"Nunca subestimes la capacidad del Bundesbank para arruinarte el día". Así comenzaba su crónica de media tarde el influyente blog de bolsa americano The Tell. Como se puede ver, Alemania despierta en los últimos tiempos una auténtica oleada de simpatía.
Iban los índices cabalgando ligeros hacia la cota del 1% cuando el diario alemán Handelsblatt publicaba en su página web que el Bundesbank ha enviado un informe reservado al Tribunal Constitucional en el que se opone frontalmente a que el Banco Central Europeo pueda comprar deuda de países de la Eurozona como mecanismo de alivio de la presión que los mercados pueden ejercer sobre ellos.
Lo que pasó a continuación se lo pongo mejor en un gráfico del Dow Jones en velas de cinco minutos porque es mejor que tratar de explicarlo con palabras:
Esta fue exactamente la reacción de Wall Street a la noticia y como pueden imaginar, la vela que ha dejado la sesión es de las horribles, de esas que anuncian que mañana puede ser un día de los de aquelarre bajista, a pesar de que los teletipos "oficiales" andan escupiendo cosas como "otra jornada positiva en Wall Street".
Y es que si el Constitucional alemán bloquea (está previsto su dictamen para junio) este acuerdo comunitario que faculta al BCE a actuar en los mercados de deuda, todo el entramado construido tan lentamente para que los mercados dejen de "azotar" la deuda de los países periféricos puede venirse abajo como un castillo de naipes en cuestión de segundos. Y ese bloqueo es exactamente lo que le ha pedido el Bundesbank.
El panorama que se presenta es desolador. Nueva paralización de todo lo paralizable en la UE, más presión sobre la deuda periférica y meses de negociaciones para intentar encontrar una salida. Esa es la razón de la caída en Wall Street tras conocerse la noticia.
Al final lograron salvar los muebles, pero la situación en que han quedado para mañana los mercados se antoja muy frágil. La euforia se ha frenado en seco y las preguntas sin respuesta vuelven a estar encima de la mesa.