A propósito de la presentación esta semana de los resultados anuales de la empresa del señor Juan Roig, presidente de Mercadona, se abrió el debate sobre la conveniencia de la liberalización de los mercados globales. Empezando por los propios resultados, el grupo facturó el año pasado un 3% más con respecto a año anterior y obtuvo unos beneficios de más de 600 millones de euros. Con estos datos, el presidente de la empresa de distribución más importante de España, se enorgullece de haber generado el 1,8% del PIB español en 2015, dato muy similar al año anterior (un 1,77% del total del producto interior bruto) y un 3,8% del empleo total en España.
Sin embargo, a pesar de estas grandísimas cifras, hay compañías nacionales por encima (veremos si por mucho tiempo) a nivel tanto de facturación como de creación de empleos directos. Cabe destacar, según datos de 2014, que las tres empresas con mayor volumen de ventas en España pertenecen o están relacionadas con el sector petrolífero, a saber, por orden de volumen total, Repsol (con casi 22.000 millones de euros y el 2,10% del PIB), CEPSA (con más de 21.500 millones en 2014, un 2,07% del PIB) y CEPSA Trading (con poco menos de 19.000 millones facturados, el 1,82% del Producto Interior Bruto español). Después de estas tres compañías encontramos a Mercadona con casi 19.000 millones de euros en ventas en el año 2014.
De igual forma, aunque en este dato sí que se encuentra más cerca de la cabeza, Mercadona no lidera el ranking de las empresas españolas con mayores empleados directos a su cargo, este liderato es para ACS con más de 110.000 puestos en 2014, seguido de El Corte Inglés con casi 81.000 y Mercadona con 74.000 trabajos directos, cifras que no llegan ni al uno por ciento del total de empleos nacionales. (Recordemos que el señor Ruig hablaba de empleos directos e indirectos cuando se refería al 3,8% de los empleos generados por su compañía).
Analizando los datos según los sectores económicos, las 100 empresas nacionales más grandes aportan al PIB español más de un 40% de su totalidad, siendo el sector petrolífero y de combustibles el que encabeza el ranking con una ventaja de casi el doble sobre el sector de la automoción.
Gracias a estos extraordinarios resultados, el señor Juan Roig aprovechó para defender la liberalización del mercado ya que “el sector privado gestiona mejor que el sector público”. De hecho, históricamente se ha comprobado, que una buena gestión general de las grandes empresas supone un aumento del crecimiento económico del país, véase en la gráfica inferior.
Además, la correcta gestión privada del mercado no sólo aumenta el crecimiento nacional, sino que consolida el mercado interior y permite mejorar la competitividad en los mercados extranjeros globales. Sirva como ejemplo que en España, según la revista Forbes, en 2014 un tercio del Producto Interior Bruto estaba producido por sólo 16 empresas. Distribución que se achica aún más en países como Alemania con 11 empresas, Francia con 8 o Reino Unido con tan sólo 5 empresas como generadoras de más de un 33% del producto nacional bruto anglosajón. Sorprendentemente para alcanzar dicho porcentaje en Estados Unidos se deben reunir las 30 compañías más grandes del país, esto es debido sin duda alguna al enorme PIB estadounidense y, por encima de todo, a la violenta competencia en el mercado americano.