Un comentario de Agustín Mosquera a un pasado post (o ver también aquí) me ha hecho reavivar ese tema de qué es el dinero para el Banco Central. Agustín Mosquera dice:
"Disculpen. No entiendo nada. Estoy leyendo un montón de sesudos razonamientos de gente muy inteligente. Yo, que no soy tan inteligente, lo veo así. La emisión de billetes es un privilegio que los estados conceden a los bancos centrales. Los estados actúan en esto como en otros campos en representación de la sociedad. Por tanto el pasivo que se anota en el balance del BC no es ficticio ni "no contable" ni nada parecido. Representa la obligación que el BC ha contraído con la sociedad de DESTRUIR (ahora también lo llaman drenar) el billete emitido. En efecto, el dinero se crea de la nada en virtud de un privilegio. Y también, si el interés público lo exige (es decir el fin último de la política monetaria, a saber, la estabilidad de precios) ha de ser llevado a la nada. Eso representa el pasivo "Billetes emitidos". Muchas gracias."
Con leeelo ya saben de qué va el tema. Mi tesis era que el dinero no es un pasivo del BC porque lo puede crear de la nada. Su única obligación es sustituir un billete emitido por otro exactamente igual (o la suma se billetes parciales) a petición del poseedor.
Muchos suelen creer que el dinero es un pasivo del BC porque figura como tal, como contrapartida de los activos que ha comprado con ese dinero. Pero esto no es más que una ficción contable:
Es un pasivo que no tiene fecha fija de vencimiento o devolución. El BC puede "redimir" ese pasivo emitiendo otro exactamente igual. Uds pueden todos juntos presentarse ante la ventanilla del BC y exigir "que se les devuelva el valor de su dinero", y el BC no tiene más que entregarles la misma cantidad que Uds entregan. No necesita vender ningun activo para cumplir con esta obligación.
En cambio, un pasivo es un compromiso de devolución de la entidad que lo tiene a una fecha fija. Si en esa fecha no tiene liquidez, deberá vender activos suyos para recabar la cuantía que debe, o declararse en suspensión de pagos.
Esto no exime de obligación del BC de no emitir más que la cantidad justa para cumplir sus objetivos marcados por el gobierno, a su vez controlado por el parlamento, que es que la inflación no supere a medio plazo una deternpminada cifra, hacia arriba o hacia abajo. Porque combatir la deflación también es una obligación del BC, como estamos viendo en estos días.
¿Que sería mejor que lo fuera, volviendo al patrón oro? Lo dudo. La historia del patrón oro, con y sin BC, no es alentadora. Las entidades financieras, antes y ahora, han tendido al exceso siempre, con y sin patrón oro. El exceso de apalancamiento, del que no se sabe nada hasta que estalla, porque el mercado financiero se caracteriza, eminentemente, por la asimetría en la información: los de fuera, incluido el BC, no sabemos bien qué pasa en la sentina de los bancos y demás entidades.
Pero eso es otra historia.