Desde la última crisis financiera en los años 2007 y 2008 los mercados financieros prácticamente sólo conocían el optimismo, con cotizaciones al alza casi ininterrumpidamente. El índice bursátil norteamericano Dow Jones, por ejemplo, que cayó por debajo de los 7600 puntos en el 2008, se recuperó hasta alcanzar la cifra récord de más de 29000 puntos a principios del año 2020. Ese optimismo se reflejaba en los medios de comunicación y la prensa, que celebraban cada récord bursátil.
Pero incluso en los periodos de mayor euforia, siempre ha habido voces pretendiendo predecir la llegada inminente de la próxima gran crisis. Títulos sensacionalistas que año tras año repetían que el mercado colapsaría tarde o temprano. Es verdad que incluso un reloj roto acierta la hora dos veces al día. Sin embargo, las predicciones de esos falsos profetas rara vez suelen coincidir con la realidad, y en la mayoría de los casos sus concejos de inversión resultan siendo catastróficos. Su negocio no es otro que infundir el pánico, y esperar con oportunismo a que por fin llegue alguna señal de crisis para vender sus libros y seminarios.
Lo cierto es que es imposible predecir el momento exacto de la llegada de una crisis. Es verdad que la historia está plagada de crisis periódicas, y lo más probable es que en algún momento tengamos que atravesar por alguna crisis económica y/o financiera. O incluso por más de una de ellas - y debemos estar preparados. Pero debemos prepararnos con cabeza fría. Ver permanentemente un futuro negro no es racional.
En el siguiente video presento brevemente 3 consejos para inversores particulares sobre cómo comportarse durante una crisis económica o financiera.