Protegemos nuestro capital como un vinicultor protege sus viñedos
Stops. Todos hemos oído hablar de ellos. No tienen muchos secretos ya que su utilización es sencilla, pero el uso que les demos nos dirán mucho de nuestra operativa. Lo que es indudable es lo necesario y obligatorio de su uso para un trader.
»Gestionar los stops
Es indiferente el plazo que otorguemos a nuestras inversiones, pero si son eso, inversiones, necesitamos tener stops. De hecho, invertir sin stops o límites de pérdidas convierte esta actividad en un simple juego de azar, y un trader no juega, invierte. El trader vive de su dinero, lo pone a trabajar para él cada día y, por tanto, debe ser muy exigente con él. Cuando acometemos una inversión, lo hacemos para obtener una determinada rentabilidad, la mayor posible claro.
Ésta siempre va ligada a un riesgo, y los riesgos se materializan porque la estadística y la probabilidad también son participantes del mercado, y muy activos por cierto. Así pues, si iniciamos una operación, en ese preciso instante nadie sabe qué va a pasar. Tampoco nosotros. Pero debemos contemplar distintos escenarios. En cada escenario debemos tener en cuenta por qué precios se va a mover el subyacente, qué límite de beneficios deseamos obtener, qué límite de pérdidas vamos a otorgarle a dicha operación y, muy importante, qué tiempo le damos para conseguir nuestro objetivo.
Tan importante es el objetivo como el tiempo que vamos a necesitar para conseguirlo. El dinero es limitado y, por tanto, existe un coste de oportunidad entre realizar una determinada operación o realizar otra. Así mismo, el tiempo invertido en una operación no está siendo utilizado para otra. Por lo tanto, precios sí pero exigencia con el tiempo también. El dinero y su cuantificación pueden llevar a no tomar las mejores decisiones al establecer los límites de riesgo y beneficios que queremos otorgar a una operación. La alternativa: los porcentajes.
No hablemos de dinero, hablemos de porcentajes. Así podremos extrapolar cualquier operación o estrategia independientemente del tamaño de nuestra cuenta. Una política conservadora podría ser la de arriesgar en cada operación un dos por ciento de nuestro capital. Este porcentaje, independiente del capital que forme nuestra cuenta, nos indicará el capital máximo a arriesgar en una determinada operación. Si sale bien, en la próxima operación tendremos algo más que arriesgar a nivel nominal, pero en porcentaje no deberemos olvidar este dos por ciento. En cambio, si la operación ha sido cerrada por el stop de pérdidas, deberemos realizar el cálculo del dos por ciento y dará como resultado una potencial pérdida nominal menor a la de la anterior operación.
En la práctica, como gestionamos la entrada y salida de una operación.
Planteemos una operación real, por ejemplo sobre el par AUD/JPY. Si observamos el gráfico en velas de un día cada una podemos ver que la media de 200 sesiones ha sido rebasada y el par encontró un soporte en 88.665, punto en el que rebotó. El rebote está llevando la cotización a la zona de la media de 200 de nuevo. Ahora este punto ejercerá de resistencia.
Plantearé abrir una posición corta puesto que existe una divergencia bajista en el MACD que considero puede llevar la cotización a la zona de la directriz alcista que se dibuja en el gráfico. Imaginemos pues que disponemos de una cuenta de 10.000€. Veamos como podríamos gestionar los Stops para esta operación. El punto de entrada lo podemos asignar con multitud de métodos: técnico, fundamental, esotérico, etc. Cualquiera de ellos es bueno si nos permite obtener rentabilidades de forma recurrente. Y para ello a lo que le doy más importancia es a la salida de las operaciones, mucho más que a la entrada, puesto que el escenario que hemos estudiado para el inicio de la operación puede verse modificado en cualquier momento, de forma substancial, sin que nosotros podamos hacer nada.
Noticias macro, atentados, declaraciones políticas, actuaciones de los bancos centrales, etc. son aspectos que pueden hacer cambiar radicalmente nuestro trabajo de análisis ya realizado. Por lo tanto, lo verdaderamente importante es cómo vamos a gestionar los riesgos de la operación y la toma de beneficios. En el ejemplo que plantemos, entramos a mercado a precios actuales puesto que la cotización se encuentra muy cercana a un nivel de resistencia. El stop inicial lo estableceremos con una finalidad muy clara: debe mostrarnos que nos hemos equivocado.
Por lo tanto, si planteamos una operación en corto por la cercanía de la resistencia que nos señala la media exponencial de 200 sesiones, al superar dicha media deberemos salir de la operación ya que no se están cumpliendo nuestras expectativas. Así mismo, con la toma de beneficios la directriz alcista puede ser el objetivo, pero vemos que en el nivel de 83.615 existen una serie de máximos que le costó superar entre agosto y noviembre del pasado año.
Es posible que estos puntos actúen ahora como soporte. Así pues, vamos a abrir cortos a un precio de 91.905, stop inicial al nivel de 94.104 y toma de beneficios en 83,615. El stop permitiría una subida en contra de nuestros intereses de un 2.33%, y la toma de beneficios significaría que el la cotización bajase un 11.89%. Es una relación riesgo beneficio de seis veces a una, interesante.
Ahora bien, ¿con qué cantidad abriremos dicha posición? Siguiendo con el ejemplo de la cuenta de 10.000€, un riesgo de un dos por ciento representaría 200€ de pérdida a asumir. Vemos que con un micro lote (1.000 unidades de exposición), ese 2.33% de distancia del stop sería igual a arriesgar 26,49€, lo que equivale a poder abrir posición con 7 micro lotes para, en caso de salir por el stop inicial, asumir una pérdida aproximada del 2% de nuestro capital. Una vez abierta la posición, es importante proteger las ganancias.
El stop debe ser ágil y permitirnos reducir el riesgo. Imaginemos que el subyacente baja hasta el 50% del recorrido esperado (87,759). Sería un buen momento para trasladar el stop al precio de apertura de la operación, asumiendo así riesgo 0 en caso de giro del mercado. Otra opción sería deshacer parcialmente nuestra posición, recomprando un par de lotes y rebajando igualmente el stop a niveles de protección.
Y ¿cuánto tiempo le vamos a dar de margen al mercado para que realice el movimiento esperado? Dependerá del horizonte temporal con el que realicemos nuestro análisis. Como orientación podríamos pensar en un plazo comprendido en entre una y dos horas si la operativa es intradiaria, y más de cinco días si la operativa es diaria.
Pasado este tiempo, el coste de oportunidad se está comiendo nuestra rentabilidad y nuestra paciencia. Los subyacentes son instrumentos que están a nuestra disposición y, si no son capaces de reportarnos lo que esperamos de ellos, debemos abandonarlos sin importar la fe que tengamos en la operación. Cuando estamos dentro del mercado debemos estar cómodos con lo que va sucediendo.
En caso contrario, salir y observar. Las oportunidades son prácticamente infinitas y no podemos permitirnos el estar bloqueados por una operación que no nos reporta lo que debe. Finalmente, tan sólo indicar que a pesar de que todas las estrategias operativas son válidas si ofrecen el retorno esperado, la clave para saber si tenemos una buena estrategia es pensar si hacemos las cosas así un millón de veces, ¿tengo visos de éxito o no? Está claro que el que no pone Stops tiene muchas posibilidades de que las operaciones que abre, tarde o temprano acaben siendo buenas, pero existe la posibilidad de que una operación sobre un subyacente que se desplome para siempre o durante mucho tiempo y en donde tenemos una posición larga (ejemplos sobran), acabe con nosotros como traders.
Por lo tanto, operar sin Stops es como conducir sin cinturón: hasta que no estés involucrado en un accidente no te darás cuenta de los importante que es su uso, a pesar de que pueda ser incómodo llevarlo puesto. Lo Stops nos reportaran pérdidas muchas veces, pero no es culpa suya sino nuestra, pues el mercado no hizo lo que esperábamos en el momento que lo deseábamos, un clásico. «
Este artículo ha sido escrito por Alejandro Perez (Responsable en GVC Gaesco del Departamento de Comercio Electrónico, del Departamento de Sistemas Automáticos de Trading, del portal Estubroker, y realiza la labor de Product Manager del producto CFDs.) en la revista TRADERS' ESPAÑA.
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