Una
duda bastante común antes de comenzar a invertir nuestros ahorros
suele ser la de decidir mediante qué bróker vamos a operar.
Hay personas que no se plantean esta cuestión y se limitan a acudir
a la sucursal de su banco
habitual. Error. La elección de un bróker no es una decisión
baladí que debamos tomar a la ligera.
Si
elegimos incorrectamente podríamos encontrarnos con que debemos
hacer frente a numerosas y elevadas
comisiones, las cuales acabarían
por devorar la rentabilidad
de nuestras inversiones. Por desgracia, la regla general suele ser
que es en nuestro banco
habitual
donde nos encontraremos con todas esas elevadas
comisiones
que debemos evitar.
Ahora
bien, no sólo tendríamos que fijarnos en las comisiones. Hay toda una
multitud de factores que deben tenerse en cuenta antes de
seleccionar a nuestro bróker. No hay una entidad en concreto que sea
el bróker perfecto. Habrá que elegir aquélla que mejor se
adapte a nuestras necesidades.
A
continuación, a lo largo de este post procederé a enumerar toda una
serie de puntos que deberían tenerse en cuenta para lograr que la
decisión tomada sea la más acertada. Antes sin embargo, por si
algún lector del presente artículo no lo supiese, creo que debemos
comenzar explicando qué es un bróker.
¿Qué
es un bróker?
Un
bróker es una entidad que actúa como
intermediario entre nosotros y la
bolsa. Sus funciones serían las de hacer efectiva las ordenes de
compra y venta que le proporcionen sus clientes, así como la guarda
y custodia de los valores propiedad de estos últimos.
Aclarado
este punto, comenzamos a tratar el tema que da título al presente
artículo.
Primeramente,
a la hora de elegir bróker lo que debemos tener claro es en qué
tipo de productos, mercados y acciones deseamos invertir. Esto es
muy importante, porque no todos los bróker proporcionan acceso a los
mismos mercados y productos.
La
práctica totalidad de los brókeres permiten operar con acciones
europeas, españolas y estadounidenses, pero si deseáramos
acceder a mercados más exóticos o a productos financieros distintos
a las acciones, habrá que cerciorarse si el bróker que hemos
elegido tiene acceso/comercializa los productos que estamos buscando.
Comisiones
Éste
es un punto muy importante que debemos analizar a la hora de
elegir bróker. Como comentamos más arriba, las comisiones que nos
van a cobrar por operar con ellos pueden suponer una gran merma de
nuestras rentabilidades. Así que, evidentemente, lo que nos interesa
es que nuestra entidad tenga el menor número posible de
comisiones, y que las que tengan, sean de una cuantía lo más
reducida posible.
Los
tipos de comisiones más comunes son los siguientes:
- De
compraventa: Como su nombre indica, es la tarifa que nuestro
bróker nos cobra cada vez que realizamos alguna operación que
consista en comprar o vender. Suele ser un porcentaje del importe
total de la operación, con una comisión mínima en caso de que el
porcentaje de lo operado no alcance dicha cuantía.
- De
mantenimiento: Es una comisión que se cobra por el simple
hecho de tener la cuenta abierta (algunos bróker no la cobran).
- De
guarda y custodia: Como el nombre indica, esta comisión se
cobra por el servicio que nos proporciona la entidad al almacenar
los títulos de nuestros activos. Tal vez en la actualidad tiene
poca o nula justificación el cobro de dicha comisión, ya que hoy
en día está todo informatizado. No hay títulos en papel que deban
custodiarse (algunos bróker no la cobran).
- Por
cobro de dividendos, acudir a ampliaciones de capital
o splits: Esta comisión se cobraría cada vez que la
compañía de la que poseemos acciones realizase alguna de esas
operaciones.
- Por
traspasar nuestros valores a otro bróker: Esta comisión
estaría justificada por entenderse que se realiza un servicio al
atender nuestra orden de traspaso. Podría verse como el pago por
una gestión que realizan en nuestro nombre. Ahora bien, dependiendo
de su cuantía, también podría verse como una barrera de salida
para evitar la pérdida de clientes.
Una
vez seleccionado nuestro bróker, debemos saber saber que existen
dos tipos de cuentas, las nominativas y las globales. Éstas
últimas son también conocidas como cuentas ómnibus.
La
diferencia entre estos dos tipos de cuentas la encontramos en que en
las nominativas, los activos están a nombre del cliente –que
es además el propietario–, mientras que en las globales u
ómnibus, la cuenta está a nombre de la entidad.
Más
concretamente, una cuenta global u ómnibus, es una cuenta
donde el bróker agrupa todos los activos de sus clientes.
Esto le permite a la entidad reducir sus costes operativos,
traduciéndose así en un beneficio para sus clientes en forma de una
menor comisión por transacción.
Este
tipo de cuenta no debería suponer un riesgo extra para el
inversor. Aunque la misma esté a nombre de la entidad, el
capital que hay en ella es propiedad del cliente. En ningún caso
el bróker podrá disponer u operar a su antojo con dicho capital sin
la autorización expresa del cliente.
Para
finalizar este post, comentar otras cuestiones que podrían
ser relevantes a la hora de elegir bróker.
En
qué idioma nos proporciona el informe de transacciones, ya sea
anual o mensual. Este pequeño dato suele ser pasado por alto y puede
suponernos un problema. Si en algún momento Hacienda nos
reclamase algo, nos exigirá que el informe mensual y anual de
nuestro bróker esté en español. De no estarlo, la Agencia
Tributaria nos exigirá una traducción jurada. Y
evidentemente, la realización de la misma nos supondrá un coste
adicional.
Podría
suceder que algunas entidades exigiesen un importe mínimo
para permitir la apertura de una cuenta con ellos. Por esta razón
deberíamos comprobar de antemano si alcanzamos la cantidad mínima
que se nos exige para poder operar con dicha entidad.
Otro
punto importante –el cual se debería tener en cuenta en muchas más
cosas, y no sólo a la hora de elegir bróker– es el de analizar la
calidad del servicio de atención al cliente que nos
proporcionan. Deberíamos fijarnos en las franjas horarias del mismo,
las vías de contacto que ponen a nuestra disposición, el coste de
la llamada, los idiomas en los que te pueden atender, etc.
Por
último, y para tener algún tipo de
garantía extra,
podríamos consultar si nuestro bróker forma parte de algún tipo de
fondo
de garantía de inversiones.
En España, por ejemplo, tenemos el FOGAIN,
el cual
cubre
en caso de
insolvencia de nuestro bróker
hasta una cantidad de 100.000€.
Podemos consultar qué entidades están adheridas al FOGAIN haciendo click aquí. Para ver y acceder a la web de otros fondos de garantía de
inversiones europeos o de otras partes del mundo, hacer click aquí.
Lo
dejamos aquí por hoy.
Un
saludo y hasta la próxima.