Ya han pasado nueve meses desde mi primer artículo sobre mi inversión en Grecia mediante un ETF, y ésta ha sido la evolución de la posición desde entonces.
El
punto azul indica la apertura de la posición a finales de mayo de 2013 y
el punto verde indica algún momento del verano en el que aquel que me
dijo que estaba siendo kamikazian y no contrarian se reafirmó con guasa.
Mis razones fundamentales fueron la baja valoración de la bolsa griega,
la ralentización del empeoramiento de los datos macroeconómicos y la
gran negatividad que se respiraba por aquel entonces. ¿Cómo están estos
tres puntos hoy en día?
La valoración del índice griego sigue siendo muy atractiva.
El PER Shiller evoluciona lentamente al cubrir los últimos 10 años, la
cotización no ha subido tanto como para hacer que el múltiplo suba
significativamente y los sueldos se han reducido una barbaridad (aunque
el coste de la vida es algo superior al de España), por lo que asumo que
la competitividad de las empresas, como mínimo, se ha mantenido
respecto al año anterior. He aquí algunos ejemplos de sueldos de amigos
que tengo allí:
Maestra de educación primaria sin antigüedad - 650€
Dependiente de Public, gran cadena del estilo Fnac o Media Markt - 700€
Abogados con 5-7 años de experiencia en despachos pequeños o medianos - 700-900€ (Literal: "algún mes que otro alcanzo los 1000€")
Ingeniero con máster en empresa mediana de energía solar - 800€
Trabajadora de oficina en multinacional con tres idiomas, máster y 2 años de experiencia - 900€
Veamos la macroeconomía...
Ralentización de la destrucción del empleo, que probablemente empezará a mejorar este verano:
Mejora de la competitividad del país según el Foro Económico Mundial:
Mejora contundente de la balanza comercial:
Mejora del déficit, compárese con España:
(Gráficos de www.datosmacro.com)
En lo tocante al sentimiento, ha quedado atrás el pesimismo abrumador de hace un año. Los inversores empiezan a ver cambios positivos
sin llegar a la euforia y, mucho menos, a la complacencia que precede a
los grandes movimientos bajistas. En mi opinión, este cambio de actitud
junto a los miedos de aquellos que suelen tardar más en
reaccionar sobre la deuda, la ruptura de la Eurozona y demás conforman
el cóctel de la fase alcista del escepticismo, como suelen probar los
titulares de www.capital.gr del estilo "Los impuestos acompañan al índice general en su subida".
En resumen, aunque aquel "kamikazian" se ha perdido ya un 45% de subida desde sus palabras, todavía está a tiempo.