Se habla mucho de China desde hace años. Mucha gente piensa que pronto será la primera economía del mundo, superando a EEUU. Piensan que el futuro es Asia... pero están equivocados. El futuro es África, por una cuestión muy simple: la DEMOGRAFÍA.
China va a perder la friolera de 400 millones de habitantes en las próximas décadas. África no, porque su población sigue creciendo a tasas "de otro planeta". Por supuesto, eso es porque actualmente hay 1.500 millones de habitantes en China (hablo de forma muy aproximada, no conozco el dato exacto, ni falta que hace). Esta hecatombe demográfica es una terrible tragedia. Y si ocurre en un país dictatorial, donde la libertad no existe, y la población vive sometida y controlada (por cámaras, por los vecinos, por espías, etc), es todavía mucho peor.
China sigue creciendo a tasas envidiables. Pero en realidad hace años que lo hace a tasas cada vez menores. Es decir, está en fase de clara DESACELERACIÓN. Dicho de otra manera, China va a menos...aunque todavía el ayuda su inercia anterior. Pero esa inercia de expansión y crecimiento económico le va a ir ayudando cada vez menos. Y a medida que ese lento pero inexorable declive avanza, irán aflorando sus gravísimos problemas, sus locuras, sus burbujas. Como decía Warren Buffet:
Cuando baja la marea es cuando vemos quién nada desnudo.
Pues bien, la marea aún está alta en China, pero está bajando.
El sector típico donde se desmadran las cosas cuando un país atraviesa una gran bonanza económica (casi siempre por motivos de desarrollo tecnológico y demográficos a la vez), es el sector inmobiliario. Ocurrió en Japón en los años 80 del siglo pasado, y en España en los años 2000. La gente se vuelve loca, la codicia humana se dispara, con la complicidad de todas las partes implicadas: bancos, Estado en sentido amplio (y ayuntamientos, regiones, etc), constructores, notarios, inmobiliarias, y un largo etc. A todos les interesa que la locura dure el mayor tiempo posible... y tonto el último que apague la luz.
Hace tiempo que sabemos que en China hay una burbuja inmobiliaria (entre otras cosas), a pesar del intento del Partido Comunista, en el poder desde tiempos inmemoriales, por manipular y ocultar la información que no les interesa. Y con la complicidad de Occidente, cuya moral bien resumió Groucho Marx: "Estos son mis principios... pero no se preocupe, si no le gustan, tengo otros". Sabemos de las ciudades fantasma chinas, que hacen que las urbanizaciones fantasma que pululan por la geografía española sean cosa de "amateurs". Pero hasta ahora -y han pasado años- parece que la burbuja no estallaba. Es lo que tiene el crecimiento, que permite esconder y disimular tus vergüenzas y practicar una huída hacia delante durante años y años...
Pero todo tiene un fin. Y desde hace unos días se habla de los problemas de EVERGRANDE (nemo: 3333.HK, cotizado en bolsa), segundo grupo inmobiliario chino. Un conglomerado a punto de quebrar, según dicen. Son 200.000 empleados, 260.000 millones de deuda, 1.400.000 viviendas en construcción que se han parado, y proveedores impagados. Un grupo que tiene solo 25 años de existencia. Las acciones han caído un 80%. Hay fondos extranjeros con deuda de Evergrande (Blackrock por ejemplo), una deuda que ha sido degradada por las casas de análisis.
Se comenta que Evergrande supone un riesgo sistémico para la economía China. ¿Será rescatada por el gobierno chino? Dicen que no... pero en realidad no pienso que sea tan sistémica. ¿Será la primera pieza de un dominó imparable? Francamente, no lo sé, porque no soy experto en China, ni conocía este grupo hasta hace unos días. Comenta Marc Garrigasait en su twitter que:
Evergrande "es mucho más sistémico que una pura promotora inmobiliaria: 128 bancos y 121 entidades no financieras tienen deudas con ella. Además controla un banco, con >200.000 empleados y supone el 2% del PIB chino y el 4% del mercado bonos High Yield.
Os invito a leer el hilo completo de Marc en Twitter, con información muy interesante: unos pasivos de 355.000 millones, a comparar con la quiebra de Lehman Brothers de 619.000 millones, que fue el disparador del estallido de la burbuja subprime en 2008.
¿Será el principio del estallido de una burbuja? Lo repito: no lo sé. Pero desde luego, no va en la buena dirección, y podría producirse un efecto en cadena de mayor o menor magnitud. Con la subida que acumulan las bolsas, es momento de ser prudente (lo cual no significa vender todo y olvidarse).
Prudencia no es incompatible con paciencia (ver mi último post: "Tiempos de prudencia...y paciencia: el Ratio de Buffet"). Es decir, prudencia no significa huir ni lanzar todas las alertas. Al menos en las bolsas europeas y de EEUU. La quiebra de este gran grupo chino podría ser uno de los detonantes de una fase correctiva que está tardando en llegar (pero no de un cambio de tendencia mayor).