Se acerca la fecha de las elecciones y estamos inundados de todo tipo de ruido de campaña: consignas, entrevistas, mensajes sutiles, etc. A pesar de lo aburrido que es el contenido político en lo que se refiere a la propaganda, es interesante analizar los posibles escenarios que surgen de la nueva situación. En Estados Unidos se han popularizado los modelos estadísticos para predecir el resultado de las elecciones, ya sean las presidenciales, al congreso o por estados. Sin embargo, en España a excepción de algunos medios y blogs nuevos que analizan los datos electorales de una forma más científica o al menos con un análisis de los datos, este tipo de actividad brilla por su ausencia.
Por este motivo, me gustaría aprovechar esta ocasión para analizar los posibles escenarios de las elecciones generales del 20D en la provincia de Burgos en la que resido. Como bien sabemos, el número de diputados por lista se asigna por distritos provinciales y siguiendo la ley d’Hont, después de eliminar todos aquellas listas que no lleguen al 5% 3%.
La mejor referencia que tenemos sobre la verdadera intención de voto son las últimas elecciones autonómicas, de las cuales tenemos los resultados tanto en votos como en escaños para la provincia de Burgos.
Además, sabemos que en la provincia de Burgos se asignan cuatro escaños, por lo que podemos analizar cómo se asignarían esos escaños si el resultado electoral fuese el mismo que en las autonómicas de mayo de 2015. El proceso es sencillo, se hace una tabla con todas las listas, y posteriormente se va dividiendo su resultado entre 1, 2, 3.. hasta el número total de escaños, en este caso 4. Con la tabla ya completada, se van asignando por orden de mayor a menor según los números obtenidos en la tabla:
En este caso saldrían dos escaños para el PP, otro para el PSOE y uno para Podemos. Por otro lado, el último escaño está muy disputado según esta distribución del voto. Podemos se llevaría el cuarto escaño con una cifra de 25779, mientras que cerca está Ciudadanos con 22078, una diferencia de 3701 votos. Algo más complicado aunque no imposible lo tienen PP y PSOE para llevarse el cuarto escaño, ya que tienen cifras en la tercera y segunda columna respectivamente cercanas a 25779.
El PP necesitaría 10440 votos más, no demasiado fácil teniendo en cuenta que sería aumentar su porcentaje de voto un 5,58% del voto total escrutado.
En el caso del PSOE, el número de votos extra necesarios para lograr ese cuarto escaño sería de 6258 votos, siendo además un rival directo en votos frente a Podemos y teniendo en cuenta que muchos votos de Podemos son votos exsocialistas.
Finalmente, como hemos dicho antes, Ciudadanos necesitaría 3701 votos para lograr ese escaño, lo cual es una cifra factible. Es un partido que desde mayo ha ido creciendo frente a Podemos, por lo que no solo es posible que obtenga más votos, sino que además se los quite a Podemos.
Se puede considerar la posibilidad de que Podemos crezca aún más, el PP pierda muchos votos o ambas a la vez y el tercer escaño vaya a parar a Podemos. Un caso muy improbable, pero posible en cierta medida. Sin embargo, no tendría ninguna consecuencia práctica ya que aunque Podemos se llevase el 3er escaño, el PP se llevaría el 4º.
Con todos estos escenarios, podemos atribuirles una probabilidad en función de cómo hemos descrito las posibilidades de cada uno. De este modo, el escenario más probable es el status quo, es decir, la simulación que hicimos al comienzo:
- 1) 40% de probabilidad: PP - 2 escaños, PSOE - 1 escaño, Podemos - 1 escaño.
- 2) 30% de probabilidad: PP - 2 escaños, PSOE - 1 escaño, Ciudadanos - 1 escaño.
- 3) 15% de probabilidad: PP - 2 escaños, PSOE - 2 escaños
- 4) 15% de probabilidad: PP - 3 escaños, PSOE - 1 escaño
Los escenarios 3 y 4 han sido ponderados con la misma probabilidad debido que aunque el PP necesita más votos para lograr el 4º escaño, también es cierto que la participación en las elecciones generales es un 10% mayor que las autonómicas en el caso de Burgos, lo cual empujó el voto del PP un 4% sobre el total.
Parece una asignación arbitraria, pero es el tipo de método que expone Tetlock en el libro Superforecasting como una aproximación exitosa. Elaborar escenarios y atribuirles posibilidades, así como ir calibrando medida que va a apareciendo más información. Lo realmente importante es utilizar un punto de partida adecuado, lo que creo que se cumple en este caso.
No hemos tenido en cuenta aspectos cualitativos de los últimos meses, sin embargo, hemos basado nuestra previsión en los últimos datos reales disponibles, lo cual debería superar en calidad a muchos de los comentarios que se hacen intentando reflejar la última tendencia que se observa. Lo que los votantes han reflejado en las urnas es un hecho, y en este caso hace algo menos de 7 meses, por lo que esta información debería ser más importante que algunos movimientos o encuestas. Este debería ser el punto de partida, sin embargo, se han sobrevalorado los resultados de partidos como Podemos o las mareas, con el argumento de que han logrado el poder en algunos ayuntamientos y están en el gobierno de algunas autonomías. En la mayoría de autonomías, Podemos fue el tercer partido, incluso el cuarto en algunas. No fue segundo en ninguna. La realidad es que su porcentaje de voto fue bastante modesto en general, basta con mirar a los datos de las votaciones autonómicas.