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Recortes de reflexiones sobre el mundo de los mercados y el dinero

Hugo Ferrer#13 | 7 de octubre, 2016 23:25
#13

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| 7 de octubre, 2016 23:25

Jesse Livermore, una de mis frases favoritas:

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Hugo Ferrer#14 | 17 de noviembre, 2016 16:09
#14

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| 17 de noviembre, 2016 16:09

Este comentario me parece genial, de Russell Roberts. Me parece muy potente porque una de las dificultades es mantener los pies sobre la tierra, tanto en los buenos momentos como en los malos, y esta frase ayuda a ponerlos, ayuda a regresar a un estado de entender que no somos nada y que el mundo y los mercados son más grandes que todos nosotros y así hemos de tratarlos.

I think if there’s one overriding theme to the book, one of the things I’ve tried to get across in The Devil’s Financial Dictionary is the importance of just being humble before the financial markets. I mean people are humble before nature- think about when you stand on the rim of the Grand Canyon, or you walk to the edge of the ocean, or you look up at the stars, people feel this sense of awe and wonder and smallness because we are small when we compare ourselves with the natural world. Well individuals, and for that matter, policy makers, are small when we compare ourselves with the financial markets, but most of us forget that. And we think, oh we’ll we have better data or we know something the other guy doesn’t, and in fact we should have that same sense of just being a spec of sand on a long beach and just remember that whatever we know is very small compared to the totality of the information that’s out there.

Y aprovechando que el Traductor de Google ha sufrido una mejora increíble pongo su traducción en castellano aquí:

Creo que si hay un tema primordial en el libro, una de las cosas que he tratado de transmitir en The Devil's Financial Dictionary es la importancia de ser humilde ante los mercados financieros. Me refiero a que la gente es humilde ante la naturaleza; piensa en cuando estás en el borde del Gran Cañón, o caminas hasta el borde del océano, o mira las estrellas, la gente siente este sentimiento de temor, asombro y pequeñez porque Somos pequeños cuando nos comparamos con el mundo natural. Los individuos bien, y para el caso, los formuladores de políticas, son pequeños cuando nos comparamos con los mercados financieros, pero la mayoría de nosotros lo olvidamos. Y pensamos, oh vamos a tener mejores datos o sabemos algo que el otro no, y de hecho deberíamos tener la misma sensación de sólo ser una especificación de arena en una larga playa y sólo recordar que lo que sepamos Es muy pequeña en comparación con la totalidad de la información que hay.

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Hugo Ferrer#15 | 24 de noviembre, 2016 16:34
#15

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| 24 de noviembre, 2016 16:34

Buen comentario aplicable a los inversores y especuladores que convierten su visión alcista o bajista en casi una religión. Fuente este artículo del Financial Times.

First, wishful thinking has struck again. After the Brexit vote, I described the research of the economist Guy Mayraz. At Oxford university’s Centre for Experimental Social Science, Mayraz ran experiments in which participants were told that they were either “farmers”, who would be paid more if wheat prices were high, or “bakers”, who would be paid more if wheat prices were low. They were then shown a graph, purportedly tracking the wheat price, and invited to forecast the future price, with a cash reward for accurate forecasts. Despite the fact that they were being paid for accuracy, the farmer-participants systematically forecast higher wheat prices than the bakers. Everyone predicted what they hoped would happen. Does that sound familiar?

Aquí va la traducción de inglés al castellano por Google:

En primer lugar, la ilusión se ha vuelto a repetir. Después de la votación de Brexit, describí la investigación del economista Guy Mayraz. En el Centro de Ciencias Sociales Experimentales de la Universidad de Oxford, Mayraz realizó experimentos en los que se les dijo a los participantes que eran "agricultores", a los que se les pagaría más si los precios del trigo fueran altos o "panaderos" bajo. A ellos se les mostró un gráfico, supuestamente el seguimiento del precio del trigo, e invitó a predecir el precio futuro, con una recompensa en efectivo para las previsiones precisas. A pesar de que se les pagaba por la exactitud, los agricultores-participantes sistemáticamente pronostican precios más altos del trigo que los panaderos. Todos predijeron lo que esperaban que sucediera. ¿Eso suena familiar?

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#16

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en respuesta a Hugo Ferrer (#14) | 24 de noviembre, 2016 17:14

Este comentario me hace recordar una película sobre banqueros en la que, como consecuencia de un lío amoroso entre una banquera y un banquero, se producía una recesión economica. No logro acordarme del titulo y la he buscado a través de pistas en la red, pero no logro encontrarla. De ella me acuerdo que, en un momento dado hablaban dos o tres banqueros, en un club muy selecto y uno de ellos le decía a los otros que los mercados eran una fuerza de la naturaleza, a mi se me quedo muy grabado y concuerda con el comentario que has colgado...

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Hugo Ferrer#17 | 24 de diciembre, 2016 02:14
#17

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| 24 de diciembre, 2016 02:14

Adam Robinson:

I start to write down what I expect to happen. I think the key to investing is to have expectations and then wait to be surprised. And one of the key things with investing is to be aware when you hear a voice in your head that says, “It doesn’t make sense.”

And that’s always a sign of something really powerful.

So if somebody says to me, “It doesn’t make any sense why gold keeps going lower,” I know that it’s got a lot lower to go. Because what that person just said, in saying it doesn’t make sense, is this person has a dozen logical reasons why gold ought to be going higher; and it’s going lower. And he says, “That doesn’t make sense.” But the world always makes sense. What doesn’t make sense is his model. And this applies to life.

If a stock goes up and there’s no rational reason, it means that there’s some x-factor that you haven’t considered. Because it makes total sense now in retrospect. But then it didn’t. […] People stumble on these ideas and they dismiss them because they go, “Ah, that doesn’t make any sense.” And that’s where the gold mine is — things that don’t make sense.


All I do is I watch investors attempt to make sense of the world. And they form views. So they’re looking at the world, trying to predict what’s going to happen and all I’m doing is studying them, because they’re the ones who are going to make buy and sell decisions and affect asset prices.

It’s like playing poker. And I see the hands that global investors are playing. So I don’t try to understand the world, I just try to get into their heads.

Fuente

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Hugo Ferrer#18 | 17 de marzo, 2017 08:22
#18

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| 17 de marzo, 2017 08:22

Ayer al leer un artículo de Gaspar Fierro, me acordé de esta frase de Philip Fisher en su libro Common Stocks, Uncommon Profits, sobre el "contrarianismo":

Much has been written in the literature of investments on the importance of contrary opinion. Contrary opinion, however, is not enough. I have seen investment people so imbued with the need to go contrary to the general trend of thought that they completely overlook the corollary of all this which is: when you do go contrary to the general trend of investment thinking, you must be very, very sure that you are right. [...] Huge profits are frequently available to those who zig when most of the financial community is zagging, providing they have strong indications that they are right in their zigging.

[...]

If so, nothing would be worse for my clients or myself than letting my firm convictions about a particular situation lock up a sizable amount of funds unprofitabley for an endless period of years because I zigged when the financial community had zagged, and I had been wrong in doing so.

However, while I realized thoroughly that if I were to make the kinds of profits that are made possible by the process that I have described as zigging when the rest zags, it was vital that I have some sort of quantitative check to be sure that I was right in zigging.

Esta sería la traducción al castellano:

Mucho se ha escrito sobre la importancia de aplicar la teoría de la opinión contraria. Pero esta teoría no es suficiente. Los inversores se afanan constantemente en contradecir a la mayoría en todo momento olvidando que en realidad la teoría de la opinión contraria consiste en ir contra la tendencia general cuando estás muy pero que muy seguro de que estás en lo cierto. Se pueden generar enormes beneficios yendo hacia un determinado lugar cuando el resto de la comunidad financiera es reacia a ir, pero siempre y cuando haya fuertes indicios de que hay que ir.

Si no fuera así, nada sería peor para mis clientes que dejar que una convicción propia sobre una determinada situación bloqueara importantes cantidades de dinero sin beneficios por un tiempo prolongado solo porque he decidido invertir oponiéndome a la mayoría de forma equivocada.

En cualquier caso, al darme cuenta de que para hacer grandes beneficios es necesario opinar y actuar de forma diferente a la mayoría, es completamente vital el tener algún tipo de base cuantitativa en la que respaldar nuestra opiniones para saber si estamos en lo correcto.

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