De Paul Krugman saco este gráfico,
Que compara los CLU de Alemania con el conjunto del área euro. Es claro que la ventaja comparativa de Alemania no ha hecho más que aumentar desde 1999, lanzamiento del euro.
Hay sólo dos vías de paliar este desajuste, que produce lógicamente acumulación de deudas para los otros países y acumulación de derechos de crédito de Alemania. Esas balanzas financieras crecientemente desequilibradas no son viables para una Zona Monetaria Única, a menos aquí no sea también una Unión Fiscal.
Una vía es ajustar los tipos de cambio de manera que los CLUs vayan más o menos a la par o, al menos, de vez en cuando se igualen.
Si se quitan las divisas a cambio de imponer el euro no hay otra solución que irá a por una Unión Total, o al menos la Unión de algunos aspectos fiscales que sustituyan una válvula de ajuste por otra: flujos fiscales compensatorios de los balances crecientemente desequilibrados (propuesta Münchau. Ver post). En una Unión Fiscal, hay transferencias del centro hacia afuera, y viceversa, que compensan las diferencias cíclicas entre zonas o países miembros.
La UE defiende el euro férreamente, porque sabe que es muy difícil volver hacia atrás sin quedarse sin su momio, sus sueldos astronómicos, su mamandurria. Además, sería un fracaso histórico de proporciones gigantescas.
Lo malo es que a lo otro se opone Alemania no menos férreamente, porque se convertiría en país fuente neta de transferencias fiscales, decididas por una autoridad no alemana. La soberanía alemana se habría extinguido, y créanlo, para ellos la soberanía no es una cosa de broma como para nosotros.
Dicho de otra manera, mientras el euro siga vivo, la deuda pública y privada de los demás países con Alemania seguirán subiendo como sube el diferencial de competitividad del gráfico. Los demás paises cada cierto tiempo tienen que ajustarse mediante deflación interna, que es lo que ha pasado desde 2008. La crisis no fue una lepra de EEUU contagiada a Europa, tuvo en ella una participación protagonista en euro, EN la formación de la burbuja, y EN la paralización financiera de después.
Resumiendo:
- por muchas reformas internas deflacionistas que se hagan individualmente, país a país, los desequilibrios Deudores-acreedores tenderá a aumentar.
- hay que arbitrar un mecanismo de ajuste para que la falta de ajuste cambiario - ahora imposible de implementar- no se trueque en una implosion del sistema por quiebra e impago de las deudas.
Ahora parece que la cosas van mejor, hay más vidilla en la calle, y el Gobierno se aferra a ello como el único aspecto que le preocupa (cree que va a vencer en el desafío catalán con la economía). Pero no se han acabado los riegos de una crisis aún peor, ante la que Europa no se ha preparado, mientras las deudas siguen creciendo. De hecho vivimos de las deudas.