En los mercados financieros se suele usar el VIX como indicador del miedo por parte de los inversores. Volatilidades implícitas (que es lo que mide el VIX) altas son sinónimo de una alta incertidumbre sobre el precio futuro del S&P500. En nuestro blog ya hemos realizado numerosos estudios del tema y seguimiento de la volatilidad del S&P500 y del Eurostoxx frente a la evolución del precio de los citados índices. Hoy vamos a actualizar estos indicadores para contemplar que siguen en zona de mínimos históricos, dejando claro que los inversores confían en la tendencia alcista de las bolsas. Tanto las europeas como las norteamericanas.
En este primer gráfico vemos que la volatilidad implícita del S&P500, medida por el índice VIX, está en mínimos históricos. Incluso los repuntes del VIX (en la parte inferior) cada vez son menores, lo que se corresponde con correcciones cada vez menores del S&P500. En el gráfico vemos que son volatilidades moviéndose consistentemente por encima del 20%-25% las que nos indican correcciones severas en el S&P500, mientras que si el VIX se mueve por debajo de este 20%-25% nos indican que las bolsas se mueven en clara tendencia alcista.
Y es que, bien sea por el apoyo de los bancos centrales, por los resultados empresariales, por la situación macro, o por la excesiva liquidez que no encuentra alternativa debido a los bajos tipos de interés, los inversores están comprobando que las correcciones del mercado no terminan de llegar, o cuando se producen son muy leves y rápidamente se recupera la inercia alcista. En este sentido, cada vez hay menos inversores cubriendo sus carteras y viendo las correcciones como oportunidad de compra, de ahí que los índices de volatilidad implícita sigan en mínimos.
En Europa ocurre lo mismo. El V2X, que mide la volatilidad implícita del Eurostoxx 50, también cotiza en zona de mínimos históricos. Si ayer comentábamos que la caída de final de año no parecía tener sentido, hoy viendo que la volatilidad apenas repuntó, tenemos un argumento adicional a los que exponíamos para justificar la trampa bajista y rebote de las bolsas europeas. Los inversores en Europa no tienen demasiada incertidumbre sobre el movimiento futuro del Eurostoxx y esto es muy positivo para las bolsas. Así lo ha sido al menos históricamente, y no tiene por qué ser distinto ahora. Al igual que el VIX, vemos que siempre que las volatilidades implícitas del Eurostoxx 50 se han movido por debajo del 20%-25%, la bolsa ha subido, y la tendencia se ha tornado a la baja cuando las volatilidades se mueven por encima de la barrera comentada.
Por tanto, el escenario principal ahora en las bolsas es que un repunte de volatilidad (que los habrá) son oportunidades claras de compra, ya que los repuntes suelen ir acompañados de corrección en precio. Ya tendremos tiempo de preocuparnos de un cambio de tendencia de los mercados o huir hacia la liquidez cuando las volatilidades se sitúen de forma mantenida por encima del nivel del 20-25%. En el gráfico señalamos cómo los últimos repuntes de volatilidad han marcado suelos del Eurostoxx.
Pero no sólo los índices de volatilidad son un indicador del miedo por parte de los inversores. En renta fija hay un indicador que también mide el miedo y este es el diferencial que se exige a un bono respecto al activo sin riesgo. Es lo que se denomina prima de riesgo. Si los inversores desconfían de la situación económica futura general o particular de un emisor, rápidamente van a exigir una mayor rentabilidad por prestar dinero al emisor en cuestión.
En Europa, además de las primas de riesgo del bono alemán frente a los bonos de deuda de los países periféricos, hay índices que miden el diferencial que el mercado está exigiendo a la media de bonos de grado de inversión, así como la media de bonos High Yield. Estos índices están todos en mínimos de los últimos meses, demostrando que los inversores tienen cada vez más confianza en que los emisores de bonos tendrán capacidad para pagar sus deudas.
Evolución del diferencial medio exigido a los bonos de la zona euro a cinco años (grado de inversión; BBB- o superior). El movimiento es inverso a las bolsas. Cuando sube el indicador muestra dudas sobre la situación económica y posibilidad de que las empresas no puedan pagar sus deudas. Podemos ver en el gráfico que, a final de año, este indicador siguió corrigiendo a pesar de estar en mínimos de los últimos años. No se correspondía el movimiento con correcciones del Eurostoxx, por lo que la corrección vivida de las bolsas tampoco parecía tener sentido.
Evolución del diferencial medio exigido a los bonos de la zona euro a cinco años (High Yield; inferior a BBB-). No ha perforado a la baja los mínimos de los últimos años, pero se encuentra en zona de mínimos. Esta semana corrige con fuerza, demostrando que los inversores tienen plena confianza en que los emisores de bonos High Yield tienen capacidad de pagar sus deudas mejor que la que ofrecían hace meses.
Incluso los bonos subordinados financieros europeos están viviendo un extraordinario momento. Los diferenciales siguen corrigiendo esta semana perforando mínimos de los últimos meses. La banca está más capitalizada y los emisores confían cada vez más en la capacidad de pago y solvencia de nuestro sistema financiero.
Por tanto, los indicadores actuales nos trasladan cierta tranquilidad y confianza en que las bolsas en particular y los activos de riesgo en general, mantendrán la tendencia alcista dominante de los últimos meses o años (según activo). Mantener liquidez acumulada esperando la gran corrección ha demostrado ser un error los últimos años, y todo apunta a que este año comenzamos por el mismo camino. De momento estamos a día 5 de enero y las bolsas europeas suben entre el 2.8% (Eurostoxx 50) y 3.9% (MIB 30 italiano), las de Estados Unidos en torno al 2%, Japón un 4% y el Hang Seng un 3%. ¿Saben cuánto tiempo hay que estar en un depósito para alcanzar estas rentabilidades?
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.
(http://blog.unicorppatrimonio....)