Tormenta de iluminati, 2ª parte: Tsipras mueve y deja de palmar

      "Recuerden que somos aquella madre que fue capaz de sobrevivir a la anorexia de su hija". (Richard).
                                                                                                                                                                                     

•      Ya saben que soy futbolista, y que nunca dejaría de serlo aunque pudiera. Y alguna vez ya he contado qué tipo de futbolista soy. Desde que se jubiló José Angel de la Casa, escuchar a los que retransmiten partidos y a los jugadores o entrenadores que ejercen de comentaristas de apoyo en la televisión actual me resulta un calvario que no deseo ni al peor enemigo. Para que se hagan una idea de cómo me siento en cuanto echa a rodar el balón: es como si Vds. estuvieran escuchando hablar de política, de economía, de inversión o de mercados financieros a José Luis Rodriguez Zapatero, y éste tuviera el apoyo de, por ejemplo, José Carlos Díaz. Un horror. Pues en una de estas, en un Almería no recuerdo quién, el entrenador y a la sazón comentarista de apoyo en el partido en cuestión, contestando a un comentario del Manu Carreño de turno -- me barrunto yo además, que pensando directamente en los cuarenta y siete millones de españoles que Vd. y yo conocemos--, Juanma Lillo, consiguió condensar en seis palabras lo que considero un conocimiento de nuestra naturaleza patria que ríase Vd. del de D. Miguel Cervantes Saavedra y su Quijote: "esos son los profetas del pasado", dijo, en una especie de entradilla previa a su posterior argumentación. Repítanlo otra vez conmigo, por favor: "esos son los profetas del pasado". No me digan que no es acojonante...
• Acojonante.
•      De la misma manera que aquella madre logró finalmente renacer en el momento que consiguió dejar de hacer lo que siempre había estado haciendo, de esa misma manera el Primer Ministro griego acaba de pasar a la Historia por ser el primer socialista del sur de la Europa del siglo XXI que no solo ha conseguido hacer algo, sino que además ha reconocido haber hecho algo ante los suyos. Y no solo eso, sino que además se presenta de pie y con la cabeza alta ante sus compatriotas, y mirándoles a la cara les dice: "Yo soy Alexis Tsipras, he hecho esto, y con esto me presento a la reelección." Acojonante. ¡¡¡ Un ciudadano de la izquierda progre del sur de Europa hablando de lo que él ha hecho, reinvindicándose con sus propios actos y de manera voluntaria encarando el escrutinio de los que le rodean, sin transmitir el más mínimo rastro de la cobardía, el hijoputismo o la ignorancia que a todos y cada uno de los suyos lleva caracterizando desde un tiempo ya inmemorial !!!. Resulta que el tío ha dejado de hacer lo de siempre y ya no es un Felipe, un Frodo, un Pedro Sánchez; ni es un Pablete, Zapatero o Monedero. Es Alexis, Alexis Tsipras, el Luis Aragonés de la izquierda progre contemporánea de la Europa del sur. (¡ Raúl, selección !,  ¡ Raúl, selección !, ¡ Raúl, selección !. ¿ Lo oyen ?, ¿se acuerdan ?). No me digan que no es acojonante... 
• (Mis posiciones).

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