It was not so much our lives that changed as the world in which we lived
Cuando alguien pregunta qué siglo ha tenido los mayores avances la mayoría de la gente y los medios respondemos que el siglo XX y el argumento es el ordenador, internet, celulares, etc., pero la verdad es que estamos cayendo en el clásico sesgo de disponibilidad heurística y es que realmente es muy difícil imaginarnos viviendo en el siglo XIII o XVII, no sólo por la falta de innovaciones que hoy tenemos y que no existían en aquellos tiempos, sino también porque la cultura, las costumbres y el mismo mundo y nuestra forma de verlo han cambiado. Es debido a esta dificultad que solemos etiquetar como inferiores o irrelevantes los cambios e innovaciones de siglos pasados de los cuales no tenemos memoria vivida y que sólo conocemos a través de la máquina del tiempo de los libros.
El libro del que escribo hoy trata precisamente de contestar a la pregunta: ¿Qué siglo ha tenido el mayor cambio? Y para hacerlo, el autor nos lleva a través de diez siglos de cambios e innovaciones y en cada uno postula a los mejores candidatos. Su selección no se basa en la importancia para generaciones futuras ni en el impacto que el Cambio pudo haber tenido para un grupo selecto de personas. Su selección se basa en el uso/beneficio/impacto masivo, generalizado e inmediato de la invención, evento o cambio. Por ejemplo, en el siglo XVII las leyes de Newton y su libro “Philosophiæ naturalis principia mathematica” aunque ha sido uno de los mayores logros sobre el cual están basados muchos cambios e innovaciones, la verdad es que al momento de su publicación no más de diez personas eran capaces de entender su contenido el cual no tuvo impacto o beneficio inmediato para la población en general. En cambio la institucionalización en el siglo XIX de la sanidad pública y la prevención de enfermedades con John Snow entre sus pioneros, sí que tuvo un impacto inmediato, masivo y profundo que abarco a miles de personas en un principio y rápidamente se extendió a millones. No es que el autor menosprecie a Newton, sino que debido a que ha tenido que separar la historia por siglos, entonces ha tratado de identificar los cambios que tuvieron el mayor impacto dentro de ese mismo siglo. No es la invención en sí misma la que produce el cambio, sino la adopción de esa invención por parte de un amplio número de la población.
El libro se llama Centuries of Change: Which Century Saw The Most Change? de Ian Mortimer. Un punto en común que encontré en la mayoría de los Cambios que el autor menciona es que para realmente tener un alto impacto y beneficio para la humanidad, es necesario que exista una estandarización y/o institucionalización y algunas veces estas dos características tienen que derribar el status quo que al mismo tiempo tiene su propia estandarización y/o institucionalización. Lo curioso es que de vez en cuando los catalizadores de este proceso de grandes cambios son nada más y nada menos que las tragedias, los intereses egoístas y la eterna búsqueda humana por poder y riqueza. Es por eso que es difícil de encasillar los acontecimientos y personalidades históricas utilizando un juicio maniqueo, y el autor hace un excelente trabajo al mostrarnos la versión matizada de la historia. Un ejemplo entre varios es el del científico judío-alemán Fritz Haber y su cuñado, Carl Bosh, quienes inventaron el proceso para hacer fertilizante, el cual se estima ha salvado a billones de personas del hambre. Lo irónico es que Harber también fue uno de los responsables de la invención de las armas químicas durante la primera Guerra Mundial; y no sólo eso sino que otra de sus invenciones fue utilizada en las cámaras de gases de los campos de concentración contra judíos. Así es la vida, no hay buenos ni malos, ni héroes y villanos, sólo circunstancias e intereses.
Estaba bastante emocionado antes de leer el libro porque varios conocidos y amigos me lo habían recomendado y la verdad es que no decepcionó. Uno podrá estar de acuerdo o no con su metodología y resultados, pero lo cierto es que es una lectura interesantísima que al menos nos enseña una perspectiva diferente y nos hace reflexionar que a veces los grandes cambios y las innovaciones no necesariamente tienen que ser dispositivos o artefactos brillantes, sino pequeñas cosas que al ser aplicadas repetidamente comienzan a ganar tracción y se convierten en una bola de nieve de forma masiva y es así como el mundo y nuestra forma de vivir cambian, con pequeños pasos que a veces se sienten como si fuesen dos pasos hacia adelante y uno y medio hacia atrás.
Los grandes cambios e innovaciones no siempre son cosas tangibles que producen beneficios monetarios (aunque sí producen beneficios) y que sean fáciles de vender. A veces son conceptos e ideas intangibles que desafían al status quo pero con enorme alcance.
El autor menciona que para realmente sopesar la importancia de un cambio hay que invertir la situación, ie, utilizar uno de los modelos mentales que Munger siempre menciona: invert, always invert. En lugar de ver cómo ha hecho más fácil nuestra vida, hay que preguntarnos qué tan difícil sería nuestra vida sin ese cambio o innovación. O mejor aún preguntarnos qué tan fácil es deshacer dicho cambio o innovación. Pues deciros que estuve pensando largamente sobre esta última pregunta y aunque mi conclusión no se acerca a la del autor, la verdad es que fue validada por todas y cada una de las mujeres que conozco. Para el autor el cambio que más difícil sería deshacer es la electricidad, ya que todo depende de ella. Para mí, y aquí ninguna mujer me dejará mentir, el cambio más difícil de deshacer sería decirles a Todas las mujeres del mundo (al menos donde hay democracias) que desde mañana todos sus derechos desaparecerán (aunque sé que muchos no sé respetan hoy), que volverán a ser propiedad de padres y maridos, que no tendrán voz ni voto en ningún asunto ni decisión, que las encerraremos en la casa y no podrán leer ni tener derecho a estudiar. Yo no sé vosotros, pero yo creo que si alguien realmente quiere conocer el verdadero significado de la frase “El Fin del Mundo”, entonces que trate de revertir unos 500 años la situación actual de las mujeres. Lo siento, pero de esta no creo que salgamos vivos, las mujeres son muy fieras. O al menos eso me dieron a entender cuando les pregunté mientras con sus dedos imitaban unas tijeras que apuntaban por debajo de mi cintura.
El autor enumera sus cambios más importantes por siglo y la persona que él cree tuvo más influencia. Yo he hecho mi propia lista basada en los hechos que el autor relata y la cuelgo para que os deis una idea de los temas de los que el libro habla. Sólo quiero aclarar mi lista no es la mejor, ni la correcta ni definitiva; es simplemente lo que me pareció más interesante. Después de todo la historia no es una ciencia exacta y por lo tanto no hay respuestas exactas ni verdades absolutas.
- Siglo XI – Institucionalización de la religión e Iglesia.
- Siglo XII – Institucionalización de conocimiento y Estado de derecho
- Siglo XIII – Comercio e institucionalización de la Educación
- Siglo XIV – Estandarización del Lenguaje
- Siglo XV – Individualismo y estandarización del Tiempo
- Siglo XVI – Alfabetismo
- Siglo XVII – Cambio climático e institucionalización y estandarización de la Medicina.
- Siglo XIII – Estandarización de las Vías de comunicación
- Siglo XIX – Urbanización, institucionalización de la sanidad pública e igualdad de derechos
- Siglo XX – Sistemas de transporte, penicilina, predicción de futuro y la realización de los límites de nuestro Planeta.
Como podéis ver en mi selección (que difiere de la del autor) no he incluido ni la brújula ni el descubrimiento de un nuevo continente ni la computadora ni las telecomunicaciones. De hecho los cambio más importantes para mí, y esto tal vez refleja mis sesgos personales, son el Estado de Derecho, la sanidad pública[3] y la igualdad de derechos. El primero siendo el más importante, porque creo que sin él seríamos unos simples salvajes sin nada que nos limitara a sacar lo peor de nosotros. Sé que aun así muchos siguen siendo salvajes y muchos más violan las leyes y otros más son sólo fachadas, pero sin el desincentivo que el Estado de Derecho es, realmente viviríamos mil veces peor. Un ejemplo que siempre pongo a los liberales "radicales" que quieren acabar con el gobierno, es el de Somalia donde no hay gobierno o hay uno muy débil y al no haber gobierno o al ser demasiado débil, entonces no hay quien aplique el Estado de Derecho. Yo he tenido la oportunidad de estudiar y hablar con varios refugiados somalíes de Kakuma, no son malas personas, pero a pesar de todo lo que han vivido y sufrido siguen teniendo ese lado salvaje del ser humano e incluso en el campo de refugiados sigue habiendo algunas violaciones a la ley que ellos mismos incitan. Esto muestra que incluso las víctimas de un crimen son propensas a comportarse mal si no existe un Estado de Derecho. Esto no quiere decir que caigamos en el otro extremo de demasiado gobierno.
Como podemos ver, los cambios e innovaciones son realmente una serie de procesos que van siendo construidos con el apoyo del anterior y apoyando al siguiente. Los cambios e innovaciones no aparecen de la noche a la mañana como un milagro, ni son cambios al estilo de “borrón y cuenta nueva y comenzamos desde cero”. Eso sólo existe en las películas de Hollywood. Se necesita tiempo, estudio y esfuerzo; se necesita de prueba y error para construir los cambios, incluso la serendipia del eureka o la penicilina también necesitan tiempo y esfuerzo, prueba y error. Como dijo Solrac: “Confiemos en nuestra buena suerte. Después de todo, nos tiramos todo el día buscándola”. Algo así como el teorema del mono infinito.
Al final, los cambios e innovaciones siempre serán derivaciones de Ideas, cambios e innovaciones pasadas que la mayoría han olvidado[1]. Si nos queremos ver demasiado extremistas pudiéramos decir que la sonda Rosseta no es más que una derivación de la novela de sci-fi “Edison's Conquest of Mars de 1898”, y aun así no debemos menospreciar su importancia y los avances que ha logrado, ni tampoco debemos ver sus fallos como el fin del camino, hacerlo sería caer en el error en el que tantos han caído: limitar las posibilidades a los extemos y jamás preguntarse “qué pasaría si…”. Cuelgo unos ejemplos de gente muy inteligente cayendo en esos errores:
"I predict the Internet will soon go spectacularly supernova and in 1996 catastrophically collapse."—Robert Metcalfe, founder of 3Com and inventor of Ethernet…
"There is practically no chance communications space satellites will be used to provide better telephone, telegraph, television or radio service inside the United States."—T.A.M. Craven, Federal Communications Commission commissioner (1961)
http://www.scientificamerican.com/article/pogue-all-time-worst-tech-predictions/
Y el siguiente enlace con ejemplos en el otro extremo (http://www.cracked.com/photoplasty_777_26-hilariously-inaccurate-predictions-about-future/)
Lo anterior no quiere decir que unos estén mal y otros bien, ya aclaré que no hay respuestas exactas y absolutas para estos temas. De hecho todos podríamos estar mal. La cuestión es no hacer pronósticos con la manos atadas, es decir, si queremos conocer el futuro debemos tomar en cuenta todos los escenarios posibles y no únicamente los que creemos más probables desde nuestra perspectiva, contexto y circunstancias personales. Y aún así no lo sabremos con certidumbre. Recordad que todo va construyéndose paso a paso, prueba y error. Por eso cuando alguien me dice que “eso nunca va a pasar o que es imposible o que jamás cambiaremos nuestra forma de vivir y nuestros hábitos”, yo simplemente veo todo lo que hemos sido capaces de cambiar en el último milenio, incluso cuando ciertos usos y costumbres estuvieron enraizados por siglos. Lo mismo va para el otro extremo cuando me hablan de teletransportación y viajes warp; simplemente veo que siempre caemos en el sesgo de planificación y si alguien dice en los próximos 20 años, entonces yo dejo un margen de seguridad y estimo que será en los próximos 40 o 50 años, porque como ya dije, avanzamos dos pasos hacia adelante y uno y medio hacia a tras.
Los cambios durante la historia de la humanidad han sido lentos aunque el catalizador haya sido encontrado o inventado relativamente rápido. Estos cambios son sólo reconocibles con todo su esplendor en retrospectiva; son un proceso y no un evento, es por eso que los nombre de épocas y eventos famosos son dados después de años de estudio del Hecho. Todos los cambios, innovaciones y sus catalizadores necesitan de prueba y error, de confrontación, destrucción y crítica de teorías, de la pelea de ideas contrarias y muchas veces irreconciliables.
Reflexionando sobre esta lectura y viendo la serie de cambios intangibles que ha habido, creo que tal vez deberíamos de darle una oportunidad a la alternativa de que tal vez no serán los cambios tecnológicos los que cambiarán el mundo como lo conocemos hoy; tal vez no sea un innovador artefacto brilloso el que nos compre más tiempo en la Tierra; tal vez no sea la unificación de la teoría de la relatividad y cuántica la que nos dé la respuesta a nuestros problemas; tal vez no sea la búsqueda de una nueva fuente de energía la que cumpla nuestros sueños más osados. Tal vez la solución a muchos de nuestros problemas sean ideas, cambios o innovaciones intangibles de esas que abundan en nuestra historia, de esas que hacen que nos comportemos y que veamos lo que nos reodea de una foma diferente.
Mejor me dejo de rollos porque esto se está alargando, pero es que el libro realmente da para mucho. El autor al final da su conclusión utilizanzo la escala de Maslow para poder comprar diferentes eventos en el tiempo y espacio. Da su opinión sobre los retos y obstáculos que nos esperan (esto gustará mucho a los que suelen ver el vaso medio vació, creo que el autor pertenece a ese bando) y las fortalezas y ventajas que la humanidad ha demostrado tener.
El único “pero” que tengo es que el libro está centrado en Occidente y aunque el autor aclara este sesgo desde el principio, la verdad es que hubiese sido interesantísimo tener una perspectiva global porque la verdad es que mientras Europa estaba en la edad media, Medio Oriente vivía una época de esplendor.
Al final, al menos para mí, no fue la conclusión final la que más importancia tuvo y no es por la falta de coincidencias con el autor. La importancia y disfrute del libro es el viaje y la perspectiva histórica que brinda en una lectura muy amanea y fácil. De hecho contestó a muchas de las preguntas más triviales que había tenido desde pequeño como: el origen de rentar cuartos y pisos; el origen de las horas de comer; cómo acordaban la hora de una cita antes de la invención del reloj mecánico; cómo fue la evolución del trabajo pagado; de dónde viene nuestra rutina actual; cómo comenzó el transporte y la sanidad pública, etc.
Ahora sí algunas de mis frases favoritas:
understanding human society in different periods of time gives us a more profound view of the nature of mankind than the relatively superficial impressions we get by looking at the way we live today. History helps us to see the full range of our capabilities and inabilities as a species;
It seems self-evident that the most important changes are those that go beyond national boundaries, entertainment and spiritual values. The most significant ones have an impact far outside their own fields.
Major changes in society are rarely the work of one mind, and never one hand. Most of the great developments of the past were not the product of a single genius but of a great number of people who thought along the same lines and saw similar opportunities. It is therefore almost impossible to align social change with individual decision-making. Like the nature of change itself, which is easy to define on a small scale but impossible when there are so many factors, it is difficult to identify the true impact of an individual on a continent over a whole century.
knowledge was not just a matter of accumulating more and more facts: the quality of those facts was equally important.
Those who think of the mobile phone as one of the most significant changes in human history might like to reflect on whether it is as significant as the application of law and order. Given a choice between living in a lawless society and one with no mobile signal, which would you choose?
a determination to resist change can end up causing it
it is noticeable that throughout history, mass mortality accentuates the importance of the working man and woman, both in their own eyes and in the eyes of those who govern them.
The feudal ties that had bound workers to the land were replaced by financial obligations. Money took the place of enforced loyalty. Capitalism began to replace feudalism in the countryside, having already triumphed in the towns.
Great discoveries are infectious: they encourage others to set out on their own expeditions.
As with so many changes in history, people were largely unaware of the significance of what they were doing.
The Reformation thus swept away an important brake on royal power. More than that, it entwined secular strength with divine authority in investing kings and queens with the position of head of their national Church... Luther could never have foreseen or intended this: he had unwittingly set off a chain reaction that now gave kings absolute power – and to deny that power was not just treasonable, it could be heretical too.
governments helped reduce the homicide rate by giving young men in particular a socially respectable purpose on which to expend their destructive energies.
at the time it was acceptable for well-qualified men to speculate on scientific matters, and reasonable for less highly qualified people to believe them.
Money might not always be the best incentive to do something but in the eighteenth century it had the universally welcome consequence of producing more food.
The real cause of industrialisation was commercial competition.
invention is not synonymous with change... It is necessary to look beyond the mere novelty of something to assess the greater changes taking place in society, and to distinguish those inventions that made a profound difference to life in the West from those that just allowed us to do more easily what we had always done.
by relaxing the exclusivity of power just a little, the ‘necessity for revolution’ was averted.
if you take away the potential violence of a higher power – the force that stops people attacking each other – they are liable to revert to a more aggressive, uncivilised state. Mankind remains potentially as cruel and inhumane as ever.
one way to assess the significance of a particular change is to ask yourself how easy it would be to undo it.
The century [s. XX] that had begun with dreams of socialist utopias and felicitous predictions of human progress ended with millions of people looking anxiously into the darkness of the unknown.
Mankind’s existence is not a race to the stars; it is not even a race to the truth. It is rather a balancing act – a constant shuffling along a tightrope in the hope of reaching a better place while constantly risking disaster. And regularly looking backwards while doing it... [2]
NOTAS:
[1] “… If you are paying attention, you can catch signals of this process as it happening. It works like this. Major research labs at universities and public companies constantly drive new, exciting, and novel inventions, publishing them in little-known journals and presenting them at academic conferences. Often, this publication is a requirement for the funding that supports the research. In retrospect, these publications provide a historical trail for nearly every single innovation we enjoy in modern-day life. You can find the research that led to the mouse and wearable cameras in old archives of various engineering and computer journals, many of which are available for you to read for free online. You can watch a video of Doug Engelbart demonstrating the computer mouse in 1968, or view photos of Steve Mann wearing early models of Google Glass from 1981.12 There’s an obvious trail from research lab to commercial product, and then from commercial product to cultural backdrop… However, to catch the trail, you need to be actively looking for it. Bill Buxton, a futurist at Microsoft, describes this as technological research that’s “not generally known, but it’s known to anyone who ducks their head below their radar to find it.” He continues, “Anything that will be a billion dollar industry in 10 years is already 10 years old. If you study history, almost no one invented anything.” This slow process of technological humanization is a signal, but to catch the signal, you have to read those tech journals and attend those highly esoteric tech conferences. These product innovations didn’t happen overnight, and neither will flexible displays, collaborative touch screens, 3D printing of working electronics, or the host of other technologies that have already been publicly unveiled by researchers. Only when these technologies become affordable and—most importantly—humanized do they become visible… By the time the popular media discovers the advancement, the signal has already been appropriated. (Well-Designed: How to Use Empathy to Create Products People Love de Jon Kolko)
[2] Centuries of Change: Which Century Saw The Most Change? de Ian Mortimer.
[3]ojo, aquí público va en el sentido que Enrique explica en este post: http://inbestia.com/analisis/dos-formas-de-entender-lo-publico-companias-publicas-y-companias-estatales; que significa que es "accesible" para todos. Algunas veces será con cargo al Estado a través de nuestros impuestos y algunas veces será con pago directo a un tercero.