Las ciudades vuelven a llenarse, las colecciones inundan los kioskos, vuelve la liga, la rutina, y el dinero se va en material escolar, donde nunca ha habido deflación. Ha llegado septiembre, y quizá sea el momento de volver a apostar por el Ibex.
Ya ocurrió otro septiembre, el del 2013, cuando tras haber roto previamente la bajista que estaba vigente desde el inicio de la crisis, el Ibex consiguió superar la zona de los 8.800 puntos (¡qué casualidad!). Desde ahí, se disparó hasta los 10.000 puntos, momento en el que hizo un descanso en los 9.250 para seguir subiendo (más casualidades) para irse a marcar máximos de 2014 en 11.250 (casi un 30% en apenas 9 meses). Después vendrían los 11.884 de principios del 2015, y como toda acción tiene su reacción, ahora llevamos año y medio tristones, en un entorno peligroso para operar.
Ahora, rota la bajista del 2015, los motivos técnicos se acumulan a favor. Empezando por la ruptura al alza del triángulo formado los últimos meses, sin mucha fuerza eso sí. Era la primera de una serie de condiciones que expuse hace ya un mes, y que sigue siendo útil revisar.
Encontramos un variado abanico de motivos para creer, empezando por el primo de zumosol, que es el Ibex total return: también ha superado la directriz bajista del 2016 claramente y está luchando por romper la zona de los 22.370 puntos. Los sectoriales bancarios europeos (SX7E y SX7R) y los valores directores (salvo el caso de Telefónica) también acompañan y han roto las directrices bajistas vigentes desde el año pasado. Si hablamos de indicadores, en pocas ocasiones se encuentra una situación como ésta en la que, sea cual sea su favorito, es casi seguro que muestre predisposición a seguir al alza.
Si además de todo lo anterior, sumamos otro factores de todo tipo, ya sean técnicos, como el empuje de los índices americanos en máximos históricos, macroeconómicos como el PIB creciendo sin Gobierno o coyunturales con el BCE comprando todo lo que se emite, por supuesto que no nos aseguramos que todo vaya a salir bien y nuestras compras vayan a subir. Recuerden, esto va de probabilidades, no de seguridades. Pero si en una ocasión como esta no confiamos en las subidas ¿cuándo vamos a hacerlo?
Sin embargo, todavía quedan algunos nubarrones. En primer lugar, la vela de hoy deja muchas dudas. Por producirse en resistencia, y por hacer máximos tan cerca de la Media Simple de 200 sesiones, que sigue siendo bajista. Por tanto, hay que vigilar y tener cabeza: ser positivos es compatible con un posible pullback a la directriz superada, en torno a los 8.600. También, recordemos, nos queda por cerrar el hueco del Brexit, así que no cantemos victoria aún. Pero si se aclaran estas dudas, la próxima batalla, fundamental, tendrá lugar entre los 9.200 y los 9.300 puntos.
Y estarán de acuerdo conmigo en que ya nos merecemos un periodo de alegrías después de tantos años tan duros para la inversión. ¿Llegará por fin esa etapa?
Feliz día, feliz trading, y feliz vuelta al tajo.
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