Recientemente, la presidenta del Banco Santader y el presidente del BBVA han reclamado “mayor regulación para la banca digital”, dirigiendo sus peticiones hacia un mayor proteccionismo para competir "en igualdad de condiciones".
Es curioso escuchar hablar a los grandes bancos de “la necesidad de proteger a los consumidores a toda costa frente a potenciales perjuicios causados por la innovación financiera”, y más teniendo en cuenta que no quedan muy lejos escándalos tales como las preferentes o las cláusulas suelo de las hipotecas, donde no podemos decir que la protección de los consumidores fuera la gran prioridad.
Lo que es una realidad es que los grandes dirigentes de las mayores entidades financieras del mundo empiezan a preocuparse por el Fintech, aplicaciones que mediante nuevas tecnologías ponen al servicio de los usuarios servicios que hasta ahora eran exclusivos de la banca, a precios y en condiciones muy ventajosas.
En estos años hemos visto como han aparecido numerosas aplicaciones que poco a poco se van haciendo cotidianas entre nosotros.
La desintermediación en la forma de pago
Los teléfonos inteligentes y el uso intensivo del comercio online están cambiando las reglas del juego. Por ejemplo, Apple Pay permite a los usuarios olvidarse de llevar tarjetas en el monedero, integrándolas en el móvil y usando tecnología Wireless para el pago en el establecimiento. Paypal lleva años permitiendo pagos online y transferencias a cualquier rincón del mundo, moviendo un volumen superior a los 200.000 millones al año, muy superior a muchos bancos. De hecho, a día de hoy, se antoja difícil pensar que seguiremos in eternum usando tarjetas de crédito o débito e incluso se empieza a pensar que el uso de dinero físico puede llegar a ser innecesario.
La desintermediación en el asesoramiento financiero
Los llamados robo-advisors, muy utilizados en el mundo del trading, mueven ya un porcentaje importante del volumen de operaciones diarias en el mercado de la bolsa. Pero no sólo se ciñe a este tipo de activo, sino que existen ya empresas como Futureadvisor, SigFig o Wealthfront que asesoran a un cliente cómo invertir su patrimonio dando luz a un servicio tradicionalmente ineficiente, cargado de honorarios ocultos y falta de transparencia.
La desintermediación en el préstamo bancario
Es posiblemente el punto que más preocupa a la banca actualmente. El core business de un banco es intermediar con dinero: obtener depósitos y otorgar préstamos. Plataformas líderes como Lending Club en EEUU o Arboribus en España permiten a particulares y/o empresas financiarse fuera de la banca, a la vez que facilita a cualquier inversor la posibilidad de obtener una atractiva rentabilidad por su dinero (entre un 4% y un 6% neto de forma fija) sin tener que conformarse con las alternativas que ofrece la banca tradicional.
Es una alternativa que compite con la renta fija tradicional y los depósitos, pero que permite mayor control, mayor transparencia y mayor rentabilidad.
Así que no es de extrañar que los bancos empiecen a pedir protección frente a las empresas Fintech que se abren camino… ven como sus principales actividades, donde tradicionalmente no tenían competencia, están ahora en jaque con la llegada de las nuevas tecnologías.