por debajo de los 9.400$ de forma contundente. No lo descarto en absoluto y de hecho considero que hay que estar muy pendiente de esa eventualidad, porque una ruptura de soporte de corto plazo podría tener ahora una continuidad bajista mayor. Eso no excluiría el escenario alcista de largo plazo, pero sí que lo pospondría de forma indefinida (hasta observar nuevas señales técnicas alcistas). En caso de ruptura del soporte CP empezaríamos a fijarnos en los retrocesos de Fibonacci de toda la subida desde mínimos de marzo para detectar zonas clave en las que vigilar señales de suelo y reactivación alcista.
La situación de corto plazo es por tanto de indecisión, después del escape alcista fallido del 1 y 2 de junio. Con esta cautela y aviso en mente, lo interesante está en el aspecto del gráfico de largo plazo, en velas mensuales, que pasamos a analizar a continuación.
LARGO PLAZO
Debido a la enorme volatilidad de este activo "nuevo", la caída de 2018 que en el gráfico aparece como un simple diente de sierra, supone en la práctica una caída del 80% desde máximos. Esto me hizo pensar en su momento que este activo estaba acabado, porque una caída del 80% no se sostiene. Pero con el paso del tiempo estoy reconsiderando esa idea. El gráfico de largo plazo no deja de mostrar una tendencia alcista, y la evolución reciente ha salvado varios "match ball" que conviene destacar. La tendencia de fondo sigue activa... y el binomio rentabilidad / riesgo es francamente atractivo.
Bien es cierto que estamos ante un activo especulativo, y por lo tanto no es realmente un "activo" en sentido estricto. No produce nada, su precio depende de la oferta y la demanda, prácticamente igual que el oro. Así que en última instancia estamos jugando con algo que depende de la confianza de los operadores... y precisamente ahí está la clave. La confianza en este "activo" podría ir subiendo a medida que decrece la confianza en la propia moneda como consecuencia de la emisión masiva de dinero por parte de los bancos centrales.
En una era histórica sin precedentes donde los bancos centrales están actuando en contra de todo lo que hasta ahora decían los libros de economía de las universidades de todo el mundo, las dudas sobre el valor futuro del dinero, de las divisas como el euro y el dólar, son crecientes. ¿Y si estamos metiendo presión en la olla año tras año, QE tras QE, sin conseguir ningún efecto (ni inflación ni crecimiento)... hasta que al final un día explote de golpe? Bajo esta perspectiva defensiva, el Bitcoin podría tener sentido. Pero insisto en que no soy visionario y no tengo ni idea de cómo se podría producir una caída de las divisas tradicionales y un "trasvase de valor" hacia las criptomonedas cuyo diseño en la base (al menos para el bitcoin) parece, curiosamente, más serio. Sabemos que no habrá más de 21 millones de bitcoin en el mundo. Cuanto más crezca la demanda, más crecerá su precio...
La "tendencia de fondo" que refleja el gráfico anterior es del 53% anual (cálculo aproximado). Es una tendencia fuerte, y especialmente cuando tenemos en cuenta que hablamos de una "media". Hay períodos en los que el ritmo de subida es muchísimo más fuerte (cuando el precio va de la base al techo del canal) y períodos en los que cae a plomo (como en 2018). La volatilidad de este activo es extrema, y como ocurre con la bolsa (activo tradicional) es MUY difícil escapar de esta volatilidad y a la vez capturar el 100% del rendimiento medio que ofrece el activo a largo plazo. Por esa razón, este tipo de activos "ultra-volátiles" y de futuro incierto, nunca deberían constituir una parte importante de un patrimonio cuyo objetivo es la superviviencia y la estabilidad a largo plazo. Otra cosa es a nivel especulativo, con cantidades pequeñas (en términos relativos al total).
Os dejo con mi análisis técnico chartista sobre el Bitcoin que he colgado en mi canal de YouTube. Es posible que en cuestión de días veamos la resolución de su situación técnica. Recordad que no estamos en zona de hacer "experimentos" y una ruptura del soporte de CP podría tener consecuencias importantes. El objetivo es minimizar pérdidas de corto plazo en caso de error y maximizar ganancias de largo plazo en caso de acierto.
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