Días atrás leí en El País un entrevista amplia a Martín Pallete, el nuevo jefe de Telefónica. Me pareció una persona con la cabeza bien amueblada, equilibrada y hasta brillante. Me quedé con la sensación de que el ejercicio de sus nuevas responsabilidades a lo largo del tiempo hará que vaya apareciendo en él ese poso de gravedad que da la solidez intelectual.
En un mundo de tipos cero y liquidez ilimitada, cualquiera podría decir que los cincuentamil millones de euros de deuda que tiene Telefónica no serían sino la prueba evidente de haber sido capaces de aprovechar al máximo las oportunidades que el mercado les ha estado brindando. Sin embargo, seguro que también hay quien piensa que la actuación de César Alierta a lo largo del mandato previo no da ni de lejos para tanto optimismo.
Como pueden ver en el gráfico mensual de arriba, Telefónica (TEF) lleva unos diecisiete años corrigiendo el anterior ciclo de largo plazo que terminó en el año 2000. Podríamos decir que la corrección esta siendo mixta, o sea, tanto en tiempo como en profundidad, pero para ser más exactos diremos que está siendo mixta de cojones, o sea, de mucha profundidad y durante mucho tiempo. Actualmente su cotización circula por la zona media de un amplio desplazamiento lateral que va de los 6 a los 13 euros. Y esto, que podría parecer en principio un escenario plano, soso, aburrido, y hasta muerto, no deja de ser en realidad un verdadero festín para cualquier especulador técnico que se precie. Un rango de más del cien por cien en un valor líquido como TEF viene a ser para un especulador como salir de fiesta tras haberle robado la tarjeta a Juan Carlos Monedero: goce ilimitado sin riesgo ninguno. O si lo prefieren, como perderse en el Caribe con Mónica Bellucci: curvas, vaivenes y mucha liquidez. No lo duden, amigos, un buen soporte, una buena posición, entrar y salir según te lo vaya pidiendo, y a correr con ella. S2.