En noviembre de este año se cumplirán 5 años desde que el BCE bajó los tipos de interés del 0.5% al 0.25%. Era el nivel más bajo de la historia y desde entonces lo que ha hecho ha sido seguir bajando hasta el 0%, nivel que alcanzó en marzo del 2016. Pero es que, además, las facilidades de depósito del BCE en este periodo han bajado nada menos que hasta el -0.4%. Sin duda son hitos en la historia de la política monetaria de la Eurozona. Y claramente el objetivo que persigue con estas medidas del Banco Central es "obligar" a los inversores y ahorradores a asumir riesgos.
En teoría, el dinero barato o la tasa negativa penaliza la liquidez en cuenta corriente y los ahorradores que quieran no perder poder adquisitivo en un entorno no deflacionario (hay baja tasa de inflación, pero es positiva), están obligados a asumir riesgos con su liquidez. Por otro lado, los bancos europeos (y españoles evidentemente) están en mejores condiciones de prestar más dinero y más barato a la economía real.
En los siguientes gráficos publicados por Expansión estos últimos días podemos ver que la filosofía de los ahorradores no consigue cambiar a pesar de más de cinco años de dinero muy barato. El dinero en efectivo sigue representando el 40% del total de activos según Inverco. Son niveles muy parecidos a los que suponían en 2013 cuando se produjo la citada bajada de tipos.
También llama la atención que la inversión en fondos de inversión ha subido pero muchísimo menos de lo que se podría prever, sobre todo por el esfuerzo de la mayoría de redes bancarias, que defienden que la inversión en fondos es la mejor alternativa al dinero en liquidez o depósitos. Además, a pesar de que la renta variable europea no termina de coger inercia alcista, la inversión directa en bolsa representa a día de hoy el doble de patrimonio que la inversión en fondos. Un 20,8% frente al 10,5% según el siguiente cuadro publicado hoy en Expansión (fuente Inverco).
Sí que el crédito al consumo ha cambiado de forma radical estos años de tipos bajos. En el primer gráfico del siguiente cuadro se puede ver la espectacular tasa de crecimiento del crédito al consumo en España, muy superior al resto de países de la Eurozona. Sin embargo, el crédito no se ha abaratado, a pesar de que los tipos están al 0% y el depósito al -0,4%.
En definitiva, en Europa, y sobre todo en España, cuesta muchísimo tiempo cambiar los hábitos de los inversores y ahorradores. Ya van más de cinco años y estos no terminan de asumir más riesgos en sus inversiones ni tampoco se ha abaratado el crédito al consumo. Si el BCE ve los mismos datos que estamos contemplando hoy, lo más probable es que los tipos de interés sigan bajos mucho tiempo. Siempre y cuando el objetivo del BCE sea obligar a los ahorradores a que "muevan" su liquidez hacia activos productivos a fin de reactivar la economía real. Por mucha liquidez que inyecte el BCE al sistema, si esta no se canaliza a la economía real, no se puede traducir en crecimiento económico.
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.
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