Hola, chicos. Quería puntualizar. Yo creo que no se trata de "desear que algo o alguien caiga". No porque sea moralmente mejor o peor. No es eso. El asunto es que en los mercados, como en la vida, no se trata de desear. O no solo. O sea, no se trata de desear que los griegos, los andaluces o los catalanes se hundan. Se trata de saber que los griegos, los andaluces y los catalanes se van a hundir inexorablemente mientras no sean capaces de cambiar su idiosincrasia; y mientras robar no sea deseado, compartido, justificado y/o validado en las urnas una y otra vez por ellos como sociedad. Se trata de saber, y según lo que sepas...
Otro ejemplo sería el de Podemos: no se trata de desear el poder a toda costa y de ser capaz de cualquier cosa por conseguirlo. Se trata de saber cómo conseguirlo. Y para ello en este caso siempre ha sido imprescindible saber algo sobre la realidad que te rodea y cuyo Gobierno ansías alcanzar. Era imprescindible, en este caso, saber algo sobre los Mercados Financieros y el dinero hoy en día. Porque puedes marear, engañar y/o controlar por completo a cuatro idiotas durante cuatro días a través de la tele y/o de la red, pero no puedes hacerlo un día más sin tener una puta idea de economía real, macroeconomía real y mercados financieros reales de hoy en día. Porque ni Lenin, ni Mao, ni Fidel, ni el Che, ni Chávez, ni Chaves, ni Maduro, ni Zp, ni Sánchez, ni Felipe, ni Susana, ni Cebrián, ni Rubalcaba -- el caso de este último volviendo bajo las faldas de mamá Complu ¡ ya camino de los setenta ! representa toda una idiosincrasia y su época en una sola pincelada --, ni ninguno de los chiquilicuatres de la obsoleta universidad madrileña tienen puta idea alguna del asunto. Ni parece que de momento quieran tenerla. Con lo cual, y en consecuencia, caen atrapados en su propia red antes siquiera de echarse a andar: en la red de ese deseo de poder adolescente imposible de saciar, por definición, antes de tiempo. Solo cuando algún día tengan el valor de salir del pequeño mundo en el que llevan refugiados desde hace ya casi cuarenta años, solo cuando algún día tengan el valor todos esos de salir fuera de esas cuatro paredes,podrán cambiar su historia; y quizás, entonces, la Historia. Mientras tanto, matándose a pajas. S2.
(Nota: escribí estas letras tras leer aquí hace algunas semanas un artículo en el que alguno de los que ya estaba corto manifestaba su sincero deseo de que el mundo se hundiera, cuanto antes mejor. Mi intención era publicarlo al día siguiente, pero ya saben Vds. aquello de que el hombre propone y Dios dispone. Resulta que me lo he encontrado hoy mientras repasaba borradores. Es curioso. Pasa el tiempo, pasan los días, pero no la calamidad de los protagonistas. Acojonante la encerrona a la que se han llevado a sí mismos tanto los independentistas catalanes como los arribistas de Podemos. Y Rajoy, como que no sabe nada, como que la cosa no va con él, dejándoles hacer. Acojonante.)
