Al hilo de la carta de auxilio de Pedro Sánchez le comentaba ayer a mi hijo que la situación creada me había traído a la cabeza "La Jauría humana", un clásico del cine norteamericano protagonizado por Marlon Brandon ( y creo que dirigido por Elia Kazan ).
También se me ha venido a la cabeza el caso de aquella trabajadora sanitaria contagiada en África de no recuerdo qué enfermedad contagiosa, cuyo viaje no comunicó a su doctor cuando este le preguntó por los antecedentes de los días previos a empezar a encontrarse indispuesta. A ella hubo que aislarla en el hospital, las autoridades sacrificaron a su perro para evitar la propagación del virus y como gobernaba la derecha los progres españoles no dejaron pasar la ocasión de montar su numerito habitual. El mismo que estamos viendo estos días, el de toda la vida.
Y también se me ha venido a la cabeza la secuencia en la que la protagonista de esa obra maestra, otra más de Clint Eastwood, que es "Million Dollar Baby" vuelve feliz a ver a su familia con el dinero duramente ganado en el ring y con la intención de comprarle una casa a su madre.
No hay que ser un especialista en psiquiatría para darse cuenta que a Pedro Sánchez su mundo se le ha venido abajo, como no podía ser en algún momento de otra manera, y no está en estos momentos sino para irse con su mamá a que le cuide como se fue la sanitaria a Galicia a echarse en brazos de su madre nada más salir de la cuarentena y darse de bruces con la que habían montado los suyos en su ausencia.
El problema de Sánchez es que a día de hoy se ha echado en manos no de su madre, sino de la jauría humana del rojerío patrio. Jauría humana del rojerío patrio que, no hace falta decirlo, tiene vida propia. Esa que él creía que lideraba y dirigía. Esa que tiene más de cien años de historia marcados a fuego en ignorancias, cobardías, traiciones y sangre.
De ahí el ataque de pánico. De ahí la llamada de auxilio. De ahí saber, hoy mejor que ayer, que no puede contar con nadie, que no puede confiar en nadie porque en nadie nunca confió. De ahí que sabe, ahora sí sabe ya algo de la vida, lo que va a pasar, lo que van a hacer con él.
Finalmente la sanitaria regresó a Galicia con su mamá a iniciar el largo camino de la reconstrucción; la boxeadora de Million Dollar Baby se refugió de nuevo en el gimnasio, pero sin poder deja de escapar y su historia teminó como terminó; y de lo de Pedro Sánchez ya me pueden perdonar, pero no me acuerdo.