Los mercados mundiales han vivido el proceso más desordenado desde el año 2011. Ya conocen la historia. Primero la casi salida del euro de Grecia puso contra las cuerdas a los mercados. Luego la caída del precio del petróleo, la devaluación del yuan chino en agosto, la incertidumbre sobre la subida de tipos por parte de la FED y ya de vuelta con el año nuevo más incertidumbre sobre China, sobre el crecimiento mundial y como guinda del pastel dudas sobre la banca mundial la cual no se encuentra cómoda en un entorno de tipos de interés negativos.
Desde mi punto de vista el precio del petróleo y China no son una gran riesgo de aquí en adelante. El primero porque habiendo declinado un 75%, ya ha hecho el daño a la parte de la economía que más sufre y porque, a estos precios, si no ha hecho suelo probablemente ese suelo esté cerca. Adicionalmente se han empezado a ver movimientos entre los países productores que si bien solo son rumores, sí señalan que estos precios empiezan a incomodar a todo el mundo.
Por el lado chino, es interesante que este fin de semana el gobernador del Banco Central de China, Zhou Xiaochuan, haya aparecido para garantizar la estabilidad del yuan y enviar el mensaje de que no habrá devaluaciones significativas. Si bien es interesante, por supuesto que no podemos fiarnos de lo que declaren, al fin y al cabo ya han creado bastante volatilidad en los mercados con sus errores de comunicación. Pero al menos demuestra que saben que tienen que tener cuidado con sus movimientos porque van a a afectar al mundo entero.
Lo que realmente me interesa de China es que los indicadores sectoriales de Markit Economics (PMIs) no muestran mayor deterioro del que había hace unos meses y que incluso se atisba cierta aceleración.
Es más, los indicadores líderes de aquel país señalan que la producción industrial repuntarán en los siguientes meses. Con ello, los temores sobre la economía China y la de muchos países se verán aminorados de aquí en adelante.
Por ello, porque el petróleo ya ha hecho el daño que tenía que hacer y porque las noticias del pasado no mueven los mercados y porque probablemente China esté girando al alza, estos dos temas no me precoupan.
Es más, si en mi opinión el petróleo y China ya no son un gran riesgo bajista de aquí en adelante, además desde hace dos semanas se viene produciendo un evento que es fundamental para que regrese el orden a los mercados mundiales: el potencial techo del dólar.
La fortaleza del dólar desde mediados de 2014 se ha fundamentado en la divergencia de políticas monetarias entre EEUU y el resto del mundo. Mientras allí se iba hacia una subida de tipos, que por fin se materializó en diciembre, en el resto del mundo iban en dirección contraria.
Esta fortaleza del dólar es en última instancia la verdadera fuente de inestabilidad mundial. Cuando el dólar sube las materias primas bajan de precio ya que éstas están denominadas en dólares. Y a causa de ello, se producen innumerables problemas en múltiples países a lo largo del globo que dependen de esas materias primas. No es casualidad que un dólar alcista esté relacionado con un aumento de la volatilidad en los mercados, como expliqué hace un año.
Es una pena que teniendo claro desde 2014 que el dólar subiría por la divergencia entre las políticas monetarias de la FED y el resto del mundo, y sabiendo que eso tiende a aumentar la volatilidad, no tuviera mayor perspicacia para también entender que los riesgos globales serían mucho más elevados de los que consideraba hace un año.
Ahora bien, si un fuerte ascenso del dólar supone toda una retahíla de problemas, lo contrario es cierto. La expectativa de que el dólar haya tocado techo es una buena noticia ya que alivia las presiones fiscales sobre muchos países y en general supone un bálsamo sobre la economía mundial ¿Por qué se estaría produciendo un techo ahora o al menos una ralentización significativa de la tendencia alcista con una pausa de varios meses?
Simplemente, cuando la propia fortaleza del dólar amenaza con una crisis global a toda escala de forma inminente, la perspectiva de esa crisis provoca la debilidad de la divisa. Suena algo paradójico porque es como decir que su propia fortaleza es la que genera su subsiguiente debilidad, pero tal vez es más fácil entenderlo como que ante la perspectiva de menor crecimiento en EEUU a causa de la debilidad de la economía global, la FED no subirá los tipos de interés tan rápido y por tanto el dólar de debilita.
Y hasta aquí era mi escenario la semana pasada: elementos positivos con los mercados en los soportes -en muchos de ellos en la interpretación más laxa que podía encontrar de "soporte"- que seguían invitando a seguir buscando el lado alcista del mercado a pesar de la debilidad técnica.
Y sin embargo, de repente apareció un nuevo problema que acabó de quebrar a la baja esos soportes: las dudas sobre la banca mundial. Dudas que consiguieron arrastrar violentamente a los mercados la semana pasada, llevando otra vez a los titulares de los periódicos noticias sobre las bolsas.
Aparentemente el miedo a una desaceleración global junto con un creciente régimen de tipos de interés negativos que erosionan los beneficios de la banca, acabaron por hundir las cotizaciones de estas compañías y ellas al resto del mercado. Lo que ha pillado por sorpresa a todos es la virulencia de estas caídas, de una urgencia que no habíamos visto desde 2008 y que precisamente ha invitado a todo el mundo a preguntarse si estamos en un nuevo 2008.
En mi opinión no es así. Es cierto que la banca cae por la perspectiva negativa de una desaceleración global y, sobre todo, por la expectativa de que unos tipos de interés negativos erosionen aún más su beneficio. Pero nada más. No es una cuestión de liquidez ni de solvencia, sino de rentabilidad. Y es que la banca se encuentra en una situación de reconversión sectorial que la está haciendo sufrir. De esta reconversión saldrán ganadores, aquellos que expandan sus líneas de negocio más allá de la intermediación tradicional, y perdedores, los que no se adapten a los nuevos tiempos.
Por otro lado, la virulencia de las caídas tiene más que ver con cuestiones técnicas que con un problema sistémico y de desconfianza extendida entre bancos como ocurrió en 2008. Durante los pasados años, los bancos han estado emitiendo bonos convertibles en acciones (CoCos). Estos bonos, que pagan una buena rentabilidad, pueden dejar de pagarse y convertise en acciones si, por ejemplo, el banco deja de emitir dividendos, deja de tener beneficios o cualquier otra cláusula que se haya negociado.
El problema es que si bien estos CoCos en principio no generan un problema sistémico como sí lo generaban las subprime, sí que son una auténtica bomba bajista en la cotización de los bancos. Esto es así porque cuando los accionistas entienden que serán diluidos por la reconversión de esos bonos en acciones, tiran el precio a la baja ante esa expectativa de dilución. A su vez, los vendedores a corto, sabiendo esto, presionan aún más a la baja el valor. Finalmente, los tenedores de los CoCos, intentan cubrirse de las pérdidas vendiendo acciones, comprando CDS o seguros de impago sobre el valor. De esta manera, la actuación de estos tres tipos de actores acaba creando una espiral bajista sobre la cotización.
Es decir, siendo cierto que es la expectativa de menores beneficios lo que hace caer al valor, la virulencia de las caídas no viene dada por ningún riesgo sistémico inminente, sino por cuestiones técnicas de cómo están posicionados los inversores alrededor del valor.
Creo que tras lo ocurrido la semana pasada, el mercado ha podido valorar el riesgo real de la situación. Y si el mercado suele caer violentamente por la incertidumbre de lo que no conoce, rebota cuando entiende mejor la situación. Y de esta manera, el S&P 500 ha vuelto sobre los 1.880 puntos, el nivel clave que alcanzó en el pánico de agosto. Y el Euro Stoxx 50 se acerca de nuevo al punto más extremo que podía considerar como un soporte en mi interpretación más laxa (2.850 puntos, mínimos de enero y de 2014).
Como alcista que soy porque con los datos que tengo a día de hoy el ciclo económico tanto en Europa como en EEUU sigue siendo expansivo, una recuperación por encima del soporte es suficiente para estar posicionados al alza con decisión.
Desde el punto de vista técnico, el índice que aguanta, que todo el mundo sigue por su importancia y tamaño, es el S&P 500. Básicamente creo que no me equivocaría en decir que es este mercado el que acabará dictando vida o muerte para el mercado alcista global nacido en 2009.
A pesar de volver a mínimos de casi dos años el pasado jueves, consiguió no hundirse y hoy los futuros señalan que estará por encima del nivel clave de los 1.880 puntos. Este nivel fue el que tocó el índice en agosto activando una señal de claudicación, una señal que suele ser la antesala de fuertes subidas durante meses e incluso años.
Tras esa señal de claudicación de agosto, el pasado 21 de enero se produjo una potencial trampa bajista, es decir, un descenso breve por debajo del punto de claudicación que luego se recupera al alza. Este tipo de comportamiento es habitual y es parte de las correcciones.
Donde reside la auténtica dificultad del momento presente y la complejidad del escenario actual, es que la semana pasada el S&P 500 casi anula completamente la trampa bajista, lo cuál sería técnicamente un evento muy bajista. Pero al más puro estilo bursátil donde el mercado es capaz de humillar absolutamente a todo el mundo, el índice ha rebotado y ahora la pregunta es ¿hemos asistido a una trampa bajista de casi un mes de duración?
Como alcista desde el punto de vista macro, siempre tiendo a pensar que sí. Por eso, igual que por debajo de 1.880 no quiero saber nada de este mercado y de los mercados globales en general, por encima soy alcista.
La apreciación de la semana pasada de que todavía cabía la posibilidad de una recuperación rápida parece estar teniendo lugar. De momento, aparte del S&P 500, índices como el Euro Stoxx 50, el DAX 30, el FTSE 100 o la bolsa de Australia han hecho un "esfuerzo" por intentar recuperar soportes (en el caso del Euro Stoxx 50 el que considero su segundo y último soporte). Mientras que aún es un esfuerzo, la realidad es todavía están ligeramente por debajo, pero la posibilidad de recuperación es cercana. En el siguiente gráfico podemos observar la bolsa inglesa. Básicamente está a unos puntos de regresar sobre el mismo.
Pocas veces, un nivel me ha parecido tan importante como los 1.880 del S&P 500, sea ahora o dentro de 4 semanas, sigue siendo el nivel a vigilar y sobre el que pivotar las opiniones técnicas.
El artículo se me está haciendo largo, y no voy a hacer ninguna referencia adicional sobre el ciclo económico. Pero sí diré que sigue siendo expansivo y los datos visto la semana pasada en EEUU fueron positivos, tanto de ventas al por menor que muestran que el consumo sigue creciendo, como los datos laborales (peticiones de paro y vacantes laborales).
Mientras esto sea así hay que interpretar al alza todo lo que se puede interpretar al alza, porque son los fundamentales la fuerza básica del mercado, más allá de desaceleraciones, crisis reales, imaginarias y cualquier corrección por dura que pueda ser.
Desde mi punto de vista el auténtico riesgo a partir de ahora reside en que, por ejemplo, la caída de los bancos afecte al crédito de aquí en adelante, algo que ha ocurrido en el pasado. Pero es muy difícil adelantar esto, y especialmente el cuándo. Por ello, si las turbulencias bancarias afectan al conjunto de la economía lo vamos a tener que ir viendo poco a poco en los indicadores macro.
Al final, el hecho de que se produzca o no una recesión, será lo que distinga a la presente gran corrección de un mercado bajista a toda escala prolongado en el tiempo. La diferencia es abismal. En el primer caso, incluso mercados tan tocados como los europeos pueden recuperarse en meses, mientras que en el segundo caso, habría más caídas y los mercados tardarían en recuperarse más tiempo.
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Descargo de responsabilidad por conflicto de interés: el autor de este análisis está o puede estar invertido en los subyacentes e instrumentos mencionados a través del compartimento del fondo de inversión Renta 4 Multigestión / Ítaca Global Macro que asesora a través de su sociedad Ferrer Capital Management.
¿Los Mercados Bursátiles subirán con Fuerza, sí o no?
Respuesta del oráculo: LA CONSUMACIÓN hexagrama número 63. Significado que nos indica que existe una consumación de algo. Desconocemos lo que puede ser y qué esté relacionado con los Mercados Bursátiles.
Hacía un Adorno de dicha subida que parece ser en falso.
¡Cuidadín!
En respuesta a Angel Oteros González
No olviden en todo momento. Que los hexagramas son olas en el tiempo sobre un campo en movimiento. No permanecen siempre, es lo que quiero decir por si no se me entiende medianamente mal o bien.
Dios te oiga , porque la semana pasada entre agresivo en el ibex 35. Busco rebote y fuera.
En respuesta a Jaime Albero
Hombre, que yo lo que estoy buscando es un gran movimiento, no sé si te puedo servir de ayuda con mi blog.
En respuesta a Hugo Ferrer
Si , claro. Las entradas les he hecho bien pero quiero ir a medio plazo.2 o 3 meses como máximo.
Este es un articulo escrito al filo del mañana, eres un valiente Hugo, en los mercados nadie sabe lo que va a pasar, solo cabe jugar con probabilidades, como aciertes te encumbras, pero en realidad solo habrías estado jugando con probabilidades, nada mas... :-)
En respuesta a Rafael Manzano
Para encumbrarse lo que hay que hacer es batir consistentemente al mercado durante 5, 10, 15 o más años, no acertar una tendencia en el corto/medio plazo y creo que eso Hugo lo tiene claro. Con esto... tengo ganas de ver la performance del Ítaca Global Macro de aquí a los próximos 5-10 años que es lo que realmente importa.
En respuesta a Aitor Karanka
Claro como el agua, ese es el objetivo.
A ver si cuando estén las cosas más tranquilas hablo de benchmark y consistencia.
Gracias Rafael por el apoyo! pero como dice David, lo importante al final es batir al mercado, que acertado no he estado nada acertado en los últimos meses.
En respuesta a Hugo Ferrer
Quería decir que publicaré un artículo sobre el tema, que no se entendió!
Desde luego cojones no te faltan ... (perdonad por lo rústico de la expresión)
Yo veo el S&P500 de nuevo a máximos históricos en el medio plazo pero soy de los que creen que previamente nos los pondrá de corbata bajando hasta los 1600 apróx. así que no tomo posiciones para el largo plazo por ahora, claro que seguramente me equivoque, la experiencia me está diciendo que reacciono demasiado lento a los cambios de sesgo de la bolsa aunque entienda e incluso comparta vuestros razonamientos.
La verdad es que se me da mejor el cortísimo plazo, para el medio largo solo me atrevo con opciones. Habrá que afilar un poco la agresividad más duradera O:-)
En la parte en blanco a la derecha del gráfico, absolutamente nadie sabe lo que pasará, salvo que se haya estado en el futuro.
En consecuencia, todos jugamos con probabilidades, cada cuál con distintas herramientas.
A mi todas las visiones me parecen correctas.
En mi forma de trabajar, voy paso a paso viendo lo que me dice en cada momento el mercado, aunque vaya a medio plazo.
Ahora mismo presupongo un rebote importante, pero como José Luis Mendez, luego espero del S&P500 en los 1.550/1600.
Tomaré este rebote hasta que se agote, porque todo giro empieza con un rebote y yo no tengo ningún oráculo.
Gracias Señor Ferrer por su opinión que queda anotada en mi mente.
El largo plazo consiste realmente en no tener plazo. Pueden ser meses o, lo más probable años. Compras acciones de compañías de calidad, a buenos precios, en los mercados que las rechazan y esperas a que ese mismo mercado se vuelva loco por ellas. Pero eso puede ser dentro de uno, dos o diez años. Si no tienes plazo determinado y comprando a buenos precios, solo tendrás el inconveniente de la volatilidad, pero ganarás seguro.
El problema es cómo sobrellevar el día a día en un mundo como el actual, en el que te asaltan tremendas noticias de crisis y apoteósis casi a diario.
En mi humilde opinión, hay dos piezas de este Lego mundial que son los mercados que faltan en este artículo: El sentimiento de pesimismo extremo de los inversores particulares y la liquidez disponible de los inversores profesionales, los dos a máximos desde hace mucho tiempo.
El dinero ya está fuera de las bolsas, y el sentimiento es extemadamente negativo. Las dos cosas juntas nos tiene que hacer pensar, por ley de sentimiento contrario, en importantes subidas en los mercados de RV más que en importantes bajadas.
Un saludo y ánimos con tu fondo, Hugo. Parece que el destino no te lo ha puesto nada fácil en sus comienzos!
En respuesta a Jordi Mañé Fort
Ojalá haya Rebote y pronto. Porque nos podemos introducir en una Nueva Recesión provocada por los malos entendidos.
En respuesta a Jordi Mañé Fort
Gracias. Es verdad que la suerte ha sido algo extrema en mi contra ya que el primer día el mercado hizo techo y empezó a declinar. En cualquier caso, es un detalle irrelevante en el medio-largo plazo.
Es verdad que no he hablado mucho de sentimiento, es completamente negativo y eso le da mucho potencial.
Siendo la situación actual de expansión con sentimiento negativo es una ineficiencia.
El tema es que me he centrado mucho en en lo importante, es la macro y sobre todo en intentar evitar un mercado bajista profundo de esos que se van al 50% de caída.
Saludos