Antes de nada, que luego me lío. Tal como habéis leído desde hace meses, soy muy alcista para la bolsa española. Y ahora todavía más que en octubre, porque todo sigue mejorando. Hasta que no exista otra cosa, considero que nos encontramos en la primera fase de un nuevo mercado alcista de largo plazo, de muy largo plazo, secular. Y en cuanto a mi operativa, es un placer disfrutar de haber experimentado tanto y durante tantos años, y haber aprendido a tiempo a entender la naturaleza del mercado y la naturaleza del riesgo. "Todo el futuro y ninguna limitación", podría ser mi titular.
Voy con la naturaleza humana, que es lo que me pone. Acabo de leer en la prensa un titular que dice: "Podemos acelera el giro hacia una política más moderada". Dicen que ahora, incluso, se han puesto a hacer cuentas. Como saben, los dirigentes del partido de la Complu son sin duda alguna los que más títulos académicos atesoran dentro de la comunidad política internacional. Cualquiera puede pasarse un buen rato en la red leyendo la relación de doctorados, licenciaturas, títulos, postgrados, cursos, masters, idiomas, etc., etc., etc. que han ido logrando obtener a lo largo de una etapa formativa no precisamente corta en numerosos casos. Este dato del número de títulos colgados en la pared ha sido esgrimido continuamente por ellos mismos, por sus simpatizantes y por sus mamporreros mediáticos -- e incluso por gente de buena fe -- como un argumento de autoridad en las numerosas intervenciones públicas que los del partido morado han protagonizado durante estos últimos años. Les ruego vean sin falta el Currículum de Pablo Iglesias Turrión a fin de que puedan hacerse una idea sobre la magnitud de lo que vamos a ver a continuación.
Volvíamos de un fin de semana en Santander y era el año 2008. Circulando por la autovía sobre el Valle de Liendo, encendí la radio. Estaban en directo con la Prueba de Ciclismo en Ruta de los Juegos Olímpicos de Pekín. El español Samuel Sánchez íba escapado con otros dos a falta de unos treinta kilómetros para la meta. (Se me pone la carne de gallina de nuevo otra vez al recordarlo...). Casi con toda seguridad, las pulsaciones del asturiano no eran superiores a las de los comentaristas que lo estaban retransmitiendo en directo. "Vamos a salir, que no me lo quiero perder", dije. Ya en Liendo, tuvimos que ir buscando un bar abierto, pues el pueblo se desperezaba todavía en aquella mañana de domingo. Finalmente encontramos uno, aparcamos y entramos a piñón. Localicé con urgencia la tele arriba, vi la estampa de los tres escapados y al instante le dije a mi chica: "Samu va a ganar".
Tiempo después, fue una somera lectura del currículum del líder de Podemos la que generó de nuevo en el complejo conjunto de mecanismos interrelacionados que componen mi organismo, mi ser, mi persona aquella misma vívida reacción, aquella misma segura sensación de matemática certeza : política, filosofía, cine; política, filosofía, cine; política, filosofía, cine; política, filosofía, cine... ¡¡¡ Un "bucle Hare Krishna" como la madre que lo parió !!!.
El tío, y sus colegas, se han tirado más de veinte años de su vida dentro de las cuatro paredes de la Complu dando botes con el áaaa, áaaa, áaaa, áaaa, autoconvenciéndose del sueño bolivariano y poniendo la cabeza como un bombo a sus alumnos, los cuales no tenían más cojones que aguantarles la chapa y dorarles la píldora año tras año si querían aprobar la asignatura. Y ahora, áaaa, áaaa, áaaa, áaaa...., bajo los efectos del que en este momento bautizo como "síndrome de abstinencia del alumno secuestrado", y con un ataque de pánico encima de tres pares de cojones, ahora, dicen que se van a poner a estudiar de números.
Claro, cristalino, vívido, vivido. Luego matemático: "Samu va a ganar". Áaaa, áaaa, áaaa, áaaa....